Proyectos Hídricos

México posee 731 cuencas hidrológicas agrupadas en 37 regiones hidrológicas y 13 regiones mayores de tipo administrativo. De las 37 regiones hidrológicas, las más húmedas son la región 30: Grijalva–Usumacinta, la 29: Coatzacoalcos, la 28: Papaloapan y la 23: Costa de Chiapas.

Los ríos y arroyos del país constituyen una red hidrográfica de 633 mil kilómetros de longitud, en la que destacan cincuenta ríos principales por los que fluye el 87% del escurrimiento superficial del país y cuyas cuencas cubren el 65% de la superficie territorial continental del país. Dos tercios del escurrimiento superficial pertenece a siete ríos: Grijalva-Usumacinta, Papaloapan, Coatzacoalcos, Balsas, Pánuco, Santiago y Tonalá, a la vez que sus cuencas representan el 22% de la superficie del país.

México comparte ocho cuencas con los países vecinos: tres con EE.UU. (Bravo, Colorado y Tijuana), cuatro con Guatemala (Grijalva-Usumacinta, Suchiate, Coatán y Candelaria) y una con Belice y Guatemala (Río Hondo).

México cuenta con 4.462 presas con una capacidad de almacenamiento de 150 mil millones de metros cúbicos. La principal función de las presas es la generación de energía; en menor medida se utilizan para actividades agrícolas, sobre todo en el norte de la República. El 79% de la capacidad total de almacenamiento del país se concentra en 116 presas. Las tres presas más grandes del país son La Angostura (Chiapas), Infiernillo (Guerrero-Michoacán) y Malpaso (Chiapas). Por su parte, al 2010, las principales centrales hidroeléctricas del país eran Chicoasen (Chiapas), Malpaso (Chiapas), Infiernillo (Guerrero-Michoacán), Aguamilpa (Nayarit) y La Angostura (Chiapas).

La construcción de presas implica la inundación de territorios y por lo tanto de cultivos, bosques y casas provocando no sólo una afectación ecológica grave, sino el desplazamiento forzado de comunidades enteras. Según datos presentados por la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente, hasta el año 2000 en México se registraron más de 170 mil desplazados por la construcción de represas, resultado del levantamiento de tan sólo 20 de más de 4 mil proyectos que hay en el país.
Según los informes del Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE 2011-2026) la administración de Felipe Calderón Hinojosa heredó al gobierno de Peña Nieto 70 proyectos hidroeléctricos en 19 estados, además de cuatro presas en tres entidades del país: el Zapotillo y El Purgatorio, en Jalisco; El Realito, en San Luis Potosí; y Paso Ancho, en Oaxaca. Los documentos oficiales indican que Baja California, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco y Veracruz son las entidades donde se tienen presupuestados en los propósitos oficiales.
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