30% de la población económicamente activa se encuentra en precariedad laboral extrema: CAM
El 30% de los trabajadores no tiene un contrato escrito
La mitad de los trabajadores no tiene acceso a los servicios de salud
Los salarios, reales y nominales, decrecen
El desempleo real en el país supera el 12%
Colectivo Grieta / Ciudad de México, 26 de Febrero de 2019
El capitalismo en México ha acentuado el desempleo, la pérdida de derechos laborales y la explotación según la ponencia presentada en el foro “Precarización laboral y exclusión educativa: desafíos de la juventud frente al nuevo gobierno”, por el profesor Luis Lozano Arredondo, del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM. Dijo también que la centralidad del trabajo en el proceso de acumulación ha llevado al capitalismo a emprender una ofensiva sostenida empeorando las condiciones laborales de los trabajadores. El foro, realizado en el Auditorio Ho Chi Minh de la Facultad de Economía de la UNAM fue organizado por la Red Universitaria de Apoyo al Consejo Indígena de Gobierno como parte la 1era Jornada Universitaria en Resistencia y Rebeldía contra la Continuidad Neoliberal.
Sin acceso a prestaciones sociales
En los últimos 14 años, el número de trabajadores sin contrato (y por tanto sin prestaciones) se incrementó de 13 millones 495 mil a 15 millones 922 mil. Esto quiere decir que casi el 30% de la población económicamente activa (la PEA en México son 55 millones de personas) se encuentra “en condiciones de precariedad laboral extrema, al no contar con ningún derecho, salvo el derecho a que los despidan” explicó el profesor.
Mencionó también que en México existen trabajadores que aún teniendo un contrato escrito han debido aceptar condiciones en las que no tienen derecho a la atención médica. Estos trabajadores eran 27 millones en 2005 y un poco más de 32 millones para el año 2017 lo que significa un aumento de 18.5% de trabajadores sin acceso a servicios de saluden en este periodo. Las cifras son resultado de las reformas laborales emprendidas por Felipe Calderón (2012) y Enrique Peña Nieto (2017), “reformas que el gobierno de la cuarta transformación ya anunció que no va a modificar”, señaló el profesor. Es importante recordar que desde octubre de 2018, la Secretaria del Trabajo del Gobierno de López Obrador, María Luisa Alcalde, anunció que se abocarían a presentar las propuestas de leyes secundarias para implementar la reforma laboral impulsada por Peña Nieto en 2017 (ver https://www.elfinanciero.com.mx/transicion/titanica-tarea-de-gobierno-entrante-en-materia-laboral-luisa-maria-alcalde).
Salarios cada vez menores
Como parte de una ofensiva contra las conquistas sociales producto de las luchas de los trabajadores, el capitalismo ha implementado una agresiva política contra el salario en México. Los salarios han perdido su poder adquisitivo de manera sostenida desde hace muchas décadas. Pero ahora la tendencia va más allá. La investigaciones del CAM revelan que desde mediados del sexenio de Peña Nieto, se observa una tendencia a la disminución incluso en el valor nominal (el monto que se paga) en algunas actividades. Así, en varias ramas han detectado que los montos de dinero pagados por desempeñar una labor (enfermería, trabajo de limpieza, mantenimiento de edificios, etc.) en 2014 eran, en promedio mayores a los salarios vigentes para el año 2017. Es decir, ahora los salarios no solo pierden valor debido a la inflación, sino que incluso decrecen abiertamente.
El salario no cubre los bienes y servicios más elementales
El profesor Lozano explicó que si bien el gobierno se jacta de los incrementos que ha recibido el salario mínimo en los últimos años, lo que se puede adquirir con esos salarios ha ido disminuyendo con el paso del tiempo.
A partir de su propio trabajo de campo, realizando encuestas y estudios de precios en diferentes partes del país, el CAM ha identificado lo que llaman la “Canasta Obrera Indispensable”, constituída por 64 bienes y servicios que los trabajadores reportan como necesarios para satisfacer las necesidades más elementales de sus familias como alimentación, higiene, acceso a energía eléctrica y gas. El costo real de esa Canasta Obrera Indispensable (COI) no ha dejado de crecer, pasando de 494 pesos diarios a aproximadamente 540 pesos diarios para 2019. El profesor Lozano explicó que si se compara este costo con el monto del salario mínimo más alto de México que es de 175 pesos en la franja fronteriza, se puede ver que dicho salario es completamente insuficiente incluso para satisfacer las necesidades de la reproducción de la fuerza de trabajo.
El detalle, es que si se considera que de acuerdo a su definición constitucional los salarios mínimos: “deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos” (artículo 123 de la Constitución Política de los Estados unidos Mexicanos), entonces se tendría que hablar de una canasta básica más amplia. Dicha canasta, conocida como Canasta Básica Integral, estaría constituída por casi 250 bienes y servicios, y su costo se encuentra en promedio por arriba de los 1200 pesos diarios.
Lo anterior ha llevado a que el consumo familiar de los asalariados haya disminuido en hasta un 90% si se compara con los valores de 1934. Pero al mismo tiempo, la gente tiene que trabajar más y más horas, con lo que la conquista de la jornada laboral de 8 horas se convierte en letra muerta. De acuerdo con el CAM para el 2017 ya habían 17 millones de trabajadores trabajando más de 48 horas por semana.
El gobierno oculta el desempleo, la realidad es que 12.5% de los trabajadores no tienen trabajo
Desde hace muchos años, el gobierno ha ido modificando las metodologías con las que se mide el desempleo, considerando que un trabajador que ha logrado trabajar una hora a la semana (si gana el salario mínimo eso equivale a un pago de alrededor de 13 pesos), entonces no está desempleado. Con este engaño, el INEGI reporta cifras de desempleo de alrededor de 1.8 millones, equivalentes a un desempleo del 3.3% (año 2018).
El CAM ha estimado, siguiendo la metodología establecida por la Organización Internacional del Trabajo, que en México hay alrededor de 7.5 millones de desempleados. Esto significa un desempleo real del 12.5% para 2018.
Los proyectos educativos de AMLO son funcionales al capital: MAES
En este mismo foro activistas del Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (MAES) denunciaron la continuidad de la política educativa de López Obrador con las estrategias que se trazaron en la SEP a inicios de los años 1990, cuando Esteban Moctezuma era Subsecretario de Ernesto Zedillo. Desde este punto de vista, se destacó que el modelo de las Universidades Benito Juárez implementado por el gobierno de AMLO dista de ser una educación “universitaria”, ya que no incorparará tareas de difusión de la cultura ni de investigación, sino sólo Centros de Enseñanza encargados de preparar trabajadores acordes a las necesidades planteadas por los empresarios.
Este programa se articulará con el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro que, de acuerdo con los estudiantes del MAES, significaría en los hechos la transferencia de recursos públicos a manos del sector privado, pues sería el dinero público el que pagaría los salarios por un año de estos jóvenes que a su vez generarían ganancias para las empresas. Este programa, en el que los empresarios se convierten en “tutores” de los jóvenes, tiene su antecedente en la política de Ernesto Zedillo quien incorporó a representantes y gerentes de las empresas como “profesores” en los centros públicos de enseñanza técnica.
Solo nos queda ser anticapitalistas: CAM
De acuerdo al CAM, la precarización y superexplotación del trabajo es parte del proceso en el que el capital pone en el centro a la fuerza de trabajo como productora de valor y plusvalor, en las cuales se sostiene este sistema. Por ello, explicaron: “frente a la lógica de la explotación y el despojo y de propagación de la miseria, no es posible plantear una salida redistributiva o de administración de la pobreza, pues vivimos en un patrón de acumulación que no hace sino acentuarse”.
“Pensamos que el problema no es de política económica, sino de crítica de la economía política. El neo-keynessianismo no alcanza, porque el problema es de orden estructural. Siendo realistas, solo nos queda ser anticapitalistas”.