En desapariciones, fiscalía de Campeche sólo levanta actas para que no figuren en estadísticas
Claudia V. Arriaga Durán / Revista Proceso
CHAMPOTÓN, Camp. (Proceso).- “Pongo mi mano en mi pecho y escucho como que tocan la reja con una monedita, toc toc, y despierto pensando que es mi hijo”, relató entre lágrimas la mamá de José Salvador Clemente Espinosa, Chepo, quien no pierde la esperanza de encontrarlo con vida.
Chepo, como lo conocen sus amistades y familiares, desapareció el 26 de diciembre de 2024 en Champotón, Campeche. Su familia acudió el 30 de diciembre a la agencia de la Fiscalía General del Estado (FGECAM) de Seybaplaya para pedir el apoyo de las autoridades.
Sin embargo, la denuncia sólo fue asentada en un acta circunstanciada, una práctica de la Fiscalía en otros casos, y no se realizaron acciones de búsqueda. Tampoco se inició una carpeta de investigación.
Fue la familia de Chepo la que se movilizó durante semanas para hallarlo. Recorrió las playas y los poblados cercanos en sus motocicletas. Se organizaron en brigadas de búsqueda sin éxito. Logró que se abriera la carpeta de investigación tras interponer una queja en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Campeche.
Actas, no denuncias, en fiscalía de Campeche. Foto: Claudia V. Arriaga.
“Todos tenemos motos y recorrimos los cañaverales, basureros, andábamos en la playa, pero ha sido en vano. No tenemos pistas, él no tiene auto, ni moto, usaba transporte público o le echaban un aventón. Aquí nunca llegó. No hay nada y parece que la tierra se lo tragó. A raíz de que no vemos nada de las búsquedas con la FGE es que lo hicimos nosotros”, explicó la sobrina de José Salvador, Guadalupe Pérez.
En datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas del gobierno federal, en Campeche hay un registro de 97 desapariciones que ocurrieron del 31 de diciembre de 1952 hasta febrero de 2025. Incluida la de Chepo.
Pero la abogada Estela Sánchez, especializada en casos de personas desaparecidas, afirma que este dato no refleja la realidad del estado. Porque, al igual que pasó al principio con el caso de Chepo, otras desapariciones reportadas ante la fiscalía se quedan en actas circunstanciadas y no se elevan a denuncias. En consecuencia, no forman parte de las cifras oficiales. Señala:
Son actas circunstanciadas porque en la fiscalía te dicen que no puedes levantar la denuncia, entonces te toman una manifestación de hechos, ¿y de qué te sirve? Es nada más una constancia, pero no impacta en estadísticas, ni en política pública ni en acciones.
De los tres estados de la península, Campeche reporta 97 personas desaparecidas, el número más bajo.
De acuerdo con el Mapa de Hallazgos de Fosas Clandestinas de la Comisión Nacional de Búsqueda, es en el que más fosas se encontraron de las tres entidades: de 2006 a 2018, en Campeche se encontraron siete sitios de inhumaciones ilegales, en Quintana Roo tres y en Yucatán ninguna.
Un ejemplo es la fosa clandestina que fue hallada en el 2022, en un lote baldío en el fraccionamiento Villa de San José, en Ciudad del Carmen, cuya existencia fue confirmada por el entonces fiscal de Campeche, Renato Sales Heredia. En el lugar se encontraron tres cuerpos.
Y en 2023 también encontraron una fosa clandestina con cuatro cadáveres, en el tramo carretero Uayamón-Edzná, perteneciente al poblado de Chiná.
Para pedir información sobre el proceder de la Fiscalía General del Estado ante las denuncias por las desapariciones y el registro de actas circunstanciadas, se solicitó una entrevista con su titular Jakson Villacis Rosado, pero no hubo respuesta.
Proceso también solicitó entrevista con el titular de la Comisión Local de Búsqueda de Personas del Estado, Javier Jesús Quintero Arvea, para pedir información sobre las acciones de búsqueda y acompañamiento a las familias. La petición no tuvo respuesta.
La desaparición de José Salvador
José Salvador Clemente Espinosa, Chepo, era trabajador en el ingenio azucarero de La Joya. No tiene un turno fijo. Sus padres y sus hermanas se enteraron de su desaparición tres días después de que ocurriera. Chepo era casado y a diario pasaba a casa de su mamá, por lo que su esposa pensó que se encontraba ahí.
“Mi cuñada me dijo que tenía tres días que había salido de casa y no sabía nada de él. Según pensó que estaba con mis papás, por eso no se movilizó, como siempre él venía aquí, y mi mamá me preguntaba sí yo sabía de él. Mi reacción fue ‘¿y dónde está?’, agregó su hermana, María Clemente.
Durante la búsqueda de José Salvador, la familia se percató de que en el municipio de Champotón, ubicado a 61.8 kilómetros de la capital del estado, hay personas desaparecidas desde hace 20 años.
“A raíz de que preguntamos en muchas casas para buscar a mí tío, las personas nos dijeron que tienen familiares desaparecidos desde hace 20 años. Y de verdad que uno tiene que estar en sus zapatos para darse cuenta de la gravedad”, manifestó Guadalupe Pérez.
La mamá de José Salvador no pierde la esperanza de encontrar a su hijo. Todos los días lo espera sentada en la terraza de su casa.
Le pido que me venga a ver, que regrese, que estoy preocupada, lo extraño. Quiero a mi hijo. No me siento bien, no sé qué me va a pasar. Tengo la esperanza y de pronto siento que el corazón me va a estallar. Por más que quiero aguantar no puedo, ya ni duermo.
José Salvador Clemente Espinosa es de complexión delgada, tez morena, cara ovalada, orejas medianas, tiene barba y bigotes escasos, cejas semipobladas, cabello negro, lacio y corto. Como seña particular tiene un tatuaje del escudo del equipo de futbol América en el brazo derecho.
La última vez que lo vieron vestía una sudadera café con mangas blancas, pantalón de mezclilla azul y botas cafés. Actualmente tiene 44 años.
De “acta circunstanciada” a desaparición forzada
Jorge Reynoso Gutiérrez, Chiquillo, de 28 años, desapareció el 21 de noviembre de 2021. Salió del Estado de México a Ciudad del Carmen, Campeche, manejando un tráiler de la empresa Tresguerras. Según videograbaciones, en un tramo de la carretera se observa que lo seguía una patrulla de la Guardia Nacional (GN), y posteriormente se volcó en el malecón de la Isla, luego de lo cual no se ha vuelto a saber de él.
Jorge tenía ocho meses trabajando con Tresguerras, empresa que no reportó su desaparición ni avisó a la familia. Uno de sus hermanos se percató de lo que ocurrió a través de una publicación en redes sociales.
Su familia lleva cuatro años buscándolo.
En el primer acercamiento que sus familiares tuvieron con la fiscalía para denunciar los hechos, las autoridades únicamente registraron su desaparición en el acta circunstanciada AC-3-2021-6021.
Fue hasta junio de 2022 cuando se inició una carpeta de investigación Al-3-2022-1488; sus familiares acusaron que fue víctima de desaparición forzada.
La investigación ha presentado dilaciones, como el hecho de que las grabaciones de las cámaras de vigilancia fueran entregadas cuatro meses después. Aunque un buzo se sumergió para ver si se encontraba atrapado en la cabina del tráiler, no se encontró.
La búsqueda de Chiquillo continúa. Existe una página de Facebook a través de la cual difunden su ficha de búsqueda y videos de él para pedir el apoyo de la ciudadanía: Buscando a Jorge Reynoso Gutiérrez 10-28 Chiquillo.