Gobierno invisibiliza violencia contra las periodistas
Samantha Páez/Periodistas de a pie
Cuando se habla de la violencia contra los y las periodistas lo primero que se viene a la cabeza son los crímenes más graves como el asesinato, la desaparición, la privación ilegal de la libertad y las agresiones físicas. Si bien en muchas de esas agresiones no hay un distingo de género, en muchas otras sí; sin embargo, éstas no son contadas por las instituciones de gobierno federales.
La ????????????Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), por ejemplo, no tiene datos desglosados por género. Es decir, no informa cuántos de los 104 homicidios de periodistas registrados de 2000 a 2017 corresponden a mujeres.
Tampoco cuántas han desaparecido, cómo es la situación en cada una de las entidades federativas, ni cuáles son las agresiones a comunicadoras más comunes.
La única información que sobre mujeres que tiene la Fiscalía es la referente a las medidas cautelares: 62 reporteras cuentan con alguna medida –no se detalla cuál-, a otras seis se les negaron, de nueve está pendiente si se las darán y siete más las tenían pero les fueron retiradas –tampoco se sabe el motivo.
A pesar de que la fracción IX del artículo 8 de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas dice que el Mecanismo de protección deberá: “Presentar públicamente informes anuales sobre la situación nacional en materia de seguridad de las Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas con datos desagregados y con perspectiva de género”; es evidente que no hay datos suficientes sobre las periodistas.
De las 310 solicitudes de incorporación que atendió el Mecanismo de octubre de 2012 a diciembre de 2017, no se dio a conocer cuántas fueron hechas por mujeres periodistas.
Aunque sí detalla que de las personas beneficiarias 116 son comunicadoras, no menciona cuáles son los principales agresores, ni el tipo de agresión que sufrieron y que las llevó a tener alguna clase de protección. Tampoco hay datos a nivel estatal.
Por su parte la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer en su último informe que de 2000 al 31 de diciembre de 2017 hubo 130 homicidios de periodistas, de los cuales 13 casos corresponden a mujeres. Éste es el único dato que viene desagregado por género: no menciona si hubo desapariciones de reporteras o si algunas de las 66 medidas cautelares que otorgó fueron para comunicadoras.
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)* el hecho de que instancias judiciales no produzcan estadísticas e informes sobre la violencia contra las mujeres con cierto grado de certeza se “traduce en una invisibilización del problema de la violencia contra las mujeres”.
Asimismo la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados Americanos** manifiesta que “la falta de datos desagregados por género y de estadísticas sobre la incidencia de la violencia, hace la elaboración de programas y el control del progreso muy difícil. La falta de datos obstruye el esfuerzo por elaborar estrategias de intervención concretas”
Para los sociólogos Felipe Bastidas y Marbella Torrealba*** la invisibilización está relacionada con la discriminación de minorías -o mayorías tradicionalmente omitidas y oprimidas- étnicas, sociales y culturales.
De esta forma la ausencia de datos desagregados no sólo invisibiliza la violencia contra las periodistas, sino que pone en manifiesto que el Estado mexicano es incapaz de garantizar la plena libertad de expresión y que las mujeres accedan a una vida sin violencia.
* Acceso a la Justicia para Mujeres Víctimas de Violencia en las Américas.
** Violencia en las Américas: Un análisis regional – Incluyendo una revisión de la implementación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
*** Definición y desarrollo del concepto “proceso de invisibilización” para el análisis social. Una aplicación preliminar a algunos casos de la sociedad venezolana.