Exigen justicia y seguridad tras asesinato de dos hermanos en El Seco, Puebla
Antonio Rivas / Tribuna Noticias
PUEBLA, México.- Amigos, familiares y vecinos de Carlos N y Marco N, de 18 y 21 años, los hermanos que fueron asesinados a disparos la semana pasada en el municipio de San Salvador El Seco, realizaron una marcha pacífica, para exigir a la autoridad local les brinde seguridad y colabore con las investigaciones del caso, pues hasta el momento no hay avances o algún indicio del móvil.
En entrevista para Tribuna Noticias, Cristian Flores Guerrero, amigo de los finados y organizador de la movilización, mencionó que hasta el momento el gobierno de El Seco, encabezado por Irene Marina Aguirre Rojas, no ha sostenido diálogo con la población que le ha solicitado mayor seguridad, ni con los deudos.
También lamentó que la edil no ha colaborado en las investigaciones que permitan dar con el paradero de los responsables del doble crimen y que hasta el momento no se ha acercado con la familia para ofrecerles apoyo.
Los hermanos
Recordó que los hermanos formaron parte del grupo de instructores de baile que él encabeza y que siempre fueron jóvenes apartados de vicios y comprometidos con el deporte.
Flores Guerrero, detalló que en la marcha participaron más de 400 personas quienes se sienten inseguras en su municipio y exigieron a las autoridades darle celeridad al esclarecer el caso.
La marcha
El contingente salió de la clínica del IMSS de El Seco, avanzó por la carretera Vía Xalapa y concluyó en el zócalo del municipio donde se realizó un mitin.
A la par se llevó a cabo un partido de futbol soccer, donde se rindió un homenaje, el cual estuvo encabezado el señor Leoncio (padre de los finados), quien jugó las posiciones de Marco y Eduardo.
Cabe recordar, que la noche del pasado domingo los jóvenes caminaban sobre la calle 5 Poniente, entre 9 y 11 Sur, del barrio de Xilotepec, cuando frente a la Bodega Aurrera, fueron privados de la vida a disparos por sujetos desconocidos.
Los hermanos se dirigían a tomar el autobús que los trasladaría a la ciudad de Puebla, donde tenían varios meses radicando, cuando ocurrió el ataque. Sólo los fines de semana viajaban a San Salvador El Seco, para jugar futbol en la liga local y para visitar a su familia.
Hasta el momento las autoridades ministeriales no han ofrecido información de dicho caso.
