Especialistas de Yucatán señalan que el Tren Maya no es un proyecto social
David Rico / Por Esto!
El Tren Maya es un proyecto de reordenamiento territorial con componentes de movilidad que no parece estar planteado como una construcción social desde los actores y sujetos que viven en los territorios afectados, pues los criterios que se usan son el de rentabilidad, posicionamiento en el mercado, competitividad, oferta turística y otros, sin explicar cómo se distribuirá la riqueza con objeto de disminuir las desigualdades, señalaron especialistas del Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo y del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida (OMSM).
Entrevistados sobre el tema, Silvana Forti Sosa, Eduardo Pérez Pech y Ángel Barrera Febles, del Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo y Eduardo Monsreal Toraya del OMSM, consideraron que en el caso de Mérida es difícil definir las limitaciones o impactos del proyecto debido a la falta de información técnica donde se presenten las soluciones que se aplicarán al tramo comprendido entre el Fraccionamiento los Héroes y La Plancha, donde según la MIA será la estación.
Advirtieron que hace falta información sobre varios puntos, como la definición de la conectividad entre la zona norte y sur de la ciudad, principalmente porque no se sabe si la línea férrea tendrá barreras de segregación como mallas de protección o algún tipo de barrera contenedora.
También, la ubicación de las estaciones de carga de bienes o mercancías y las de carga energética en la ciudad; las medidas que se plantean para garantizar la seguridad vial ya que no se especifica cuáles serán los tratamientos, tanto en vialidades como en intersecciones, que serán aplicados en los tramos donde el Tren Maya pasará a nivel superficial.
La evaluación del impacto social de las medidas técnicas que se aplicarán en el tramo que recorrerá el tren en las dinámicas y prácticas sociales de los Fraccionamientos y colonias por los cuales atravesará en la ciudad de Mérida, así como de la Zona Metropolitana de Mérida.
“El proyecto del Tren Maya podría afectar negativamente la movilidad entre colonias, fraccionamientos y comisarías aledañas a las líneas del tren, especialmente entre la población de escasos recursos ya que son los segmentos socioeconómicos que más se desplazan en bicicleta, a pie o en transporte público”, comentaron.
Señalaron que varios tramos de la Calle 39 presentan derechos de vía muy reducidos, muy por debajo de los 40 metros, y otros tramos en donde comparte espacio con el tránsito vehicular. Comentaron que, al día de hoy la Calle 39 y su prolongación (Calle 27 Mayapán, Calle 7 Melchor Ocampo y Calle 149 Los Héroes) es la única vialidad que conecta directamente el fraccionamiento Los Héroes con el centro de la ciudad de Mérida.
“La construcción de dos vías superficiales supondría en algunos tramos la expropiación de predios colindantes y en otros tramos la eliminación de carriles de circulación vehicular, comprometiendo no sólo el tránsito de automóviles sino también la operación de varias rutas de transporte público que circulan sobre la Calle 39 y supondría un alto coste de oportunidad, ya que anularía la posibilidad de implementar en algún momento alguna red troncal de transporte público masivo confinado que pudiera garantizar desplazamientos cómodos, eficientes y seguros para cientos de miles de meridanos y gente de Kanasín”, dijeron.
“A esto se le deben añadir los altos costos por excavación debido al tipo de suelo existente en la región, y por su cercanía al manto freático, se deberán tomar previsiones para evitar problemas de inundación como los que experimenta el paso deprimido de Prolongación Montejo. Consideramos que habría que pensar en otras opciones como que la estación se realice ya sea en Umán (inmedaciones de la Carretera Mérida-Campeche) o en Kanasín (cerca de las carreteras Mérida-Cancún o Mérida-Tixkokob) o por el sur cerca al aeropuerto por la conectividad tanto de pasajeros como de carga”.
El proyecto del Tren Maya contempla 19 estaciones y 12 paraderos y los polos de desarrollo, pero la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) no evalúa el impacto ambiental ni social, los cuales reconfigurarán el territorio en lo urbano, económico, social y cultural.
“Pero en ningún momento la MIA explica cómo se mitigará el impacto generado por el consumo de agua y desechos generados por esta cantidad de pasajeros. Así mismo, tampoco se explica cómo se resolverá los problemas de contaminación por el uso de diésel, ni del ruido, entre otros”, comentaron.
Señalaron que el Tren Maya no se trata de un proyecto solamente de transporte, sino que es un elemento eje de un megaproyecto de ordenamiento territorial que, a su vez, se conecta con otros megaproyectos y programas de desarrollo económico dentro y fuera de la Península.
Además, señalaron que no hay que perder de vista que el megaproyecto se implementará en un territorio donde, según el INAH, hay alrededor de 7 mil 200 puntos arqueológicos de los que se ignora aún la importancia de esos sitios, ya que muchos no han sido analizados.
“Y algo muy importante es que se trata de un territorio donde habitan pueblos mayas y de otras culturas donde un alto porcentaje (54 por ciento, según el registro Agrario Nacional) de tierras es de propiedad social”.
Además, el proyecto se implementará en una región con una biodiversidad frágil y que funciona como un sistema, es decir, se altera un aspecto del sistema y afecta todo el conjunto.