En Sonora 56 plantas en riesgo de extinción por exploraciones mineras, ampliación de carreteras y desarrollos turísticos
En Sonora, existen 56 especies de plantas que se encuentran en riesgo de extinguirse, incluso las que están bajo una protección especial, como el pinabete, guayacán, mangle blanco y la palma de la virgen.
Las exploraciones mineras, la ampliación de carreteras, los desarrollos turísticos, el desmonte, las tradiciones y las costumbres o creencias, forman parte de las prácticas que han puesto bajo amenaza a 56 de las más de 3 mil 600 especies que integran parte de la biodiversidad en la entidad.
Alf Enrique Meling López, especialista en el área de Ecología Vegetal, Costera y Marina e integrante del cuerpo de investigadores de la Universidad de Sonora en el Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Dictus), comentó que especialmente en los pueblos indígenas, las plantas son utilizadas como sustancias medicinales.
Si bien es cierto que, tanto las plantas como los animales forman parte importante del consumo de alimentos del ser humano, es sobre todo en estos lugares donde también se usan en ceremonias y como parte de curaciones.
Aunque la mayoría de los integrantes de estos pueblos no hacen uso de las plantas sin antes pedir permiso a la tierra y mostrar su respeto, la realidad es que se pone en riesgo su preservación.
En la ciudad, es la desinformación un factor de riesgo aún mayor. El ciudadano desconoce a las especies, las confunde o las usa como un producto que genera ingresos económicos, por ejemplo los cactus que ahora son vendidos como parte de una decoración.
“Piensan o creen que son medicinales y arranca toda la planta, la destruyen y vienen a la ciudad a venderlas o ya la mataron. También es parte del desconocimiento. El morbo también juega un papel muy importante, por ejemplo el peyote ya está casi desaparecido del ambiente natural. Hay muchas plantas tóxicas y que tienen ese tipo de sustancias, hay gente que sabe porque lo hizo en su estado o en su país y como aquí hay muchas especies que se parecen, van por ellas”.
Las especies predominantes en la entidad, del grupo de 3 mil 600, son los zacates, las leguminosas, espinosas y cactáceas y, aunque no todos, algunos integrantes de la familia de los cactus sí están en riesgo de desaparecer.
Meling López detalló que el proceso de reproducción de una planta es mucho más fácil que el proceso que se debe seguir para reproducir a un animal.
“Se pueden reproducir por semilla o por clon, a través de un podito que se pone en la tierra, da raíz y se reproduce, mientras que los animales tienen que ser por reproducción sexual. Es una de las ventajas que tienen las plantas y uno puede a ir al monte e agarrar el trozo y poderla reproducir, aunque no siempre se va a dejar”.
Dentro de las especies de plantas, y dentro de una cadena de protección existen familias de árboles que dan sombra y cuidado a otras especies más pequeñas.
Por ejemplo, un solo árbol Palo Fierro mantiene protegidas a 165 especies; de no haberse implementado una ley de protección bajo la norma NOM-059-SEMARNAT- 2010 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, estarían en riesgo de desaparición no solo una, sino 166 especies en total.
La deforestación, el agua de lluvia que cae en otros lugares o llega como tormenta produciendo una erosión y otros factores climáticos influyen también en que los ecosistemas corran el riesgo de alterarse por la desaparición de una o varias especies dentro de las familias de plantas.
El especialista señaló que es importante impulsar temas de concientización y sensibilización ambiental desde los primeros niveles de educación, donde no basta con impartir temas sin abundar ni profundizar en ellos.
“Yo creo que en los programas escolares debería haber mucho de eso, pero la gente ahorita no entiende”, compartió.
Lista completa de las especies en amenaza dentro del territorio sonorense:
El pinabete, de la sierra de los Ajos y el Tigre; tres especies del agave parviflora en Mayocoba, de Mátape a Moctezuma y en el sur de Arizona; agave polianthiflora en Yécora; amourexia palmatifida o la saya; avicennia germinans o mangle negro en la costa del Golfo de California hacia Puerto Lobos; la brahea nítida al este y sur de Sonora.
Mangle de la especie conocarpus erecta, al sur de Sonora; crusea coronata al este y sur de la entidad; cupressus lusitanica en Yécora; dioon edule o la palma de la virgen en el área de Álamos; echinocereus bristolii y echinocereus lauii cerca de Soyopa y al suroeste de Mayocoba.
Echinocereus leucanthus al sur de la entidad y Sinaloa; echinocereus subinermis en la sierra de Álamos; eichhornia azurea en los canales del sur de Sonora; cactus echinomastus erectocentrus var. acunensis del desierto cerca de Sonoyta.
Echinomastus interextus cerca de Agua Prieta; Erythea aculeata al sur de Sonora; ferocactus cylindraceus al noreste de la entidad; galium pilosum, guaiacum coulteri en bosque de la sierra de los Ajos y en el desierto sonorense, respectivamente; hamatocactus uncinatus en Caborca; juglans major al noreste.
Lagunacularia racemosa; lilium parryi en la sierra de Los Ajos; litsea glaucescens al este; mamillaria boolii al oeste; mammillaria hertrichiana; mammillaria johnstonni al oeste; mammillaria marksiana, mamillaria miegiana, mammillaria saboae en el sur y este de Sonora.
Mammillaria yaquensis al sur; manfreda palifolia al sureste; olneyta tesota al centro y noroeste; oserya coulteriana al sur; ostrya virginiana al norte; peniocereus greggi; peniocereus marianus; pinus flexilis al este y noreste de Sonora; psilotum complanatum al noreste de Álamos; rhizophora mangle; rumex orthoneurus en la sierra de los Ajos.
Sabal uresana al este-centro hacia el sureste de Sonora y en la región de San Carlos; selaginella porphyrospora; smilacina racemosa y smilacina stellata, ambas en la sierra de los Ajos; tabebuia chrysantha.
Tabbeuia palmeri o amapa morada; thermopsis montana, una hierba perenne; tilia mexicana; trifolium wormskioldii; tripsacum zopilotense; yucca grandiflora y zigadenus virescens.