Desagüe de Boleo podría ser causa de muerte de las tortugas, dicen pescadores
Por Rafael Murúa
Pescadores de Santa Rosalía, consultados por El Sudcaliforniano, señalan que la mortandad de tortugas que se registra en Santa Rosalía es atribuible a las altas temperaturas en el agua que provoca el desagüe de la minera El Boleo, empresa que utiliza millones de metros cúbicos de agua de mar para enfriar diversos equipos, y regresa el líquido al Golfo de California con una temperatura por encima de lo normal.
Aunque empírica, la teoría de los pescadores locales toma fuerza luego de que la Profepa diera a conocer en comunicado de prensa que durante la investigación que lleva a cabo esa dependencia federal, en coordinación con otras instituciones, “no se encontraron en los quelonios muertos marcas provocadas por artes de pesca u otro tipo de daño”.
Y es que la mortandad de tortugas se registra justamente cuando los pescadores no usan redes para la captura de escama, y si este fenómeno fuera resultado del calentamiento natural del agua en el golfo, habría muertes en otras partes de la costa del Golfo de California y no es así; solo se presenta en litorales cercanos a la mina de Santa Rosalía.
El Boleo está arrojando agua caliente al mar, y aun cuando no contenga desechos tóxicos, sí estaría impactando, dijo Armando Naranjo, dirigente estatal de la Unión de Pesca y Acuacultura de Baja California Sur y permisionario en el municipio de Mulegé.
En su comunicado, la Profepa señala que se descarta un problema generalizado en el ambiente, existiendo la posibilidad de que las caguamas muertas pudieran haber sido acarreadas a ese lugar por efecto de las corrientes marinas o del viento.
A la fecha, no hay resultados concretos sobre las causas de esta mortandad de tortugas -34 prietas y una golfina-, y la Profepa se ha limitado a emitir una carta en donde se destaca que del total de los organismos localizados en la primera semana de junio, 34 corresponden a la especie de tortuga prieta y uno más a la especie golfina, encuentra a los quelonios en avanzado estado de descomposición durante recorridos terrestres y marinos de la Profepa, Conanp, Conapesca y pescadores del lugar, y se descarta un problema generalizado en el ambiente, existiendo la posibilidad de haber sido acarreados a ese lugar por efecto de las corrientes marinas o del viento.