Menores, indefensos en Jardines de Niños de Oaxaca

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Ivonne Mateo,

Si un nuevo sismo de gravedad llegara a ocurrir, los padres de familia del Jardín de Niños “Estefanía Castañeda”, no podrían con la preocupación y el miedo, pues el inmueble, afirman, es viejo e inseguro.

“Si tiembla, eso se va a caer. Hemos insistido en que le den mantenimiento, pero las autoridades nos dicen que no hay dinero”, lamenta Laura, mientras espera a su hijo en las afueras del plantel educativo, ubicado en el centro de la capital oaxaqueña.

Las madres de familia esperan a sus hijos a la salida de las escuelas; la seguridad es lo primero

Si hay algo que reprocha al Gobierno del Estado y a las dependencias encargadas de la educación en Oaxaca, es el desinterés por escuchar las quejas de los padres de familia.

Las autoridades, a la vez que niegan mantenimiento al inmueble, admiten que las condiciones del mismo no son tan graves como el de otras instituciones de educación preescolar.

“Dicen que hay escuelas peores y no hacen caso; nosotros no tenemos ese recurso que se supone que nos debe proveer el gobierno para las instalaciones de la escuela”, explica.

Inmuebles en mal estado, precariedad en los servicios básicos, e irregularidades en la operación de los centros educativos, son algunas de las quejas que los padres de familia suman contra el gobierno.

Creciendo entre basura

En el mismo Jardín de Niños, las madres de familia reprochan el servicio de limpieza. Explican que las autoridades de servicios municipales no cumplen con sus obligaciones de recolección de desechos en este instituto.

“Piden hasta 300 pesos para llevarse la basura. Una vez que vinimos a hacer tequio, llenamos varias bolsas y tuvimos que pagar para que se la llevaran porque no pasan por aquí”, rememoran las madres de familia.

Cuotas y más cuotas

Mariana tiene a su hija en el preescolar “Esperanza López Mateos”; además de tener inconformidades contra lo viejo del inmueble, señala que el pago de cuotas a veces es irracional.

“Para útiles o materiales, se supone que uno paga a inicios de año, pero después vuelven a pedir material a los niños, o para dar mantenimiento a la institución; nosotros qué responsabilidad tenemos, eso lo debe atender la escuela con el gobierno”, refiere.

También señala que no hay vigilancia en la entrada y salida de los niños, pues el peligro es constante en la zona donde el centro educativo se ubica.

“Antes, los maestros o los policías vigilaban que no pasaran los carros a la hora de la salida, le dieron mantenimiento a la banqueta -con nuestro dinero- y según se iba a invertir para otorgar mayor seguridad, pero no se hizo”, denuncia la joven madre mientras sujeta de la mano a su hija.

Las quejas también abarcan el servicio de drenaje y la recolección de basura.

Jardines de violencia

Anabel, por su parte, aunque respalda las acusaciones de Mariana, señala que en la escuela en la que su hijo estudiaba, se padecieron problemáticas “mucho peores”.

“Precisamente decidír sacar de mi hijo de esa escuela; estaba en el Jardín de Niños ‘Octavio Paz’; ahí, además de que cobran ciertos pagos y que no se hace nada con el recurso que con trabajo los padres de familia aportamos para que la escuela de nuestros hijos esté en condiciones dignas, se atreven a maltratar a los niños”, condena.

Peligro al salir

Sentada, mientras espera el toque de salida, Inás habla de las necesidades en la escuela “Leona Vicario”. Señala que la falta de un techado en el área de ejercicios y deportes de la institución, se vuelve necesario frente a las inclemencias del tiempo.

“Los niños están haciendo sus ejercicios bajo el sol, y sí lo hemos pedido, pero pues esperemos que pronto lo pongan”, refiere.

Por su parte, Lucía señala que urge reforzar la vigilancia a las afueras del centro educativo, pues explica que se han dado casos en que sujetos ajenos fotografían a los niños del Jardín.

“Eso también implica preocupación, más porque se está dando mucho el robo de niños y niñas; es cuando más atentos debemos estar los padres, hay que ir por nuestros hijos y tomarlos bien de la mano, porque ¿para qué más quieren las fotos?”, cuestiona.

Atención gubernamental, el llamado

Si en manos de alguien está garantizar la seguridad, integridad y dignidad en los centros de educación preescolar, es en las autoridades del gobierno.

“Si algo llega a pasar, ¿de quién va a ser la culpa? Si hay un temblor y por el mal estado del inmueble, este se cae, ¿a quién se va a señalar? ¿a los niños por correr? ¿a los maestros por no enseñarles los protocolos? ¿a los padres por no estar presentes?”, indaga una madre de familia.

La infraestructura, los servicios básicos como recolección de basura y limpieza son elementales, refiere, pero lo primordial es la seguridad de los pequeños.

“Puede pasar un loco y atropellar a un niño o se lo lleva porque no hay vigilancia de las autoridades”, advierte.

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