Policía estatal disuade violentamente protesta pacífica de colectivo Verdad, Memoria y Justicia en Chetumal (Quintana Roo)
Adriana Varillas / Estamos Aquí
11 de octubre/ Cancún, Q. Roo.- Integrantes del colectivo “Verdad, Memoria y Justicia”, conformado por familiares de víctimas de desaparición, fueron violentamente reprimidas por policías estatales cuando realizaban bloqueos intermitentes del acceso vial a Chetumal, a la altura de avenida Insurgentes, esta tarde.
Las mujeres, víctimas indirectas del delito de desaparición exigían en la capital del estado que la Fiscalía General de Quintana Roo (FGE) rindiera cuentas sobre el desmantelamiento de un crematorio descubierto por el colectivo, que operaba de forma irregular o clandestina en el asentamiento irregular de Tres Reyes, en Cancún. En ese sitio fueron encontrados restos óseos de personas calcinadas.
En Chetumal las madres buscadoras, provenientes de municipios como Othón P. Blanco, Bacalar y Felipe Carrillo Puerto, relataban las omisiones y dilaciones de la autoridad, en torno a la desaparición de sus hijos, algunos de ellos, trabajadores del Tren Maya, como Ricardo Yañez Castañeda, de 31 años, quien el 15 de octubre cumplirá un año más.
Testimonios de participantes y diversos videos difundidos sobre los hechos, registrados entre las 13 y 15 horas de este viernes, dan cuenta del operativo implementado para disuadir a las manifestantes, quienes fueron videograbadas, hostigadas, insultadas y jaloneadas por agentes de policía, entre quienes figuraban mujeres.
El argumento de las autoridades fue que los bloqueos, aún siendo intermitentes, trastocaban el tránsito –ya de por sí complicado por las obras del Tren Maya– afectando a la ciudadanía.
Las mujeres manifestantes reportaron que hubo automovilistas que les aventaron el auto, lo mismo que motociclistas, y que presuntamente hubo policías que advirtieron que no intervendrían para evitarlo.
“Que nos los avienten, porque si me matan, un favor me van a hacer, así se acaba mi dolor. Sé que no voy a encontrar a mi hijo, pero se acaba mi dolor”, dijo María Soledad, entre lágrimas, al hablar de su familiar, desaparecido en Bacalar.
En la acción pacífica se encontraba la fundadora del colectivo, “Verdad, Memoria y Justicia”, Romana Rivera, quien ante el arribo de la fuerza pública se separó del contingente para entablar conversaciones con autoridades de la Fiscalía, momento en que la situación se salió de control.
Asistentes al lugar refirieron que había gente armada, vestida de civil, mezclada con elementos de la Guardia Nacional, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de la propia FGE.
Reporteros consultados que daban cobertura en el sitio informaron que la señal telefónica fue inhibida, que al igual que ocurrió con las manifestantes fueron videograbados y fotografiados por autoridades y civiles, en un ambiente de fuerte tensión que carecía de garantías de seguridad para ejercer su labor.
Los ánimos crecieron cuando un hombre fue sometido por policías quienes lo arrastraron e intentaban cargarlo para llevarlo detenido, ante los esfuerzos de las madres buscadoras por impedirlo.
“El güero agredió, igual que una policía mujer, a las femeninas, al cual yo le digo que no tiene por qué tocar a las mujeres. Viene el policía, rompe mi mochila, me avienta de espaldas, me agarra a patadas y me pega dos puñetazos. Al policía ahorita lo mencioné y no fueron capaz (sic) de hacer nada, solamente porque dije que tienen miedo a los narcos, porque no hacen nada por defendernos al pueblo.
“Porque ellos también tienen hijos y va a llegar el momento en que van a tocar a su familia y la corporación les va a dar la espalda. Eso fue lo que yo dije y me golpearon. Tengo libertad de expresarme con dolor, porque mi hijo está perdido. Ninguno tiene un hijo perdido, pero el día que lo tenga, su propia corporación les va a dar la espalda, lo que hoy están haciendo lo van a pagar a lo doble”, expresó el agredido.