Lucha contra el cianuro de The Chemours Company se traslada a La Laguna (Durango)
Redacción / SomosMass99
Sin haber sido consultados previamente y ante funcionarios municipales, estatales y el mismo titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, que aseguran que todos los permisos están listos desde hace meses, que el cianuro no representa ningún peligro para la salud y que The Chemours Company ofrece la garantía de procesos totalmente seguros, habitantes de la Comarca Lagunera, en el norte del país, rechazan la instalación de la empresa en su territorio.
A semejanza de los colectivos que se agruparon en la Organización Ciudadana Ludovicense por el Derecho a Vivir en un Ambiente Sano, que exhibieron la falta de transparencia de las autoridades y las inconsistencias de la Manifestación de Impacto Ambiental y, finalmente, lograron evitar la instalación de la fábrica de cianuro en San Luis de la Paz, ahora habitantes de 23 comunidades de La Laguna se integraron en el Frente Unido de Pueblos de la Laguna en Defensa de la Vida y el Territorio (FUPLDVT) para continuar la lucha contra el gigante transnacional.
De acuerdo con información publicada en la Gaceta de la Semarnat, sin que ningún funcionario explicara las razones, el 29 de marzo pasado The Chemours Company comunicó oficialmente a esa secretaría que desistía de su intención de instalar su fábrica en San Luis de la Paz para producir 65 mil toneladas de cianuro de sodio. Los habitantes del noreste de Guanajuato pudieron confirmar la noticia hasta dos meses después, el 31 de mayo.
Y así, “el 24 de junio, The Chemours Company apareció en tierras del Ejido El 7, de Gómez Palacio, Durango, donde pretende construir su fábrica de cianuro de sodio sin que autoridades federales, estatales y municipales hayan transparentado el proyecto, los permisos de instalación, la consulta a la población ni los estudios de impacto ambiental que establecen las leyes mexicanas y los tratados internacionales”, se lee en un texto de Julio César Ramírez publicado en El Siglo de Torreón.
El 26 de junio, dos días después, ese mismo diario publicó la nota Coloca Aispuro primera piedra de la empresa Chemours. En el evento, luego de afirmar que el “líder mundial en tecnologías (…) generará mil 350 empleos” con una inversión de “tres mil millones de pesos”, el gobernador panista de Durango, José Rosas Aispuro Torres, prometió a directivos de la transnacional encabezados por Chris Zimmer, presidente de The Chemours Soluciones Químicas Global: “Tengan la seguridad de que el gobierno de la República, del estado y municipal, daremos certeza a las inversiones y generaremos una mayor economía en la región”.
De la sorpresa a la organización
Si los ciudadanos de San Luis de la Paz tardaron apenas unas semanas en salir a las calles a protestar (se enteraron del proyecto de The Chemours a finales de agosto de 2016 y el 11 de septiembre realizaron su primera manifestación), los laguneros expresaron su rechazo tan sólo unos días después de las declaraciones de José Rosas Aispuru.
Primero fueron habitantes de los ejidos Dinamita y Pueblo Nuevo El 7, del municipio de Gómez Palacio, Durango. A ellos pronto se sumaron comuneros de Martha, Poanas, Morillo, La Aurora, Britinham, San Ramiro, Numancia, El Cuatro, Las Américas, Santa Cruz, Las Playas, Noé, Las Lechuzas, Abisinia, El Volado, San Roque, La Torreña, Transporte, Seis de Octubre, Veintidos de Febrero y Maravasco, que conforman el Frente Unido de Pueblos de la Laguna en Defensa de la Vida y el Territorio.
Para Leticia Herrera Ale, alcaldesa de Gómez Palacio, no son mil 350 puestos de trabajo los que va a generar The Chemours Company, como sostuvo el gobernador Rosas Aispuro, sino “alrededor de 350 empleos directos e indirectos cuando entre en producción”. Pero causó más indignación entre los laguneros cuando dijo a El Siglo de Torreón: “Los inversionistas cumplieron con todos los requisitos y atendieron la normativa, por lo cual se les expidieron los permisos para iniciar la construcción de la planta”.
El 6 de julio la Dirección de Ecología y Medio Ambiente de Gómez Palacio inició la “socialización” de The Chemours Company en el ejido Dinamita, reportó el periódico Milenio Laguna. Guillermo Acosta Vázquez, titular de la dependencia municipal, reveló que la reunión con pobladores de El Siete, Abisinia y Alechuzas se dio “por instrucciones de la alcaldesa Leticia Herrera tras haber acompañado al titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, quien dejó en claro que dicha empresa cumple con la normatividad estableclida y por lo mismo cuenta con sus permisos en regla”.
Pero la organización de los 23 ejidos ya estaba en marcha. El FUPLDVT se puso a investigar y descubrió lo que había pasado en Guanajuato meses atrás. Contactó a miembros de la Organización Ciudadana Ludovicense por el Derecho a Vivir en un Ambiente Sano y de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) para que les compartieran la experiencia guanajuatense.
Geovanna Dávalos, de Acción Colectiva, y Gustavo Lozano, de REMA, viajaron a Gómez Palacio para encontrarse con el FUPLDVT. En un mitin celebrado la tarde de este sábado 29 de julio, Geovanna leyó el mensaje que les enviaron los ludovicenses: “Sabemos de antemano que ustedes tendrán que trabajar de la mano, uno con uno y con paso firme, sin flaquear. Pero con este escrito quiero que se sientan apoyados por nosotros, quiero que sepan que nos hermanamos con ustedes ante este terrible problema, pues sabemos que estas empresas transnacionales son muy dadas a comprar voluntades (…) Sabemos que como nosotros, saldrán triunfadores. ¡Ánimo!, pues sé que ustedes como nosotros, también quieren un ambiente sano y un futuro mejor que haga que los nuestros tengan vida y salud”.
No a la simulación
Este lunes, la REMA emitió un comunicado en el que también expresa su respaldo al Frente Unido de Pueblos de La Laguna en Defensa de la Vida y el Territorio, y explica que el cianuro de sodio es uno de los venenos más potentes del mundo, que genera daños irreversibles a la salud y al medio ambiente en el corto y largo plazo. Uno de los “químicos que más utilizan las empresas mineras durante los procesos de lixiviación de metales ‘preciosos’ extraídos con la técnica ‘a cielo abierto’, técnica que se utiliza en proyectos de muerte para los pueblos de México y del mundo entero”.
Señala que “empresas de capital privado (nacional e extranjero) son capaces de alinear y corromper a las autoridades para facilitar los procedimientos y así obtener los permisos necesarios para implantarse en nuestros territorios y, al hacerlo, saquean y destruyen nuestros bienes naturales, refuerzan la cultura de impunidad que debilita, aún más, nuestro de por sí vergonzoso ‘Estado de derecho’ al generar despojo, desplazamientos forzados, criminalización de la protesta así como enfermedades, contaminación y muerte en nuestros pueblos que resisten de forma pacífica y desde la defensa de nuestros derechos, los embates de empresas relacionadas con el modelo extractivo minero”.
Porque han vivido en carne propia “los terribles daños y afectaciones a nuestra salud y al medioambiente que las industrias consumidoras del cianuro de sodio de la Chemours Company han ocasionado en todo el territorio nacional”, las comunidades, ejidos, pueblos y organizaciones que integran la REMA llamaron al FUPLDVT a no dejarse engañar ni permitir que sus servidores públicos generen escenarios que favorezcan a estas empresas.
Y a las autoridades “les decimos ¡ya basta! de actuar de forma simulada, ambigua y vacilante, sin ética ni voluntad política para impedir que estas empresas, altamente contaminantes y peligrosas, se instalen en México, afecten nuestra salud y destruyan nuestros bienes naturales, sin sufrir algún tipo de consecuencia por ello. La población del Ejido el Siete, Pueblo Nuevo, ya ha hecho público su manifiesto de ¡NO! al proyecto de muerte “Laguna” de la empresa The Chemours Company”.
El FUPJDVT emitió este viernes un comunicado en el que expresa su firme rechazo a la instalación de la planta de cianuro de The Chemours Company en sus territorio, porque “puede provocar un accidente de dimensiones trágicas” y habría “consecuencias muy graves e irreversibles para nuestras comunidades (…) No nos dejemos engañar cuando vienen a tratar de convencernos con dádivas, argumentando que no será tóxico para nuestros bienes naturales (…) nuestra vida está primero y vamos a luchar por cuidarla”.