Colectivos Semillas y Descolonizar Este lugar (DTP): historias de resistencias y de lucha por la vida desde Nueva York
Colectivo Grieta, 16 junio.
Así como el sistema capitalista intenta imponer su lógica en todo el mundo, las resistencias nacen y se fortalecen. En tiempos en que la tormenta capitalista comienza a arreciar florecen experiencias organizativas de lucha que se oponen a este sistema de muerte y destrucción. Historias de mujeres, hombres, niñ@s y otroas que de manera colectiva han decidido plantarle cara a la bestia capitalista se tejen en uno de los centros económicos más importantes de nuestro planeta: Nueva York.
En este lugar el desprecio, despojo, explotación y represión son la constante, y frente a ello existen personas, colectivos y organizaciones que resisten. Ejemplos de ello son el Colectivo Semillas y Descolonizar este lugar (Decolonize This Place o DTP). Ambos luchan en contra de la discriminación y el avance sin tregua de la deshumanización capitalista construyendo espacios de organización colectiva de las diferentes formas de resistencia y lucha en NY.
Semillas es una colectiva que se define a sí misma como feminista Chicana-Mexicana, que une al arte y la sanación como estrategias de descolonización. Sus proyectos, explican, se enfocan en dar luz sobre lo que está pasando específicamente en México. Su trabajo y acciones se han enfocado en el Plan Mérida y la lucha por la justicia para los normalistas de Ayotzinapa y sus familias, y más recientemente con lo que está pasando en la frontera con las y los migrantes, todo esto caminando con el CNI y con Marichuy, “siempre tratando de implementar el modelo zapatista”.
Otra lucha en la ciudad de Nueva York es la del Colectivo Descolonizar este lugar (Decolonize this place, DTP). Ellas y ellos, tod@s afroamericanos, comentan que su trabajo consiste en conectar diferentes luchas, como la autonomía y la de los pueblos originarios del mundo, la liberación negra, la liberación de Palestina, el movimiento global de trabajadores migrantes que son despojadas de sus tierras y se tienen que ir a otros países, el desplazamiento de las personas de las ciudades como Nueva York, y la lucha antipatriarcal. Ell@s ven que estas luchas son puntos sobre los cuales gira la organización del colectivo, lo que les ha ayudado a conocer y reconocer la historia de cada una de ellas y la suya propia como comunidades de color en Nueva York.
Para organizarse, los compañeros de estos colectivos se han enfrentado a obstáculos que también comparten otras organizaciones alrededor del mundo: primero, que la gente no tiene tiempo; el segundo es la represión y la brutalidad policiaca; el tercero son los recursos limitados pues “cuando haces lo que te dice el sistema, trabajas duro y ahorras y haces todo lo que tienes que hacer y aún así no te puedes movilizar porque de todos modos te van a desplazar, de todos modos te va a matar la policía”
Ante este panorama, los colectivos se han preguntado ¿cómo podemos seguir organizando o continuar resistiendo de una forma más efectiva? “Intentamos aprender de los zapatistas”, dicen, practicando diferentes modos de construir algo más fuerte. Saben que “hacer esa construcción lleva más tiempo, pero el mismo proceso de escucharnos es también lo que nos fortalece(…) Con el tiempo hemos encontrado formas estratégicas de señalar algo específico que está pasando; convocar a otros colectivos y personas a colaborar, a llegar, a darle visibilidad a una injusticia. Lo que hacemos, porque estamos pensando en el proceso de descolonización, es elegir un lugar cultural importante o significativo”. Por ejemplo, cuentan su experiencia en una acción organizada en el Withney Museum contra uno de sus fundadores, Warren Kanders, quien es un reconocido filántropo que “está financiando las bombas en Palestina, así como lo que está pasando en la frontera”. Se enfocaron en él e hicieron una campaña de denuncia, a la que convocaron a otr@s a ocupar este espacio, “descolonizando este museo hablando de lo que en realidad está pasando”. Esta acción tuvo un gran impacto en la prensa, lo que consideran importante pues permite que los ecos de la organización se extiendan por Estados Unidos, y que algunas instituciones rechazaran el dinero de esta persona.
En otra ocasión ocuparon el Museo Americano de Historia Natural y tomaron las salas para hablar a los visitantes de la historia de las diferentes comunidades que viven en NY. “Ese museo es un espacio en donde muchos niños van y aprenden esa historia colonial y no la verdad, entonces nosotros ese día contamos la verdad, que nosotros todavía existimos y aquí estamos”.
Los medios han dado un seguimiento importante a este tipo de acciones, lo cual consideran que “también nos apoya a nosotros que formamos parte de la Red de apoyo del CNI y del EZLN”. “En NY hay muchos grupos que se consideran activistas. Esto nos ayuda porque las luchas están aisladas, a veces no estamos tan unidos, entonces nosotros tratamos de buscar espacios como estos lugares que representan cierto poder y lo tomamos, reclamamos el espacio. Abrimos ese espacio y simplemente convocamos para que lleguen todos a unirse a luchar contra el mismo opresor. Ese es un enlace, todas las luchas están conectadas porque el enemigo es el mismo, y eso nos hace pensar en la liberación colectiva de todos”.
Estas acciones, sin embargo, también han despertado la necesidad de definiciones pues, explican, “la identidad chicana es una postura política donde nunca nos ha impresionado AMLO o Morena porque hemos mirando a las Hillarys y los Obamas, sabemos cómo se ve este monstruo que se hace pasar como liberal, que parece muy del cambio pero que están sosteniéndole la mano al capitalismo, al neoliberalismo”.
Desde Nueva York, dicen, “lo que nosotros estamos tratando de hacer, no solamente es internacionalizar y globalizar la solidaridad. Es encontrarnos con otros y entender juntos la realidad de lo que está pasando, y que no podemos ver y entendemos la severidad de lo que está pasando, ahora en este momento, que este es un momento especial en nuestra historia, porque es posible que nosotros podamos romper con la lógica del capitalismo en la forma que el capitalismo nos está rompiendo y destrozando a nosotros (…)Tenemos que tomar acuerdo de cómo queremos vivir y de que nuestras comunidades sobrevivan”