Contra la voluntad del rector, estudiantes de la UNAM entregan su pliego petitorio (CDMX)
El jueves 4 de ocubre a las 10 am distintos miembros y representaciones de cerca de 40 escuelas que conforman la asamblea InterUNAM se congregaron sobre Avenida Insurgentes, esquina Félix Cuevas, para marchar hacia Rectoría y entregar el pliego petitorio al rector Enrique Graue Wiechers con la intención de que firmara el documento y cumpliera las demandas estudiantiles. El rector no llegó a la cita, lo que obligó a los estudiantes a improvisar un plantón para exigir su presencia. El pliego petitorio fue resultado de un largo proceso de discusión y consulta que tuvo lugar en las distintas asambleas y facultades de la UNAM a lo largo del mes de septiembre, tras el ataque porril del día 3 del mismo mes.
Los estudiantes contaron que la marcha se había organizado de manera que no obstruyeran los dos carriles de Insurgentes y dejando el carril del Metrobús libre para no afectar a la gente. Al llegar a Rectoría alrededor de las 13 horas, los estudiantes fueron recibidos por Leonardo Lomelí, Secretario General de la Universidad, quien comunicó que él recibiría el documento a nombre del rector, ya que éste se encontraba en Monterrey en un junta de universidades. Frente a esto los estudiantes expresaron su desconcierto, ya que se le había notificado a las autoridades desde tiempo antes, y parte de sus acuerdos de asamblea comprendían la entrega del documento y la lectura del mismo frente a él. Algunos afirmaban que era “una vil grosería” que no saliera Graue ya que todos los medios masivos habían compartido la información de que se entregaría el pliego petitorio el 4 de octubre y que era una forma de desconocer todo el trabajo que se había hecho el mes pasado para redactarlo. Así explicaban su desazón diciendo: “Venimos de forma pacífica, de hecho no hay ninguna pinta que se haya realizado hoy, nadie ha roto un vidrio, nadie ha agraviado a nadie”. Otros comentaban: “Me parece que es insultante, es triste, por todo lo que pregona la Universidad sobre sus valores y lo de ´sentirse orgullosamente UNAM´, y que el rector no le pueda dar la cara a los estudiantes a los que sirve”.
Ante este revés, los estudiantes decidieron improvisar un plantón a la entrada de Rectoría. Colocaron sonido, informaron y explicaron su decisión a la comunidad y dieron un plazo de 6 horas para que el rector se presentara y recibiera el pliego. De manera paralela se convocó a una asamblea para decidir qué se haría si no se presentaba, si una toma de Rectoría o alguna otra acción: “Si aguantamos 29 horas en una asamblea que no aguantemos una toma de Rectoría…”.
Los estudiantes se apostaron en los distintos accesos de la torre de Rectoría para evitar la entrada de las autoridades, al mismo tiempo que facilitaron la salida a los trabajadores y personal académico (contra la versión difundida por la cuenta de Twitter oficial de la UNAM). Mientras tanto se organizaron brigadas para avisar a las distintas asambleas universitarias sobre la situación y convocar a una asamblea a las 5 de la tarde. Asimismo se convocó a la comunidad a congregarse para exigir la presencia del rector, se realizaron mantas y se informó a la gente que se acercaba a la explanada. De igual manera, los estudiantes aprovecharon las redes sociales para avisar sobre la situación de emergencia que se vivía a las afueras de Rectoría, al no haber sido recibidos por Enrique Graue.
Alrededor de las 4 llegó el contingente de la Facultad de Arquitectura y, al filo de las 5, llegaron varios estudiantes más de distintas facultades de Ciudad Universitaria. Se rumoraba que distintas rutas del sistema de transporte interno, Pumabús, habían sido suspendidas para evitar la llegada oportuna de los estudiantes de distintas facultades. La lluvia no evitó que los estudiantes mantuvieran el plantón y se movilizaran para exigir la presencia de Graue. Alrededor de las 5:30 pm, Raúl Aguilar, encargado del despacho de la Secretaria de Atención a la Comunidad, informó que el rector recibiría el pliego en la puerta de Rectoría “en cuanto bajara” ya que “acababa de llegar en la camioneta”. Los estudiantes cuestionaron al secretario expresándole que les estaban mintiendo, pues les habían informado que el rector se encontraba en Monterrey. Raul Aguilar al verse cuestionado solo expresó que se les “atendería” por la puerta de Rectoría. Al cabo de unos minutos, Graue Wiechers apareció al interior del edificio, mientras los estudiantes gritaban: “¡Que salga y dé la cara!”. Había un clima tenso cuando el funcionario, custodiado por su cuerpo técnico y administrativo, salió a expresar que estaba en toda la disposición de recibir el pliego petitorio. Los estudiantes cuestionaron su falta de compromiso con la comunidad universitaria y el movimiento estudiantil al no haber estado presente para recibir el pliego petitorio y haberlos hecho esperar más de 4 horas. Exclamaron, “sólo queremos aclarar que esto sucedió porque el rector no estuvo a la hora que se acordó, todo este desorden es porque él no cumplió con el acuerdo del horario para recibir a los estudiantes y por la mentira que nos echaron de que estaba en Monterrey”.
Los voceros de la interUNAM, que habían sido elegidos en paridad de género, dieron lectura al pliego petitorio y, al terminar, exigieron que Graue se comprometiera a dar respuesta en un plazo de 7 días. Al finalizar la entrega los estudiantes decidieron dirigirse al auditorio Che Guevara, que para ese momento estaba casi lleno. Atendiendo a la preocupación de mantener la horizontalidad del movimiento y respetar las instancias de decisión más democráticas, se llevó a cabo una asamblea informativa (no resolutiva) y un balance sobre la jornada de lucha que terminó cerca de la noche.