Acusan racismo en muerte de migrante haitiano

La muerte de un migrante haitiano detenido en el centro migratorio Siglo XXI, en Tapachula Chiapas, refleja la desatención de le nueva política migratoria gubernamental

Texto y foto: Arturo Contreras Camero/ PIE DE PÁGINA

La muerte de un migrante haitiano detenido en el centro migratorio Siglo XXI, en Tapachula Chiapas, refleja la desatención de le nueva política migratoria gubernamental

Texto y foto: Arturo Contreras Camero

La muerte de Maxene Andre, migrante de origen haitiano, de 34 años, al interior de la estación migratoria Siglo XXI, en Tapachula, Chiapas, es una muestra de la xenofobia y el racismo que está levantando la nueva política migratoria de México, acusó en entrevista Wilner Metelus, director del Comité ciudadano de defensa de los naturalizados afro en México.

“Nuestros hermanos haitianos reciben bastante discriminación, y no solo por ser migrantes”, acusa.

Este miércoles, organizaciones civiles que apoyan a migrantes en el sur del país dieron a conocer la muerte del migrante a través de un comunicado de prensa. El diario La Jornada obtuvo la confirmación del deceso por parte de la Secretaría de Gobernación, sin embargo, hasta el momento no ha habido un posicionamiento oficial del gobierno.

De acuerdo con testimonios de los migrantes al interior del centro migratorio, Maxene Andre ingresó en buen estado de salud al centro migratorio, en el que permaneció más de 15 días hasta que finalmente murió.

“Él estuvo casi 20 días en una celda con temperaturas de 35 a 40 grados centígrados, con carencias alimentarias muy graves y ninguna atención médica”, relata Metelus.

De acuerdo con el activista, la muerte de Maxene André es una muestra del racismo que existe en contra de los migrantes afro.

“Nosotros tenemos reporte de niños haitianos nacidos en Tapachula —lo que de facto los vuelve mexicanos— que no son atendidos por ninguna institución. Van al hospital y no tienen identificación, entonces no los pueden atender. Y no tienen identificación porque sufren de mucho rechazo. Muchos están enfermos”, asegura.

El pasado 30 de julio, la Canaco de Tapachula emitió un comunicado en el que pedía que no se utilizaran unas antiguas instalaciones de Pemex para albergar una sede de Comar.

“La semana pasada, la Cámara de Comercio de Tapachula (Canaco) y un sector de la sociedad civil hicieron manifestaciones para que Comar (la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) quitara su oficina en Tapachula”, cuenta Metelus. “Según los representantes de la cámara de comercio, hoy en día hay problemas de inseguridad y hay muertos, la economía está estancada por culpa de los migrantes, lo que es completamente falso”.

Otro caso de racismo se dio hace un par de semanas, cuando se filtró una conversación de celular entre funcionarios federales en el que la procuradora Federal de Protección a Niñas Niños y Adolescentes, Martha Yolanda López Bravo, llamó caníbales a los migrantes de haití. A pesar del escándalo, la funcionaria sigue en su cargo.

Después de que la Procuradora federal de protección a la infancia llamó “caníbales” a migrantes afrodescendientes, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Conapred) la emplazó a no repetir comentarios excluyentes.

De acuerdo con Wilner, el Conapred debería estar levantando la voz para prevenir este tipo de situaciones. “Desde que el gobierno mexicano empieza la campaña nueva de migración, casi no haya atención a migrantes, menos a los haitianos”, acusa Wilner.

El junio, después de la amenaza de cobro de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos, México implementó una nueva política migratoria, que de facto ha significado aumentar la vigilancia de los pasos migrantes a través de la Guardia Nacional y fortalecer los retornos y deportaciones.

Centros de detención mortales
Desde hace varios años, diversas organizaciones de protección a migrantes han denunciado las inhumanas condiciones en las que viven los migrantes que son internados en estos centros de detención, que pueden llegar a ser peor que cárceles.

“Es horrible las condiciones en las que están. Son situaciones muy deplorables, casi infrahumanas. Hay haitianos que tienen más de dos meses hacinados ahí dentro”, relata Wilner Metelus.

De acuerdo con los testimonios de otros migrantes en el centro de reclusión, Maxane Andre pidió atención médica, pero nunca llegó.

“El presidente dice que hay campañas de atención al interior de los centros, pero no es cierto. El joven murió en su celda. Hay más migrantes enfermos en sus celdas”, recrimina Metelus.

Las condiciones de los migrantes en el país, fuera de las estaciones migratorias, tampoco mejoran, advierte el entrevistado.

“Hay personas que están viviendo afuera, rentando cuartos. Viven de 10 a 15 haitianos en un cuarto, porque nadie les da un trabajo y porque no tienen dinero para rentar algo más grande”.

La precaria situación de los haitianos
Desde el terremoto que devastó Haití en 2010, el gobierno de Estados Unidos abrió un Estatus Temporal de Protección que permitió el ingreso de miles de haitianos a ese país. Sin embargo el programa terminó en 2017, lo que dejó a Miles de haitianos varados en México.

Desde entonces, hay campamentos de haitianos en la frontera sur y norte del país. Y con la nueva política migratoria de México, las deportaciones de estas personas ha incrementado.

“De abril a la fecha han deportado a 330 haitianos. Los que están ahorita, que están haciendo sus trámites son 480 haitianos y africanos. En Tamaulipas han 250 esperando sus trámites y en Chihuahua hay otros 60. Ellos están varados. No tienen apoyo. Algunos piden agua en las calles, por la precariedad que tienen. Están viviendo en las calles”, dice Wilner Metelus.

Según informa el activista, las autoridades mexicanas dicen que en el centro migratorio Siglo XXI hay 15 haitianos recluidos, pero en realidad hay más de 200.

Wilner y el comité ciudadano del que forma parte exigen una investigación profunda de las causas de la muerte de su connacional. Además de la destitución del responsable del INM en Tapachula.

Además, solicitan la liberación de todos los migrantes encarcelados en centros de detención, no solo en Tapachula, sino también en Veracruz; además de que se detengan la deportaciones, pues Haití no es un país con la capacidad de recibir a migrantes retornados.

“Yo creo que esta es una alerta, no sabemos cuántos otros hermanos mueren en este país. Podría ser una tragedia mayor. Podría haber más muertos”, concluye.

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