50 estancias en Guanajuato cerraron por recorte; otras 30 están en riesgo
Derivado del recorte presupuestal del Gobierno Federal, 50 estancias infantiles ya cerraron y al final de mes podrían cerrar otras 30 que están en riesgo.
José Antonio Castro Murillo, AM León Guanajuato, 22 de Marzo
Guanajuato.- Al finales de este mes podrían cerrar hasta 30 estancias infantiles en todo el estado, sumando con esto 50 cierres en total, 15 de ellas en el municipio de León, detalló Georgina Ramos, representante de estancias en esta ciudad.
Un grupo de propietarias de estancias se reunieron con diputados federales y locales en el Congreso de Guanajuato, donde se planteó la posibilidad de que a nivel municipal se les puedan dar facilidades administrativas.
La propuesta, presentada por la diputada Alejandra Gutiérrez Campos,consiste en que los municipio podrían otorgar estímulos fiscales a las guarderías para generar que estos espacios logren tener un ahorro en su gasto operativo, a efecto de que este se vea reflejado en el costo del servicio que se le brinda a los niños.
En concreto propuesta es una disminución al servicios de agua, de recolección de basura y de permisos de Protección Civil. La reducción de los permisos serían en un 75% y en el caso del servicio de agua se ofrecería una pago exento de 25 metros cúbicos agua diarios, lo que significaría un ahorro de 25 mil pesos. Municipios ya analizan las propuestas.
Cierran por falta de recursos
La propuesta fue presentada por la diputada Alejandra Gutiérrez Campos, quien explicó que los municipio podrían otorgar estímulos fiscales a las guarderías para generar que estos espacios logren tener un ahorro en su gasto operativo, a efecto de que este se vea reflejado en el costo del servicio que se le brinda a los niños.
La representante de guarderías de León, Georgina Ramos, recordó que hasta febrero en León se había cerrado 15 estancias y se habló de un número similar en Celaya. Pero a nivel estatal son en promedio más de 50 centros de este tipo cerrados.
“Esto es un promedio de más de dos mil niños de los que ya dejaron de percibir este apoyo y claro que para finales de marzo se van a tener que cerrar”, dijo.
De hecho, señaló que hay municipios en los que desaparecieron de forma total las estancias infantiles San Diego de la Unión y Tarimoro, en donde había en total cuatro escuelas.
Mantienen esperanza
am entró a algunas de las 20 estancias que ya cerraron en León para ver las condiciones que guardan tras varias semanas de haber cerrado sus puertas. Libros, juguetes, mandiles, periqueras y hasta cepillos de dientes permanecen en estos sitios, simbolizando la esperanza de sus propietarias por brindar de nuevo servicio.
Entre la esperanza y la presión
Antonia había emprendido su estancia desde 12 años atrás en el Centro Histórico, y llegó atender hasta a 100 pequeños.
Desde 2018 se le redujo en apoyo federal y tuvo que empezar a portar de lo que obtiene en un taller de calzado que también es de su propiedad, pero para 2019, ese gasto fue mucho mayor y tras dos meses de cubrir más de la mitad de gastos operativos, decidió cerrar el lugar.
“A mí me gusta mucho estar con mis niños, atenderlos y estar con ellos. Todavía me ven en la calle y van y me abrazan”, narró ‘Toña’, como le conocen incluso los pequeños que atendía.
Lista para reiniciar
Desde el exterior y al recorrer los interiores de la guardería “Sueños y Sonrisas”, propiedad de Éricka Lira, se ven libros de registro de ingreso, mesas, colchonetas que están en su mismo sitio, pero no hay fecha para reiniciar actividad.
Erika decidió cerrar las puertas de su estancia ubicada en la colonia Nuevo León el pasado 6 de febrero, “no vi respuesta de los papás, en la última semana de enero les avisé que necesitaba que me apoyaran, yo cobraba una cuota de 150 y les dije que iban a ser 250, y a partir de ahí bajó”.
Vive en su propia estancia
ras 10 años de trabajar en su estancia “Alondra”, cerca de la colonia “Las Tiritas”, el pasado 4 de marzo Blanca Padilla tuvo que cerrar las puertas del lugar.
“Yo sé que los papás hacían un esfuerzo por dar su aportación y aun así me tocaba cubrir muchos gastos, entonces terminé por decidir que no podía estar yo aportando de lo mío”.
Para ahorrar de sus gastos, ella dejó la vivienda que rentaba y literalmente se fue a vivir a su estancia, y mientras tanto apoya a su esposo en el negocio que tiene él y tiene la expectativa de poder retomar su negocio.