Marchan madres por sus hijos desaparecidos en el Triángulo Rojo (Puebla)
Las madres que han perdido a un hijo en el Triángulo Rojo saben que en el proceso no sólo enfrentan los riesgos de los huachicoleros, sino a autoridades procuradoras de justicia que no trabajan ni tienen con qué hacerlo.
En búsqueda de respuestas han llegado a oficinas como la de un Ministerio Público donde se encontraron con cerros de carpetas de investigación acumuladas sobre los escritorios.
En donde les dieron largas porque no había ni tinta para las impresoras, ni papelería, ni teléfono, ni algo que se pensaría básico para investigar desapariciones, como el internet.
Tras cuatro horas de viaje en camiones desde Palmar de Bravo a Puebla, en la Fiscalía General del Estado (FGE) no han hallado algo mejor, pues en vez de escuchar de avances han escuchado preguntas.
“¿Qué han sabido de los muchachos?”¿Y la camioneta? ¿Ya se comunicaron con la otra mamá?”, son cuestionamientos que han repetido funcionarios públicos al menos cinco veces en un año a Lucía Linares Gracia y María Luisa Núñez Barojas, como si a ellas les tocara investigar.
Este Día de las Madres ellas y otros familiares viajaron en caravana para manifestarse frente a la FGE por la falta de avances en las desapariciones de sus hijos.
La desaparición y el llamado de la ONU
El 28 de abril de 2017 los hermanos Vicente y Abraham Basurto Linares salieron a comer con su amigo Juan de Dios Nuño Barojas y lo último que se supo de ellos por la noche, fue que no podían regresar a Palmar de Bravo porque se encontraron con un retén.
Dado que los hermanos eran militares, el caso derivó en la muerte de dos de sus compañeros que participaron en un operativo para encontrarlos y las autoridades llevan ya más de un año sin dar respuesta a las familias.
Fue hasta la semana pasada que las autoridades reaccionaron ante recomendaciones de acciones urgentes sobre el caso emitidas por el Comité de Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El texto con fecha del 5 de abril llama al Estado mexicano, entre varios aspectos, a explicar por qué no revisaron las llamadas, a implementar mecanismos oficiales y transparentes para rendir cuentas sobre el caso y a adoptar medidas para investigar y sancionar cualquier tipo de intervención de autoridades.
Asimismo llama a gestionar con una empresa de telecomunicaciones la revisión a los datos del teléfono de Juan de Dios, a diseñar una estrategia interinstitucional de investigación ante los resultados obtenidos, a investigar a una persona ya identificada como parte de una hipótesis y también a investigar llamadas de extorsión que recibió María Luisa.
Ante lo que han vivido en el último año y lo señalado por la ONU, las madres de los jóvenes critican la omisión que se ha tenido para rastrear llamadas, ubicaciones e incluso la camioneta en que viajaban.
Tan solo en este último tema destaca que el reporte de robo de vehículo se levantó el pasado lunes 7 de mayo, lo que les hace suponer que no hubo una búsqueda y pudo recorrer sin problema todo el país por más de un año.
Critican a autoridades sin madre
Para María Luisa, la madre del joven Juan de Dios que este año habría cumplido 24 años, es incongruente que en la administración del ex gobernador Rafael Moreno Valle se haya adquirido tecnología para espiar adversarios y que esta no sirva para dar con los desaparecidos.
“Eso es no tener madre, están faltando a sus promesas, a sus compromisos, a su ética como funcionarios, ellos tienen la tecnología y no la aprovechan en favor de los ciudadanos, para beneficio de los ciudadanos.
“Señores, literal, para mí Puebla no tiene nada que celebrar, en Puebla estamos huérfanos, en Puebla no sólo desapareció mi hijo, en Puebla no sólo desapareció Vicente, en Puebla no sólo desapareció Abraham, en Puebla desapareció la seguridad de toda la ciudadanía”, expresó en la manifestación.
Ve desaire a soldados y riesgos por huachicoleros
En el sentir de Lucía, cuyos hijos Vicente y Abraham habrán cumplido 30 y 26 años, se suma además un sentimiento de tristeza por ver que no se hace nada por jóvenes que decidieron arriesgar su vida como soldados.
El día que desaparecieron estaban descansando, pero por 7 y 5 años respectivamente le sirvieron al país.
Ellos se unieron al Ejército Mexicano para salir de la pobreza del campo y más de una vez dejaron preocupada a Lucía en la casa porque sabía que encuartelados no comerían bien, porque era probable que se fueran a los sembradíos de marihuana a quemarla.
Los jefes de sus hijos en la milicia le han dicho que han colaborado para encontrarlos, al gobernador Antonio Gali Fayad sólo le pide que sea sensible y se actúe ante lo que ella y otras personas están pasando.
“Que no sea cruel, que nos ayude a buscarlos, que se ponga un poquito como humano en nuestro lugar, que nos ayuden a seguirlos buscando.
“Queremos verlos, queremos saber de ellos porque es muy duro, nosotros como padres nos estamos muriendo a pausas”, dijo llorando.
Por ahora, explicó Lucía, sólo conoce a María Luisa luego de que la desaparición de sus hijos las uniera.
Sin embargo, sabe por las noticias que en los municipios donde los huachicoleros se roban los hidrocarburos hay otras personas a las que se les pierde el rastro y también quienes aparecen ejecutados.
Mientras que la veintena de personas que acompañaron a las madres de los jóvenes desaparecidas se manifestaron, en la FGE cerraron las puertas y en los semáforos cercanos se repartió propaganda electoral de la candidata a gubernatura Martha Erika Alonso Hidalgo.