“Cerramos Bonafont y el agua volvió a nuestras casas y campos”: Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y los Volcanes defienden el territorio. (Puebla)
Colectivo Grieta
01 de abril de 2025
Ciudad de México.- En el marco de la presentación del documental “El origen de la lluvia”, compañeras integrantes de Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y los Volcanes, compartieron su historia de defensa del territorio. Contaron cómo frente al saqueo del agua por parte de la empresa Bonafont, frente a la contaminación ambiental generada por las empresas que vierten sus residuos en los ríos y frente a los intentos de los malos gobiernos por imponer un basurero en su región, la organización comunitaria de los pueblos de la región ha permitido defender el agua y el territorio. La presentación del documental que narra las resistencias comunitarias en defensa del medio ambiente en la región y la compartición por parte de las compañeras, ocurrió el pasado sábado 29 de marzo de 2025 en el Rincón Zapatista en la Ciudad de México.
El saqueo de agua por parte de la Empresa Bonafont (perteneciente al grupo Danone) había dejado sin agua a los pueblos campesinos de la región, incluso sin agua para uso doméstico.
Esta planta, que se había instalado con el apoyo de los gobiernos local, estatal y federal, fue cerrada por los pueblos de la región Izta-Popo y luego convertida en el ‘Altepelmecalli la Casa de los Pueblos.
Las compañeras integrantes de las asambleas de los pueblos de la región Cholulteca explicaron que las comunidades de la zona tiene pozos noria de los que dependen para cultivar alimentos. Cuando llegó Bonafont, en los años 1990, llegó diciendo que buscaba aprovechar meramente un pozo agrícola más. Durante casi treinta años saquearon el agua de los pueblos de la región. Se estima que la empresa transnacional extraía dos millones de litros de agua al día de los mantos freáticos de la región. Por supuesto, esta extracción se hizo bajo el amparo de gobiernos de todos los partidos políticos: PRI, PAN, MORENA, etc. “Llegó el punto en que ya no teníamos agua ni para consumo doméstico. Al no poderse sembrar, aumentó la migración y la desintegración familiar”, explicaron durante la presentación del documental.
Frente a esta destrucción, los pueblos decidieron organizarse, articularse con otras luchas en defensa del territorio que se daban en los estados vecinos y con el Congreso Nacional Indígena.
“Sabíamos que íbamos a exponernos a la violencia, a la represión y a la criminalización por parte del gobierno. Pero seguimos adelante, el día que tomamos la planta en 2021, empezamos por tapar el pozo que tenía la Bonafont. Tres días después, los pozos que llevaban años secos en los diferentes pueblos, volvieron a tener agua.”
“Unos días después, llegó la CONAGUA federal que querían inspeccionar, que los dejáramos pasar a la planta. No los dejamos, sabemos que están coludidos con la Bonafont. La concesión que tenía la Bonafont había vencido desde 2014, pero era 2021 y el gobierno los seguía protegiendo. Hace poco se supo que le gobierno dela 4T le dio otra concesión a la Bonafont en 2021 para esa misma planta, que no se ha echado a andar porque la Bonafont tuvo qu sacar toda su maquinaria”
El 15 de febrero de 2022 los pobladores sufrieron la represión en medio de un operativo “de alto impacto”, en el que la policía, la Guardia Nacional, los granaderos y la policía militar operaron al servicio de los capitalistas para devolverle el control de la planta de embotellado a la empresa Bonafont. Sin embargo, la planta no ha vuelto a operar, gracias al tapado que se hizo del pozo, a que la transnacional tuvo que sacar su maquinaría de ahí y, sobre todo a la vigilancia popular, la cual es especialmente importante en el contexto del contubernio del gobierno de la 4T que ha entregado una nueva concesión a la empresa Bonafont. Un gobierno que se jacta de promover la soberanía alimentaria, pero que pretende quitarle el agua a los campesinos para entregársela a la empresa privada.
“Aunque nos echen a los granaderos, aunque nos manden matar, como le sucedió al compañero Samir Flores de Morelos, que lo mandó matar el gobierno de la 4T, no importa, seguimos luchando en defensa del agua, y seguirán luchando nuestros vástagos y las generaciones que vengan detrás.”
La lluvia también tiene raíces.
Los asistentes preguntaron a las compañeras cómo fue que se organizaron, qué les ayudó. Una compañera lo explicó claro:
“Yo recuerdo desde niña cómo se organizaban mis familiares, cómo había organización en el pueblo. Desde la iglesia, desde las reuniones de barrio, desde la convivencia cotidiana. En bola nos dimos cuenta de los abusos del mal gobierno y de las empresas. Hasta la fecha hay quienes le creen al actual gobierno y nos critican. A pesar de lo que se vive, también hay quienes no quieren ver la realidad, la inseguridad en que se vive ahora.
Pero no importa, a veces empezamos en pequeño, en reuniones pequeñas, al principio no éramos muchos, pero fuimos creciendo y formando las asambleas”
“El río Metlalpanapa es un río que viene de los volcanes. Ahí querían verter sus desechos 70 empresas de un corredor industrial que se instalaba con el apoyo de los gobiernos. Ahí mismo lo paramos ese proyecto en 2019, cuando como pueblos nos organizamos”.
La lección para las compañeras es clara, frente a un enemigo, frente a un sistema de opresión como es el capitalismo, la lucha y la organización permiten resistir y sobrevivir:
“Problemas hay en todas partes. Siempre quieren meter la dominación en este sistema. Entonces, no porque seamos profesionistas quiere decir que no va a haber explotación, a los profesionistas también los explotan. Lo vemos también con el tema de los desparecidos, ahora ya no tenemos la tranquilidad que sí tuvimos cuando jóvenes. Por eso necesitamos hablar, hablar mucho. Si seguimos callados en todo, en la escuela, en el trabajo, en el campo, esto no va a cambiar. Hemos visto que la única manea es organizarse y luchar.”
En resumen, un proceso de lucha complejo, que involucra la coordinación de hasta 20 pueblos y comunidades de la región. Con una historia de victorias, defendiendo su territorio. Demostrando que la lucha contra el capitalismo es posible. Una lucha que no deja de tender puentes de ser capaz de mirar más allá. O quizá en realidad, de acercar con la mirada los dolores comunes y la necesidad de caminar en compañía, como lo muestra el mensaje que dieron para las madres buscadoras:
“Le damos un mensaje a las madres buscadoras, de quienes sabemos que están siendo atacadas y criminalizadas por este narcogobierno: No están solas, estamos con ustedes, nos duele su dolor. Llamamos a acompañar la lucha de las buscadoras.”