Homún, la punta del iceberg de los intereses empresariales
Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
Mérida, Yucatán
Homún es apenas el principio. Detrás de la granja porcícola y el turismo de cenotes están los peligros de la contaminación del agua –la planta de cerveza en Hunucmá de Grupo Modelo y los pesticidas que permean el suelo cárstico peninsular– y la falta de autodeterminación de los pueblos indígenas –proyectos de energías alternativas, eólicos y solares–.
La marcha del sábado por la tarde, desde el Monumento a la Patria hasta la Plaza Grande, pasando simbólicamente por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Urbano (Seduma) y Grupo Sipse, por autorizar y ser socios de la construcción de la granja porcícola, respectivamente, fueron los primeros indicios de la organización ciudadana de los problemas que se presentan y se darán más seguido en Yucatán en los próximos años, junto con el proceso de reindustrialización impulsado por el gobierno de Rolando Zapata Bello.
Al menos unas 200 personas marcharon para exigir que se detenga de inmediato la construcción de la granja, que albergaría alrededor de 30 mil cerdos, desarrollada por Producción Alimentaria Porcícola (Papo), que vendería a Kekén el producto. También advirtieron del riesgo de la calidad del agua por la contaminación, que tiene efectos sobre la salud humana, y por la libre autodeterminación de los pueblos indígenas de la entidad.
María Cristina Martín Rosado, vocera del comité organizador de la marcha en defensa de los cenotes de Homún, expresó que “Homún es la punta del iceberg” en Yucatán. Exigió que el proceso de reindustrialización sea analizado, con especialistas en impacto ambiental y derechos humanos, que expliquen el resultado de establecer industrias en la entidad sin consulta, además del impacto ambiental y social para las comunidades.
“Me parece terrible que no se aplique el principio precautorio de una zona que ha sido señalada con alta vulnerabilidad en el acuífero y que las autoridades nieguen que es un pueblo maya, cuando la CDI admite que es pueblo originario”, expresó.
La marcha, consideró, es una muestra de lo que exigen los ciudadanos: agua limpia. Porque ya se declaró por científicos que el agua en Mérida y los cenotes está contaminada por desechos fecales, nitratos y medicamentos. Si no se cuida, nos quedaremos sin una de las principales reservas acuíferas de México, advirtió.
Durante el acto acudieron artistas, estudiantes, profesionistas. Al llegar a la Plaza Grande, músicos rapearon frente a Palacio de Gobierno.
Carlos Garrido, representante de uno de los paradores de Homún, manifestó que “no queremos la granja por la alta contaminación, no la podrá controlar a ocho kilómetros”. Con el mal olor y la química usada se dañará el aire y el medio ambiente, por lo que no quieren que se instale.
De ocurrir, se perdería el turismo, y sin eso, “Homún iría a la ruina”, expresó. Entre marzo y abril llegan a presentarse hasta 222 guías de turistas en el municipio y un mototaxista gana en promedio unos mil 600 pesos por semana, indicó. “Los partidos necesitan de nosotros, los ciudadanos, que nos hagan caso esta vez”, enfatizó.
Mencionó que Kekén les dice “faramalla” porque lo que ellos hagan no les interesa, debido a que el gobierno les apoya.
La especialista en medio ambiente, Lourdes Rodríguez Vadillo, declaró que “el turismo, el agua y las riquezas no deben ser sacrificadas, ni los ecosistemas valiosos”. Afirmó que el agua debe ser cuidada y protegida, porque la contaminación es “brutal”, entonces debe ser aplicado el principio precautorio para evitar que el daño ambiental sea “irreversible”.
https://www.lajornadamaya.mx/2018-03-04/Homun–la-punta-del-iceberg-de-los-intereses-empresariales