Semarnat asegura que nueva presa de Grupo México en Bacanuchi, Sonora cumple normas; habitantes no se convencen y exigen seguridad
Priscila Cárdenas/ PROYECTO PUENTE
A un mes de cumplirse 5 años del derrame en el Río Sonora los habitantes de las comunidades afectadas siguen con miedo y en pie de lucha.
Hoy además de justicia y remediación de daños ambientales quieren evitar que la tragedia se repita, pues Grupo México construyó en Bacanuchi una presa -el doble de grande de la de Cananea- de almacenamiento de desechos tóxicos.
Como este proyecto se hizo sin ni siquiera dar aviso a las comunidades, un grupo de habitantes interpuso en 2016 un amparo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Fue en septiembre de 2018 cuando la SCJN emitió un fallo que fue considerado histórico al determinar que los pobladores habían sufrido una violación a sus derechos humanos, pues no fueron informados por Grupo México del proyecto.
Por este motivo la Corte obligó que la gente participara, por lo que este viernes 5 de julio a las 11:00 de la mañana autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales acudieron a Bacanuchi a exponer el caso y oír a los habitantes.
“La presa ya está construida, el problema es que no se cumplió el derecho de la población a que estuvieran informados, que sepan cómo fue la autorización y escuchar las preocupaciones de las personas”, comentó Cristina Martín, titular de coordinación de delegaciones de SEMARNAT.
Durante la reunión se explicó que la nueva presa tiene una capacidad de 65,350,645.36 m2 y un vaso de almacenamiento de 3,326 hectáreas, así como una vida útil de 48 años.
Al finalizar la exposición que duró una hora, en la que personal de SEMARNAT hizo hincapié en que el proyecto “cumple con las normas mexicanas” los habitantes expresaron sus inconformidades.
A la hora de la sesión de preguntas y respuestas los pobladores destacaron que para ellos la obra representa una amenaza pues en caso de que la tragedia se repita los estragos serían mayores; la nueva presa tiene capacidad de contener 51 mil veces más desechos tóxicos que los derramados el 6 de agosto del 2014.
Entre las que alzaron la voz estuvo María Elena Bustamante. La mujer originaria de Bacanuchi comentó no estar tranquila y tener temor, pues además de la presa cambiaron la carretera y hoy el trayecto es más largo.
“El reclamo es que den a conocer lo que Grupo México está haciendo, no estamos tranquilos” comentó.
Juan Flores, otro de los pobladores, manifestó que lo que más le preocupa es el tema de la salud. “Se dice y menciona que el derrame de 2014 se debió a un tubo y a un descuido, mi pregunta es ¿qué nos asegura a nosotros que no habrá otro accidente?”.
Entre las inconformidades generales de las personas estuvo que la exposición de Semarnat estuvo plagada de tecnicismos que les impedían comprender correctamente el tema.
Por su parte el doctor Óscar Pineda, representante de la organización Project Poder, aportó algunos datos obre el tema, como que las dimensiones de la nueva presa “equivaldrían a 4 mil 157.5 canchas de beisbol y su capacidad de contención sería la de 102 millones de pipas de 20 mil litros de desechos tóxicos”.