Tren Maya sí afectará población de grandes felinos en la Península de Yucatán: Pronatura
Por Jéssica García / Noticaribe
MÉRIDA, MX.- Con las actividades económicas que detonaría el Tren Maya en los diversos puntos de la Península de Yucatán, investigaciones de Pronatura afirman que sí se corre el riesgo de que especies como el jaguar, puma, ocelote, tigrillo y jaguarundi, pierdan población, pues las zonas de mayor grado de conservación son aledañas a la ubicación de las vías del tren.
Sobre este tema, el doctor Anuar Hernández Saint Martín, responsable del Programa de Conservación de Felinos y sus Presas en Pronatura Península de Yucatán, indicó que han identificado seis zonas en las que se registra presencia de dichas especies, las cuales se podrían ver afectadas con el desarrollo de este megaproyecto.
Fue a través de un taller en el que participaron más de 50 especialistas donde se identificaron seis Unidades de Conservación de Jaguar y Ungulados (UCJU) las cuales se encuentran en el macizo forestal desde el norte de Quintana Roo hasta Sian Ka’an; el complejo de Calakmul, Balamkú y Balamkax; la región de la Laguna de Términos; el Palmar; la Sierra de Puuc en Yucatán, Dzilam de Bravo y Río Lagartos.
El especialista detalló que estos sitios son muy grandes y que sirven como unidades geográficas de conservación.
“Una vez identificados estos sitios sabemos que son áreas que necesitamos mantener unidas o conectadas, pues en donde hay conexión llevamos a cabo acciones específicas para mantener la especie”, señaló.
No obstante, calificó al Tren Maya como un tema particular, porque a pesar de que muchos de los puntos por los que pasarán las vías ya cuentan con infraestructura, lo que no se ha expuesto es que se corre mayor riesgo con las actividades socioeconómicas que se van a detonar cuando el proyecto comience a estar activo.
“Las actividades que se van a detonar pueden provocar que empiece a ocurrir cambios de uso de suelo en diferentes sitios, sin embargo, lamentablemente se está reduciendo el impacto ambiental solamente a la presencia de las vías en la zona”, apuntó.
Las UCJU que hallaron sí se encuentran cerca de algunos puntos por donde pasaría el tren
“Se ha detectado que en muchos de estos sitios ya existe una vía y al ser una vía con poco uso, actualmente está rodeada de vegetación y por lo tanto hay felinos”, puntualizó.
No obstante, desde su colaboración, señaló que buscarán implementar estrategias en las que sea posible trabajar con las comunidades cercanas para que se formen figuras de conservación de tierra, que es así como surgen las Áreas Naturales Protegidas (ANP).
Asimismo, Hernández Saint Martín aseveró que estarán al pendiente de que los proyectos turísticos que se detonen no vayan en contra de la conservación biológica y los podrían orientar para desarrollar actividades sustentables.
“Se puede tratar de implementar actividades económicas sustentables, formas que les permitan a las personas tener un modo de vida, conservar la biodiversidad y volverse resilientes a la presencia del tren, pues somos firmes creyentes de que las acciones de desarrollo se pueden realizar en armonía con la naturaleza”, comentó.
En este sentido, agregó que otras de las amenazas que presentan estas especies es la disminución de población de sus presas debido a la cacería desmedida, pues venados, armadillos, tejones, mapaches, tapires, entre otros, también son de consumo humano.
Además, ante la falta de alimento en su hábitat, los felinos se acercan a zonas pobladas en donde luego se registran ataques a ganado equino y bovino, incluso hasta perros domésticos.
Cabe señalar que la Península de Yucatán concentra cinco de las seis especies de felinos en todo México, ya que el Gato Montés se ubica en la zona del Istmo de Tehuantepec.
Sobre el trazo del proyecto del Tren Maya, en un estudio publicado en marzo de 2019 por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), se observó que la ruta cuenta con una gran diversidad biológica y cultural, además de innumerables cuerpos hídricos subterráneos como cenotes.
En ella se encuentran 49 zonas arqueológicas bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia; 15 áreas naturales protegidas de carácter federal; 20 áreas naturales protegidas de carácter estatal; 24 humedales reconocidos como sitios Ramsar y 24 áreas destinadas voluntariamente a la conservación.