Retumba en Tamaulipas y en todo México el clamor de las madres que buscan a sus hijos
Gaceta
Ciudad de México.- Miles de madres de víctimas de desaparición forzada se reunieron este viernes las calles de esta ciudad y de varios estados del país para exigir que las autoridades actúen para encontrar a sus seres queridos y sancionen a los responsables de estos delitos, pues de lo contrario el fenómeno de las desapariciones seguirá ocurriendo.
Como en varias ciudades del país, en Victoria la marcha inició en la Plaza Hidalgo y culminó en la Plaza Juárez, donde en compañía de Guillermo Gutiérrez Riestra clamaron por enésima vez porque se haga justicia y por lo menos se haga un esfuerzo por buscar a sus familiares desaparecidos.
Aquí en la Ciudad de México, luego de realizar por octavo año consecutivo una marcha desde el Monumento a la Madre, las organizaciones de familiares de personas desaparecidas -provenientes de 20 estados de la República, incluidas de Tamaulipas- externaron su enojo e indignación por la nula eficiencia de las indagatorias sobre estos casos, pero también su dolor por no saber nada de sus hijos, esposos, hermanos y padres.
“Desde que nos desaparecieron a nuestros seres queridos, vivimos el horror. La vida de nosotros se ha hecho locura, se trastocó. Pero hemos sobrevivido por el amor: amamos profundamente a nuestros hijos e hijas y por eso no nos cansamos de buscarlos”, señaló una representante del Comité Eureka.
Luego de recordar que el primer caso documentado de desaparición forzada ocurrió en mayo de 1969, hace ya medio siglo, la mujer subrayó que “nuestro dolor se ahonda en este México donde el Estado no existe, está ausente o es criminal. Este Estado ineficaz no tiene metodologías (de investigación) claras ni adecuadas; no investiga para encontrar a las personas desaparecidas, sólo abona a una gran nube de impunidad”.
Por su parte, una madre originaria de Honduras manifestó -a nombre de los familiares de migrantes desaparecidos durante su paso por México- que las autoridades mexicanas han demostrado su incapacidad para lidiar con este fenómeno.
Debido a ello, exigió que las autoridades revisen y fortalezcan los sistemas de búsqueda de víctimas, apliquen la Ley contra la Desaparición Forzada y Cometida por Particulares, y acepten la competencia del Comité de Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas, para que pueda aceptar casos individuales.
Por su parte, el obispo de Saltillo, Raúl Vera, enfatizó durante su mensaje que los miles de casos de desaparición que hay en el país son responsabilidad de una serie de “gobiernos criminales” que han recurrido a este crimen de forma deliberada, para usarlo como una herramienta de control social.
“Esto de las desapariciones forzadas y la impunidad en la que se les mantiene es deliberado, para tenernos paralizados y aterrorizados, porque se han dedicado a vender este país”, subrayó el religioso.
De su lado, Jan Jarab, representante en México de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, indicó que el 10 de mayo, en vez de ser un día de alegría, se ha convertido en una jornada de movilizaciones, “producto de la tragedia que enfrenta México en materia de desaparición”.
Actualmente, dijo, hay algunas señales positivas del gobierno federal, como el reconocimiento de la dimensión del problema, por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, y el relanzamiento del Sistema Nacional de Búsqueda y el cambio de actitud ante algunos casos emblemáticos.
Sin embargo, alertó que queda mucho trabajo por hacer, porque hay que construir un sistema de búsqueda en todas las entidades federativas, reducir la “nube de impunidad” y atender a las familias de las víctimas.
A la manifestación acudieron también las madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde septiembre de 2014, quienes reiteraron la exigencia de justicia para sus hijos.
Desde las 9 de la mañana, miles de personas comenzaron a reunirse en torno al Monumento a la Madre, portando mantas con la foto de sus hijos e hijas desaparecidas, y en medio de consignas como “dónde están, nuestros hijos, dónde están”; “hijo, escucha, hijo escucha, tu madre está en la lucha”; “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
La gran mayoría de los testimonios de las madres y padres de los desaparecidos coincidieron en la inacción de las autoridades de todos los niveles para encontrar a sus seres queridos y en el llamado para que la sociedad se involucre aunque no hayan padecido la desaparición de un familiar.
La movilización estuvo encabezada por algunas de las organizaciones que hace más de diez años comenzaron a realizar en el Día de las Madres marchas en demanda de la presentación con vida de todas las víctimas de desaparición forzada en el país, entre ellas las de Coahuila, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas.