Leticia Herrera Ale y José Rosas Aispuro; cómplices en fábrica de cianuro de Chemours (Durango)
Juan Monrreal López/Demócrata Norte de México
Gómez Palacio, Durango. – Mintiendo a boca llena, como en muchas ocasiones lo ha hecho, el pasado 14 de julio, la presidenta municipal Juana Leticia Herrera Ale, declaró a los medios de información que “no hay ningún peligro absoluto eeh (Sic), ningún peligro, tal y como lo dije yo (Sic), que, si había algún peligro para la población, sería yo la primera en atravesarme”, refiriéndose a la operación de la fábrica de veneno de cianuro de sodio propiedad de la empresa norteamericana Chemours, aun cuando el Resumen Ejecutivo del Estudio de Impacto Ambiental, del conocimiento de la alcaldesa y el gobernador del estado José Rosas Aispuro Torres, en poder de Demócrata Norte de México, dice que, “El resultado de la evaluación indica que la mayoría de los impactos identificados para las etapas de preparación, construcción y operación de la planta son de significancia media y baja. El único impacto identificado de significancia alta proviene del riesgo ambiental potencial intrínseco a las actividades de producción de cianuro de sodio durante la operación de la planta, asociado al uso y manejo de gas natural y amoniaco como materia prima, cuya presencia clasifica a Chemours Laguna como una actividad altamente riesgosa”, asevera el documento contradiciendo las afirmaciones de la presidenta.
Cuestionada socialmente por habitantes de las comunidades rurales de la zona desde el primer día que se anunció la instalación en el Ejido Dinamita, Durango, de este municipio, la fábrica de cianuro de sodio propiedad de Chemours Company Mexicana, S de RL de C.V. recibió el apoyo incondicional del gobernador José Rosas Aispuro y la alcaldesa Juana Leticia Herrera Ale, sin mayor argumento que la generación de 320 empleos y una inversión de 150 millones de dólares, machacando que la instalación de fábrica de cianuro de sodio propiedad de la empresa norteamericana “no es peligrosa”, cuando ellos tienen en sus manos el Estudio de Impacto Ambiental, la versión pública del mismo, así como el Resumen Ejecutivo del Proyecto Chemours Laguna, y no objetaron que el consorcio químico mintiera acerca de la ubicación de los centros de población cercanos a la empresa de veneno de cianuro que pretenden instalar, convirtiéndose en cómplices de esta grave omisión.
Antes de anunciar la construcción de la fábrica de cianuro de sodio bautizado como Chemours Laguna, Chemours Company Mexicana, S de RL de C.V. había sido expulsada previamente de las ciudades de Salamanca y San Luis de la Paz, Guanajuato, a fuerza de lucha, denuncia y movilización de ciudadanos ambientalistas que vieron el inminente riesgo de que una empresa con “una actividad altamente riesgosa”, se instalara en sus municipios.
Con la opinión pública de esas 2 ciudades guanajuatenses en contra, Chemours promovió desde el 2 de marzo de este año, la revisión de un estudio de impacto ambiental en la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), etiquetado como “Chemours Laguna”, -una opción alterna a Guanajuato-, para construirse en el municipio de Gómez Palacio.
A la DGIRA sólo le bastaron 2 meses para aprobar el resolutivo del proyecto.
El 8 de mayo del 2017, el representante legal de la empresa Chemours, Pedro Guillermo Marín Ávila, recibió el documento autorizado en su versión pública, luego que la DGIRA analizara el estudio de impacto ambiental presentado por el consorcio químico Chemours, mientras la lucha de los ambientalistas de San Luis de la Paz, Guanajuato, escalaba hacia la opinión pública nacional.
El documento Oficio No.S.G.P.A./DGIRA/DG 03273
A principios de junio, mientras los ciudadanos guanajuatenses se oponían férreamente a la decisión de apoyo que el gobernador panista de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, había concedido a la empresa Chemours, el proyecto presentado a la DGIRA de SEMARNAT para Chemours Laguna, ya se había aprobado; incluso Márquez Márquez, había dialogado con el gobernador panista de Durango, José Rosas Aispuro, acerca de las “bondades” de esta empresa.
Así, el 13 de junio, Juana Leticia Herrera Ale, anunció la instalación de la fábrica de cianuro de sodio Chemours, “que ofrecerá nuevas alternativas de trabajo para las familias de Gómez Palacio, tratándose de una empresa líder a nivel mundial en productos y soluciones para la industria minera, con una inversión que será superior a los 150 millones de dólares”, se apuntó en un boletín municipal.
Sin embargo, la presidenta omitió que dicha empresa produce veneno en forma de cianuro de sodio, y que este giro de la compañía es “una actividad altamente riesgosa”, para la vida, tal como se reitera en el estudio de impacto ambiental, en la versión pública fechada el 8 de mayo del presente año.
De acuerdo con el documento, la superficie donde se pretende instalar la empresa de cianuro de sodio es un predio de 25 hectáreas y asevera que en la “etapa de operación la planta tendrá una capacidad de producción de 65 mil toneladas de cianuro por año (página 7)”.
Para sintetizar el veneno de cianuro de sodio, se utilizarán gas natural, amoníaco líquido y sosa cáustica; elementos que alimentarán un reactor de conversión catalítica.
“El catalizador para el proceso es una combinación de platino y rodio”.
El rodio, es un elemento tóxico y carcinógeno.
Pero, eso no es todo.
El sistema de enfriamiento de la planta requerirá de 43 metros cúbico de agua por hora, es decir, 43 mil litros del líquido que el Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado Rural (SIDEAPAAR) está comprometido a proveer.
Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial del Municipio de Gómez Palacio y Chemours
Publicado en el Periódico Oficial de Durango el 18 de julio de 2013, el Ordenamiento Ecológico de Gómez Palacio, establece una serie de criterios para ubicar empresas con “actividades industriales altamente riesgosas”.
La normativa instituye 4 criterios.
Con la clave Di2 el criterio de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) establece que:
“No se permitirá el establecimiento de actividades industriales altamente riesgosas en las cercanías a zonas habitacionales, comerciales y de servicios del municipio, así como de zonas de protección y conservación de los recursos naturales”
Sin embargo, para obtener el permiso Chemours mintió.
En respuesta a la clave Di2 de los criterios de la UGA Chemours afirmó:
“El proyecto no se ubicará en las cercanías de zonas habitacionales, comerciales y/o de servicios, dado que se encuentra a una distancia de 7 kilómetros de la localidad de Brittingham y a 8 kilómetros de la localidad de Martha, así como a 1.6 kilómetros del complejo minero Dinamita (página 13)”.
Ante esto la DGIRA de SEMARNAT, en su Oficio No.S.G.P.A./DGIRA/DG 03273 dice “el proyecto no contraviene lo establecido dentro del Programa (ambiental) anteriormente mencionado UGA 19.
La realidad es otra.
En torno a los terrenos seleccionados por la empresa, se encuentran explotaciones pecuarias, pero lo más grave, existen comunidades muy próximas a lo que será la planta de veneno de cianuro de Chemours.
Por ejemplo:
Pueblo Nuevo El 7, se ubica a 3 kilómetros.
Sierra Hermosa, 6.6 kilómetros.
La Mina, 6.9 kilómetros.
Abisinia, 197 metros.
Dinamita, 190 metros.
Una clara violación al Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial del Municipio de Gómez Palacio, publicado en el Periódico Oficial de Durango el 18 de julio de 2013, y motivo suficiente para suspender el proyecto de Chemours, defendido a capa y espada por la presidenta Leticia Herrera Ale y funcionarios públicos municipales.
Violaciones de ley que la SEMARNAT pasó por alto con soslayo, ya que afirmó que, “el proyecto no contraviene lo establecido dentro del Programa (Sic) anteriormente mencionado”.
Violaciones al Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial del Municipio de Gómez Palacio, publicado en el Periódico Oficial de Durango el 18 de julio de 2013
Listado de actividades altamente riesgosas según la Secretaría de Gobernación y la extinta SEDUE
De acuerdo con el listado de actividades altamente riesgosas clasificadas por la secretaría de Gobernación y la desaparecida Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 28 de marzo de 1990 y el 4 de mayo de 1992, la actividad de producir cianuro de sodio por la empresa Chemours, cae en el listado de actividades altamente riesgosas, ya que su producción se encuentra “asociada con el manejo de sustancias con propiedades inflamables, explosivas, tóxicas, reactivas, radioactivas, corrosivas o biológicas, en cantidades tales que en caso de producirse una liberación sea por fuga y derrame de las mismas o bien por explosión, ocasionarían una afectación significativa al ambiente, a la población o a sus bienes (página 13 y 14)”.
Y es que solamente en el amoníaco anhidro y el gas natural la fábrica emplearía el doble y el cuádruple de lo que ya se considera una actividad altamente riesgosa que son 10 Kg de amoniaco y 500 kg de gas, contra los 22.81 amoniaco y 2443.37 kg de gas, que operaría la planta para producir el cianuro de sodio.
Los términos del permiso de instalación de Chemours, según SEMARNAT
La autorización de SEMARNAT a la empresa Chemours se estableció por dos años para levantar la construcción de la fábrica y con una “vigencia de 30 años para la operación mantenimiento y abandono del sitio del proyecto”, lo que habla del riesgo de este tipo de industria que en el caso de llegar a funcionar.
Bastan 3 décadas para que el equipo sea obsoleto por el uso.
La lucha de las comunidades contra fábrica de veneno de cianuro de sodio de Chemours
Nucleados bajo las siglas del Frente Unido de Pueblos de La Laguna en Defensa de la Vida y El Territorio, las comunidades rurales del sector donde se pretende instalar la empresa propiedad de Chemours Company Mexicana, iniciaron la lucha por evitar que esta industria de alto riesgo se avecine con sus centros de población.
Convocados a una reunión informativa, el pasado 29 de julio, con el propósito de tomar decisiones acerca de las medidas de protesta tendientes a evitar la instalación de la empresa, vecinos de los ejidos, Martha, Pueblo Nuevo El Siete, Abisinia, Poanas, Ejido Morillo, La Aurora, Brittingham, San Ramiro, Numancia, Ejido El Cuatro, Las Américas, Santa Cruz, Las Playas, Noé, Ejido Las Lechuzas, El Volado, San Roque, La Torreña, Ejido Transporte, Seis de Octubre, Veintidós de Febrero, Ejido Maravasco, entre otros, se reunieron en la comunidad de Pueblo Nuevo El Siete.
Desde ese día, el asedio de los funcionarios municipales, la policía y algunos jueces de los ejidos han presionado a los ciudadanos más entusiasta en oponerse a la norteamericana Chemours.
Y es que desde el día que la alcaldesa Juana Leticia Herrera Ale, anunció la instalación de la fábrica de cianuro de sodio en Dinamita, Durango, se ha dedicado a hostigar a quienes cuestionan las “bondades” de este tipo de empresa.
Usando los medios, -una de las características del régimen municipal fascistoide que dirige-, la alcaldesa señaló a “la enemiga (quizá refiriéndose a la diputada federal y ex alcaldesa de este ayuntamiento, Rocío Rebollo Mendoza), que no quiere que la vaya bien a Gómez Palacio”.
Sin embargo, también después de la asamblea informativa efectuada el 29 de julio en Pueblo Nuevo El Siete, el 1 de agosto, la policía municipal intentó amedrentar a Bernardino Ochoa Camacho, – parte del movimiento en contra de la instalación de la empresa de Chemours-, al bajarlo de su camioneta con el pretexto de estar investigando el secuestro de un par de funcionarios municipales.
Así mismo, desde el 29 de julio, las hordas de burócratas locales visitan las viviendas de distintas comunidades prometiendo resolver de todo, con tal de conseguir firmas de respaldo para la instalación de la fábrica de cianuro.
Ofrecen enseres del hogar, camas, refrigeradores, juegos de comedor, construcción de marraneras, corrales, pintura, becas, etcétera, tratando de aprovechar la pobreza patrimonial de los habitantes de la zona.
Pero eso no es todo.
Como si fueran docto en plantas de cianuro de sodio, el director de Ecología municipal Gustavo Acosta Vázquez, “El Gato”, intento ridiculizar y minimizar las posibles afectaciones a la población si la compañía llega a instalarse.
Mostrando cerrazón, los argumentos de Acosta Vázquez, restringe los temores de los ciudadanos vecinos al área, con “personajes que no quieren que a la ciudad le vaya bien”, como si la ciudad fueran los funcionarios.
También Gustavo Acosta, ha dicho que Chemours “va a generar energía limpia” y es precisamente en la planta de cogeneración de energía eléctrica, el gasoducto, el ducto de amoníaco, su suministro y almacenamiento, la formación de ácido clorhídrico y la posibilidad de fuga, donde el proyecto presenta serias limitaciones técnicas.
Chemours, no generaría energía limpia, puesto que se usaría gas y gases sobrantes de amoníaco, una verdadera combinación letal, si llega a fallar el proceso.
Precisamente en el documento de Impacto Ambiental Oficio No.S.G.P.A./DGIRA/DG 03273 en su página 14 señala las fallas y limitaciones del estudio presentado por Chemours, “…se indica que el Amoniaco (Sic) es recibido y vaporizado por un tercero contiguo al sitio, por lo que existe incongruencia”; señala la Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas, el pasado 19 de abril de 2017.
Juana Leticia Herrera y José Rosas Aispuro, responsables de instalar la fábrica de cianuro Chemours
Ocho días pasaron, a partir de que la sociedad de San Luis de la Paz, Guanajuato, impidió que la fábrica de cianuro de sodio se instalara en sus tierras, cuando el 13 de junio, la presidenta Juana Leticia Herrera Ale, anunció la instalación de la fábrica de cianuro de sodio Chemours en el Ejido Dinamita de este municipio.
El consorcio fue anunciado como “una empresa líder a nivel mundial en productos y soluciones para la industria minera”, sin mencionar en ese momento que industria a establecerse produciría cianuro de sodio.
El 24 de junio, una comitiva de vehículos, funcionarios públicos estatales y locales, encabezados por el gobernador panista José Rosas Aispuro, la presidenta Juana Leticia Herrera y directivos de Chemours, se apareció en terrenos del Ejido Dinamita para colocar la primera piedra de la fábrica de veneno.
Sin invitación a los vecinos, la piedra se colocó. Desde entonces, las comunidades colindantes se oponen.
En tanto, la presidenta, haciendo uso del dinero público, funcionarios, medios y periodistas e incluso la policía municipal, está intentando denigrar la lucha de la población que rodea los terrenos donde se pretende colocar la fábrica de cianuro de sodio que elaboraría 65 mil toneladas por año, al menos por 3 décadas.
El gobernador José Rosas Aispuro, ha hecho mutis, pese a conocer los estudios de Impacto Ambiental elaborados por Chemours, y que le fueron entregados al igual que a la alcaldesa, el pasado 8 de mayo, según consta en los archivos de la DGIRA de SEMARNAT.
Mientras, los ciudadanos de los ejidos y comunidades han dicho “qué, si la fábrica de cianuro es tan segura, porqué no se le ubicó en la zona industrial de Torreón, Coahuila o en la de Gómez Palacio, Durango. Al fin no hay riesgos, según la presidenta, Leticia Herrera”.
Sin embargo, el documento presentado por Chemours Company Mexicana, S de RL de C.V a SEMARNAT asienta en la página 26 que, “…los eventos catastróficos pueden llegar a tener afectaciones fuera del área del proyecto, principalmente en terrenos vecinos y algunos asentamientos (humanos) en su radio de afectación; aunque estos eventos son catastróficos su probabilidad de ocurrencia es casi nula”, dice el estudio de impacto ambiental.
Que quede constancia.