Cuatro mujeres fueron desaparecidas en Encarnación de Díaz; preocupa inseguridad y aumento de desapariciones grupales (Jalisco)
Imagen: Zona Docs
Las hermanas Rosa Olivia, Adriana y Marisela Saucedo Zermeño y Beatriz Hernández Martínez fueron desaparecidas entre el 27 y el 28 de julio en Encarnación de Díaz, Jalisco. El Observatorio de Violencia Social y Género de Aguascalientes ha denunciado que no se han emitido sus cédulas de búsqueda ni por parte de Protocolo Alba Jalisco, ni por el recién creado Protocolo Alba en Aguascalientes, esto frente a la urgente necesidad de implementar medidas de búsqueda interinstitucionales entre dependencias.
A estas desapariciones se suman las de cuatro hombres adultos y un adolescente, originarios de este mismo estado el 20 de junio cuando se dirigían a Zacatecas a trabajar.
Desde el observatorio se ha señalado que la población de esta región se enfrenta a un contexto de inseguridad, derivado del aumento de desapariciones dentro de ciertos tramos carreteros entre Aguascalientes y estados colindantes como Jalisco y Zacatecas
Desde el observatorio se ha señalado que la población de esta región se enfrenta a un contexto de inseguridad, derivado del aumento de desapariciones dentro de ciertos tramos carreteros entre Aguascalientes y estados colindantes como Jalisco y Zacatecas.
Paula Souza / Zona Docs
Rosa Olivia Saucedo Zermeño y Beatriz Hernández Martínez son pareja y viajaron juntas desde Aguascalientes, donde tienen su domicilio, hasta Encarnación de Díaz, Jalisco para visitar a la familia de Rosa. Ambas fueron vistas por última vez el 27 de julio en este municipio junto a Adriana, una de las hermanas Saucedo Zermeño. A Marisela, también hermana de Rosa y Adriana, se la llevaron de su domicilio en la localidad de Las Chivas, ahí mismo, en Encarnación de Díaz.
A una semana de su desaparición, Violeta Sabás, Directora del Observatorio de Violencia Social y Género de Aguascalientes, organización que acompañan a las familias de estas cuatro mujeres, advierte que lo sucedido deja en evidencia el contexto de inseguridad, violencia y desapariciones que rodea tanto a las personas habitantes de Aguascalientes como a aquellas que transitan o se desplazan entre las comunidades y municipios que colidan con Jalisco y Zacatecas.
Muestra de ello, mencionó, es la desaparición de tres hombres adultos y un adolescente el 20 de junio de 2023, apenas un mes antes de estos hechos. Edilberto Ortega Acosta, Omar Guadalupe Rojas Salazar, Luis Gerardo Hermosillo Vargas y José de Jesús Soto -este último de 16 años- fueron desaparecidos mientras se dirigían a trabajar en la comunidad de Troncoso en el estado de Zacatecas.
“Es una problemática que nos parece muy grave. En los últimos meses se ha incrementado. Las personas que viven en Aguascalientes y que se dirigen a otros estados están siendo desaparecidas, eso no significa que en Aguascalientes no suceda”, advirtió Violeta Sabás. Tan sólo en lo que va del 2023 (enero-agosto), 41 personas se mantienen con paradero desconocido en este estado, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas. El 21% (9 casos) son desapariciones de mujeres.
Sin embargo, aunque la denuncia por la desaparición de estas cuatro mujeres ya fue presentada ante la delegación correspondiente de la Fiscalía de Jalisco, sus casos no se contabilizan estadísticamente dentro de la base de datos nacional, ya que, según esta plataforma el número de casos en dicho municipio es igual a cero en el transcurso de este 2023. En tanto, el histórico demuestra que 208 personas han sido desaparecidas, de las cuales 195 siguen sin ser localizadas: 164 hombres (84.1%) y 33 mujeres (15.9%).
Frente a este panorama, el Observatorio de Violencia Social y Género de Aguascalientes ha documentado como la situación se complejiza cada vez más para las personas que habitan estos lugares y son víctimas de estos delitos, especialmente para sus familias.
Por un lado, prevalece la inoperancia de las dependencias que están obligadas a investigar y buscar a las personas cuya desaparición sucede fuera de su entidad de origen; es decir, para intervenir en los casos de manera coordinada y colaborativa entre instancias.
Tal es el caso de Rosa Olivia y Beatriz. De acuerdo con Violeta Sabás, las dependencias de Jalisco y Aguascalientes “se han pasado la bolita”, además, han demostrado poca celeridad y burocracia para iniciar las carpetas de investigación.
En ese sentido, denuncia que, pese al contexto de desapariciones, especialmente de mujeres, no se han emitido las cédulas de identificación y búsqueda de estas cuatro mujeres, mismas que establece el Protocolo Alba, mecanismo de búsqueda “diferenciada, especializada, inmediata y con una perspectiva de género, interseccional e integral”, precisa Violeta.
En Aguascalientes, la puesta en marcha e implementación de este protocolo fue aprobada en febrero de este año 2023, por el Congreso del estado, luego de haber sido rechazado por las y los legisladores en meses anteriores.
Según refiere la directora del Observatorio de Violencia Social y Género de Aguascalientes las familias de las hermanas Saucedo Zermeño se han enfrentado también a que la Fiscalía del Estado de Aguascalientes haya sido poco diligente en el levantamiento de la denuncia por su desaparición.
“Se ha topado con trabas para poner la denuncia, bajo esta situación de que como “no desaparecieron en Aguascalientes”, la denuncia tiene que estar en Jalisco”, menciona; no obstante, advierte que este hecho no es “excluyente de que la denuncia también se presente en el estado de donde son originarias las personas”. Y, si bien, las autoridades alegaron en este caso el riesgo de “duplicación de registro”, argumenta que el contexto violento y de inseguridad, así como de impunidad, obliga a las Fiscalías y Fiscalías Especializadas en Personas Desaparecidas a “mantener una colaboración interdisciplinaria e interinstitucional”.
“Si las familias presentan la denuncia en Encarnación de Díaz, también tendrían que tomársela en Aguascalientes, porque al ser una desaparición, al suceder en un contexto nacional y al estar en una desaparición muchos delitos en potencial impacto, entre ellos: el secuestro, trata de personas con fines de explotación sexual, la privación ilegal de la libertad que sucede en el momento de la desaparición. Entonces, al menos donde desaparece y donde vivía o vive la persona tendrían que tomarle la denuncia. Y eso no sucede en todos los casos”.
Violeta relata que, como organización junto a las familias de estas mujeres tuvieron que insistir para que la denuncia fuera iniciativa, así como para que se “otorgaran ciertos mecanismos de seguridad”. Y es que, señala que la violencia que enfrentan los tramos carreteros entre Aguascalientes, Jalisco y Zacatecas las sumerge en un riesgo latente.
Como parte de sus trabajos de monitoreo y documentación, explican que las carreteras que van de Aguascalientes hacia los municipios cercanos de Jalisco, como Teocaltiche, Encarnación de Díaz y Lagos de Moreno, así como hacia otras ciudades cercanas a Zacatecas como Jalpan y Nochistlán, se enfrentan a “una situación de inseguridad impresionante porque se ha recrudecido la violencia en estos tramos carreteros, donde están desapareciendo más personas”.
Para hablar sobre la existencia y recurrencia de desapariciones grupales o masivas dentro de estas zonas específicas, declara Violeta, se requiere un trabajo de análisis y contexto, sin embargo, es contundente en mencionar que estos patrones se vienen repitiendo con regularidad, al menos en los últimos meses dentro de este territorio.
Estas lógicas de la violencia son semejantes a las que los colectivos de familias buscadoras han denunciado en estados del noreste y norte del país; donde jóvenes de entre 16 y 27 años están siendo víctimas de desapariciones masivas: “hace unos meses que tuvimos una reunión regional una de las madres buscadoras mencionaba que ya era una constante en Nuevo León y Tamaulipas que se están presentando desapariciones masivas de 4, 5 o 6 jóvenes de entre 16 a 27 años”.
“No podemos hablar de desapariciones masivas, pero en términos duros si allá está sucediendo, aquí también está pasando”.
“Estamos muy preocupadas, esta situación se está presentando cada vez más constante y se hace un llamado urgente para que no solamente generen este trabajo de escritorio porque sí integran las carpetas, solicitan la sábana de llamadas, la geolocalización que es indispensable para poder identificar dónde presumiblemente se encontraba la persona antes de ser desaparecida, pero la búsqueda en vida también es necesaria y también la búsqueda en campo que es algo que no están haciendo las autoridades” concluye Violeta.