A partir de hoy inicia plan de EU que reducirá abasto de agua del Colorado y Mexicali y SLRC (Baja California)
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Javier Cruz Aguirre,
Este día el gobierno estadounidense puso en marcha el plan para reducir el uso del agua del Río Colorado en una zona binacional donde habitan 40 millones de personas, entre ellas 3.2 millones que viven en el norte de los estados de Baja California y Sonora.
De acuerdo con el Acta H.R. 2030 del Congreso norteamericano que el Presidente Donld Trump firmó el martes 16 de abril, el Secretario del Interior David Bernhardt es el encargado de implementar a partir de hoy el documento que obliga a México a depositar, en calidad de ahorro, 51 millones de metros cúbicos anuales de agua en el Lago Mead, el mayor embalse artificial de los Estados Unidos que se ubica 48 kilómetros al sureste de Las Vegas, Nevada.
Esto es así porque el gobierno de Enrique Peña Nieto firmó, en septiembre del 2017, el Acta 323 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos que obliga a nuestro país a solidarizarse con cualquier Plan Binacional de Contingencia por sequía en la cuenca baja del río Colorado.
Este día, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó que habrá una reducción del líquido para México y Estados Unidos por la crisis de escasez.
Sin decir si el gobierno mexicano tiene un procedimiento de contingencia por la entrada en vigor del plan de emergencia norteamericano, explicó que “una vez que se resuelva el problema se podrían regresar los volúmenes para todas las entidades afectadas en ambos lados de la frontera.”
Una visión muy diferente es la que tienen sobre el “estrés hídrico” –como califica el Congreso y el gobierno de Trump a la sequía que se vive desde hace 10 años en la región de la cuenca del Colorado-, las seis entidades norteamericanas que se surten de agua del Río Colorado.
El 10 de diciembre del año pasado, Jeffrey Kightlinger, Administrador General del Distrito Metropolitano de Aguas del Sur de California (MWD por sus iniciales en inglés), anunció que los estados que se abastecen del río –Nevada, Nuevo México, Colorado, Utah y Wyoming, además de California– aprobaron un plan de contingencia por sequía “con la esperanza de garantizar que el Colorado abastezca de agua al suroeste del país durante una década.”
Ese plan, que permite a las agencias gestoras del recurso en los estados firmantes a tomar medidas apremiantes para utilizar menos agua de las reservas cruciales del río, que incluyen a los lagos Mead y Powell, es el origen al Acta H.R. 2030 que hoy entró en vigor.
Kightlinger se refirió al acuerdo regional como “un torniquete que comprará más tiempo para lidiar con desabastos futuros.” Y mencionó que el río abastece de agua a cerca del 25% de las ciudades y granjas del sur de California.
Este último dato es importante si se compara con lo que significa para México el Río Colorado. De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), 3.5 millones de personas se surten de él en los municipios de San Luis Río Colorado, Sonora, y Mexicali, Baja California.
Además, la Secretaría de Fomento Agrícola (Sfa) del gobierno de Baja California informa que son casi 210 mil hectáreas las que se habilitan para la agricultura de riego en los valles de San Luis Río Colorado y Mexicali, en donde al año se producen 500 mil toneladas de trigo con un valor comercial que supera los mil 900 millones de pesos.
Por su parte, el Consejo de Desarrollo Económico de Mexicali (Codem) señala que los 51 millones de metros cúbicos que México debe depositar en el lago Mead representan casi un cuarto del agua que cada año consumen el gobierno estatal, industrias, comercios, habitantes y los cinco municipios de Baja California y San Luis Rio Colorado, Sonora, juntos.
Y Filiberto Rubio, representante del Colectivo Plebiscito por el Agua de Baja California, apremió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a urgir al grupo de especialistas que, dijo en marzo al visitar San Luis Río Colorado, integraría para analizar el caso de la instalación del consorcio cervecero transnacional Contellation Brands en Mexicali, empresa que consumirá 20 millones de metros cúbicos de agua al año para fabricar cerveza de exportación del Grupo Modelo.
Marco Antonio Samaniego López, Doctor en Historia por el Colegio de la Frontera Norte (Colef) e investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), en un ensayo sobre el control del río Colorado como factor histórico, revela como se ha reducido el aporte del afluente al bajo delta y al Golfo de California, que es la zona que beneficia para México.
– “El río Colorado, a principios del siglo XX arrojaba 22 mil millones de metros cúbicos de agua; para mediados del siglo XX llegaban alrededor de 10 mil millones, y la cantidad oficial para su uso se limitó a 1,850 millones de metros cúbicos, cifra estipulada en el Tratado internacional de aguas de 1944.”
Esa cantidad es la que actualmente aporta el río, por lo que investigadores del Colef insisten, desde hace al menos una década, en que el gobierno de México debe implementar programas urgentes para buscar otras fuentes de suministro para el norte de Baja California y Sonora.
Por ejemplo, el Doctor Alfonso Cortez Lara, Investigador del Departamento Estudios Urbanos y del Medio Ambiente en El Colegio de la Frontera Norte, estimó en una publicación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt):
– “La palabra clave es combinación inteligente, hemos tenido muchas fallas por parte de los implementadores y no estoy señalando a nadie, pero los que hacen esto son: Comisión Nacional del Agua, Comisión Estatal del Agua, y las Comisiones Estatales de Servicios Públicos. Hay que saber tomar bien la decisión, está bien que hagamos un diagnóstico, pero hay que hacer un sistema tarifario lo más afinado posible, tarifas escalonadas y estudiadas de manera profunda, para que sean lo más justas y equitativas posibles.”
Y respecto a la tecnología, comentó:
– “Se ha hablado mucho que las plantas desalinizadoras son la solución, Yo puedo decir que no; las plantas desalinizadoras son una tecnología de las más caras, el 50% del costo de la producción de agua desalinizada del mar es la energía y en Baja California la energía es de alto costo, además que es contaminante, por cada diez litros de agua de mar, vas a sacar únicamente cuatro de agua potable, y seis de esos diez litros, son salmuera, que va a los suelos costeros o va a la zona marina costera, hay un impacto, porque hay una reconcentración de sales y yo no creo que haya suficientes estudios todavía como para determinar de qué tamaño es el impacto.”