Refugiados enfrentan en la calle las altas temperaturas
Por
Gabriela Martínez
Tijuana, 20 de junio.- Con temperaturas que rebasan los 35 grados, al menos unas 30 familias de Guerrero, Michoacán y de Haití tuvieron que pasar la noche sobre una banqueta tapados con cartones y bajo cobijas tendidas en la garita San Ysidro, porque no alcanzaron espacio los refugios de la ciudad.
Las familias son parte de la ola de migrantes mexicanos y extranjeros desplazados por la violencia en sus hogares de origen, que durante el último mes han llegado a Tijuana para pedir asilo político a las autoridades de Estados Unidos, y que mientras esperan han tenido que pernoctar en parques, bodegas y en la calle, mientras los que contaron con más suerte terminaron en algún albergue.
En pleno Día Internacional del Refugiado, que se conmemora este 20 de junio, cientos mujeres, hombres, niños y ancianos de diferentes entidades y de otros países continúan durmiendo en la vía pública a la espera de que alguno de los refugios de migrantes tenga espacio.
Una de los migrantes, Dalia, llegó a la ciudad hace tres semanas; viajó desde el poblado de Lázaro Cárdenas, Michoacán, junto con su hijo y su sobrino, luego de que mataran a su hermano y fuera amenazada de muerte lla también.
“La verdad no esperé que estar aquí fuera a ser tan difícil. Allá nos dijeron que podíamos pedir asilo, pero nadie nos dijo que estaríamos viviendo en la calle ni que esto fuera a tardar tanto, con lluvia, calor, a veces con comida y otras no”.
Narró que las primera tres noches que estuvo en Tijuana, durmió junto son su hijo y su sobrino en el parque ubicado a un costado de la garita San Ysidro, hasta que personal del Grupo Beta los llevó a ellos y al resto de las familias que también pernoctaban en ese sitio a un refugio situado en la colonia Castillo, en donde solo les dieron asilo por tres noches.
Después de eso, un conocido les ofreció una bodega en donde les permitieron dormir y bañarse, aunque solo pudieron quedarse una semana y finalmente terminaron nuevamente en la garita, durmiendo en la intemperie, protegidos con cartones y unas cobijas que coloraron como techo para cubrirse del intenso sol durante el día.
Por su parte, Laura, integrante de otra de las familias que llegaron a esta ciudad en busca de asilo político, llegó hace una semana de Guerrero, junto con sus dos hermanas y su madre, una mujer de 68 años. Refirió que en su estado natal dejaron sobrinos, hermanos y maridos porque no había dinero para trasladarse juntos, y aquellos se quedaron a trabajar y seguir enfrentando la violencia de todos los días.
Asegura que asociaciones civiles les prometieron ir por ellos para darles albergue una vez que se desocupen espacios en los refugios, “pero así como se los llevan, otros (migrantes) llegan para lo mismo. Entonces es de no acabarse. La prioridad es para extranjeros así que aquí estamos, aguantando el calor y el hambre”, señaló.
La vocera de la Coalición Pro Defensa del Migrante, Esmeralda Siu, advirtió que los albergues continúan llenos porque diariamente llegan más grupos de migrantes a la ciudad y cuando apenas se desocupa un espacio en los refugios, ya los llenan de nuevo con las familias recién llegadas.
“Estamos haciendo lo que podemos, pero los lugares como La Casa del Migrantes, Casa Madre Assunta o el Desayunador, están al tope. Poco a poco van desalojando, pero mientras, ya hay otras decenas esperando en la calle por un lugar. Necesitamos apoyo de las autoridades. Estoy segura que esta gente no sabía que estaría en estas condiciones”, lamentó.
http://jornadabc.mx/tijuana/20-06-2016/refugiados-enfrentan-en-la-calle-las-altas-temperaturas