La Fiscalía maquilla las cifras: La Voz de los Desaparecidos (Puebla)
Eduardo Cabrera / El Popular
En julio pasado, el hallazgo del cadáver de un delegado de Gobernación destapó una cruda realidad en Puebla. Autoridades reportaron lo que sería la fosa clandestina más grande en el estado, en el que se extrajeron alrededor de 20 cuerpos de un pozo de Huejotzingo.
Hasta la fecha no hay datos oficiales sobre el reconocimiento de fosas clandestinas en el estado; mientras que los datos sobre cadáveres levantados discrepan entre la Fiscalía General del Estado (FGE) y el Servicio Médico Forense (Semefo).
Por medio de solicitudes de información, la Fiscalía reportó que entre 2018 y la primera mitad de 2019, se levantaron alrededor de 138 cuerpos sin identificar. Esto discrepa con los datos del Semefo, pues en el mismo periodo contó hasta 208 cadáveres, una diferencia de 70 cuerpos.
María Luisa Núñez, líder del colectivo “La Voz de los Desaparecidos”, teme que la misma Fiscalía poblana “maquille las cifras”, para que las autoridades sigan vendiendo un estado seguro.
“Siempre tratan (las autoridades) de ocultar las cifras reales. Sí, desgraciadamente la realidad ya nos rebasó. Mientras ellos sigan ocultando la verdad, nunca van a encontrar una solución.”
En el caso de las fosas clandestinas, colectivos empeñados en la búsqueda de personas han encontrado resistencia de las autoridades para que les permitan indagar sobre los cadáveres extraídos, con la esperanza de encontrar a sus familiares.
La activista denunció que en el caso de Huejotzingo se tuvo el conocimiento de la extracción de 20 cuerpos, y que el Semefo de la capital poblana sólo registró el ingreso de siete cadáveres.
“Nuestra preocupación es qué hicieron con los demás; sabemos que la misma fiscalía se deshace los propios cuerpos para maquillar y encubrir las cifras,” lamentó.
Tras el hallazgo de la fosa en Huejotzingo, este medio contabilizó que en los últimos 19 meses se han detectado nueve fosas clandestinas en el estado, de las cuales se han desenterrado 47 cadáveres, la mayoría con signos de tortura.