Colima pierde territorios frente al crimen organizado
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Redacción Diario Avanzada
Colima, México, Avanzada (01/07/2021).- Paulatinamente, frente a la indiferencia o la incapacidad de las autoridades que se han visto rebasadas, el estado de Colima ha perdido diversos espacios territoriales frente al crimen organizado.
Destacan zonas como áreas del municipio de Cuauhtémoc, colindantes con el estado de Jalisco, sobre todo en el corredor de las poblaciones de Quesería y Tonila, donde se ha registrado una serie de desapariciones de personas y con frecuencia se encuentran cuerpos de personas ejecutadas.
Otra región en circunstancias parecidas se encuentra al sur del municipio de Colima, por el rumbo del poblado Las Guásimas, en cuyo trayecto se encuentra el conocido “Canal de la muerte”, donde en los últimos años ha sido localizada una gran cantidad de cuerpos de personas ejecutadas, hombres y mujeres, como el reciente caso de la maestra Paulina.
Algunas comunidades aisladas del municipio de Ixtlahuacán también se encuentran bajo el predominio del crimen organizado, sin que se aprecie presencia de autoridades, precisamente donde la diputada Francis Anel Bueno Sánchez fue secuestrada y desaparecida y posteriormente su cuerpo fue encontrado en una fosa clandestina del municipio de Tecomán.
De hecho, fue en un rancho de Ixtlahuacán donde tenía sus dominios el capo Gerardo Mendoza, de la Familia Michoacana, y considerado por la entonces PGR el asesino intelectual del exgobernador Silverio Cavazos Ceballos. Precisamente Mendoza fue detenido en esa zona en mayo de 2018 y la PGR informó que desde ahí enviaba cocaína a Estados Unidos. Y cuatro días después de su detención, fue asesinado en el penal de Puente Grande en una supuesta riña con otro reo.
De acuerdo con fuentes provenientes del oficialismo, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tiene actualmente el control del puerto de Manzanillo, que ha sido utilizado desde hace muchos años para el trasiego de drogas y precursores químicos para la fabricación de metanfetaminas. Esta situación ha provocado la elevación de las cifras de personas ejecutadas en diversos puntos de la ciudad.
También algunas zonas de los municipios de Tecomán y Armería se encuentran bajo el dominio del crimen organizado, sobre todo en los límites con el estado de Michoacán y varias comunidades rurales de ambos municipios colimenses.
Lo anterior hizo posible, por ejemplo, la existencia de verdaderos campos de exterminio en los predios aledaños a la comunidad de Santa Rosa, en los linderos de Tecomán y Armería, donde los grupos criminales tuvieron la posibilidad de asesinar y sepultar a sus víctimas, que en febrero de 2019 se encontraron en esa zona 49 fosas clandestinas y 73 cuerpos.
Los señalados anteriormente son algunos de los territorios arrebatados por el crimen organizado a las autoridades, que no han sido capaces de garantizar la gobernabilidad ni la seguridad jurídica de los ciudadanos en el estado.