Marines arrestados en EEUU por tráfico de migrantes, también son acusados por uso de narcóticos
PROYECTO PUENTE/ SIN EMBARGO
La detención de dos infantes de marina de Estados Unidos acusados de tráfico de migrantes acentúa la preocupación de que grupos criminales en la frontera entre México y Estados Unidos estén tras los soldados estadounidenses, ofreciéndoles dinero fácil por actuar como coyotes.
Los infantes de marina fueron arrestados el 3 de julio luego de que agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieran su vehículo en una autopista de California, cerca de la frontera entre México y Estados Unidos. Sentados en el asiento trasero iban tres migrantes que habían ingresado ilegalmente al país, según una denuncia penal federal a la que tuvo acceso el New York Times.
La información obtenida de los dos soldados, asignados a Camp Pendleton, a solo 90 kilómetros al norte de la frontera mexicana, llevó al posterior arresto de 18 infantes de marina y un marinero en la base militar. Se los acusa de varios delitos, desde tráfico de migrantes hasta infracciones por uso de narcóticos, según Associated Press.
Este no es el primer caso de participación de personal castrense estadounidense en redes de tráfico de migrantes.
El año pasado, cuatro soldados activos asignados a Fort Hood, Texas, fueron condenados por tráfico de migrantes en un punto de inspección fronterizo. Los migrantes estaban ocultos bajo equipo militar.
También en 2018, un Centinela de la Guardia Nacional en California fue sorprendido transportando migrantes mexicanos ilegales cerca de San Diego.
Dos soldados se declararon culpables en 2016 de transportar a un par de migrantes indocumentados en la parte trasera de su vehículo para pasar un punto de control fronterizo en Falfurrias, en la frontera entre Texas y México.
En la mayoría de los casos, los soldados no tenían una función activa en el patrullaje de la frontera estadounidense con México. La Protección de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos, que incluye la vigilancia fronteriza, es la fuerza que protege todas las fronteras estadounidenses, aunque en el pasado se han desplegado Centinelas de la Guardia Nacional e infantes de marina en los límites entre México y Estados Unidos.
Las recientes capturas muestran que los soldados y otras autoridades estadounidenses en la frontera son atractivos como aliados para los grupos criminales que participan en el tráfico de migrantes.
Un vocero de la Patrulla Frontera de Estados Unidos declaró a AP que “las redes de coyotes han estado tentando a soldados, agentes de policía, agentes de la Patrulla Fronteriza y otros para que trabajen con ellos como conductores”, pues es menos probable que se detenga e interrogue a una figura militar al volante de un camión.
Para algunos puede ser difícil resistirse al dinero fácil. Uno de los infantes de marina acusados de tráfico de personas declaró que le ofrecieron US$1.000 por recoger a los migrantes, según la denuncia federal. La mayor parte de los detenidos en Camp Pendleton, base localizada en una conocida ruta de tráfico de migrantes, eran infantes de marina subalternos enlistados, según se dijo, cuyo salario por lo general oscila entre US$2.000 y US$3.000 mensuales. Pero incluso ese señuelo puede fallar, pues muchas veces los coyotes prometen más dinero por más viajes, pero nunca pagan, señaló AP.
También existe la preocupación de que la política migratoria estadounidense esté exacerbando el problema. Las medidas duras en la frontera, implantadas por la administración del presidente Donald Trump han llevado a aumentar los cobros a los migrantes por coyotaje y los trayectos por zonas más peligrosas.
Como resultado de eso, los grupos criminales pueden estar buscando cualquier ventaja posible, y la complicidad de un agente estadounidense sería algo muy valorado.
Por esta razón, es posible que las autoridades quisieran que otros infantes de marina estuvieran muy enterados de las detenciones en Camp Pendleton, pues las capturas se hicieron cuando los soldados se reunieron en formación.