CASU, danzar para defender la cultura y el agua en Coyoacán
Diana Betanzos
Sábado 14 de mayo, alrededor de las 11:00 am; la lona colocada, las sillas acomodadas en filas, el equipo de sonido: estaba todo listo.
Los primeros asistentes comenzaban a llegar al estacionamiento del CASU (Centro de Artes de Santa Ursula), en donde se llevaría a cabo el octavo encuentro de asambleas de los pedregales.
A lo lejos se ve llegar a la maestra Rebeca. No es necesario que nos diga que es bailarina ni que es la maestra de danza; su andar tan característico, un poco rotado, de bailarines y bailarinas la delata. Casi de forma inmediata Dana, Sofi, Leny, Adriana, Isadora, una a una, sus alumnos y alumnas del taller de danza contemporánea, comienzan a hacerse presentes. También, en primera fila, están ya sentadas algunas niñas, alumnas del taller de ballet acompañadas de sus madres. Todas estudiantes del CASU.
11:20; una patrulla con un par de policías llegan al lugar para informar que el estacionamiento sería ocupado por los vehículos de los asistentes al evento privado que también estaba a punto de iniciar dentro del auditorio del centro de artes.
En ese momento me surgieron un par de dudas:
1.- ¿Por qué usuarios y usuarias del CASU tendrían que presentarse en el estacionamiento del lugar en el que por años se han entrenado?
2 ¿Por qué un espacio que es de y para la comunidad de Santa Úrsula, como lo es el CASU, estaba siendo utilizado por escuelas particulares para eventos privados?
Sin embargo, todo estaba montado, el retirarse no era una opción y el evento en defensa del CASU y de los pedregales de Coyoacán comenzó.
“Este espacio se trata de una conquista social de los vecinos de Santa Úrsula, quienes exigen más espacios para la creatividad y la cultura no para el espectáculo. Por lo mismo, manifestamos que como vecinos, padres de familia y gente cercana al CASU no permitiremos que se denigre este lugar a costa de cacicazgos y abusos por partes de las autoridades” dijo el sr. Juan Segura, vecino de los pedregales de Coyoacán quien también hizo externo su apoyo a la maestra Rebeca Mundo, docente de danza quien recientemente fue cesada de sus actividades en el centro de artes, hecho que califico como injusto y un abuso de poder.
De este modo se dio paso a la presentación del taller de danza contemporánea del CASU. Sofi cargaba a Leny y de pronto en una especie de analogía, detrás de ellas en una de las pancartas, se leía: “la danza es un poema donde cada movimiento es una palabra”. La música se detuvo y con su respiración aún agitada fueron sus voces las que se hicieron escuchar para hablarnos de los desaparecidos, de las desaparecidas, de los feminicidios y de los pueblos que aman y defienden sus tierras. Los aplausos no se hicieron esperar, sin embargo, fueron interrumpidos por una nueva melodía: “nadie se va a morir, la vida toda es nuestro talismán es nuestro manto. Nadie se va a morir, menos ahora que el canto de la patria es nuestro canto” se escuchó.
Finalizaron su presentación con una coreografía dedicada a los 43 estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa. El público y las bailarinas se hicieron uno solo, o una sola para juntos elevar en un grito la exigencia de ¡JUSTICIA!.
Enseguida tomó la palabra la maestra Rebeca y dijo “por esto que acaban de ver es que me corrieron”.
Habló también del proceso de denuncias y quejas levantadas ante la Comisión de Derechos Humanos por la mala administración del espacio, la falta total de mantenimiento en las instalaciones pues los baños siempre están sucios y han identificado plagas de pulgas y chinches, condiciones que imposibilitan el desarrollo de los talleres, así como amenazas y hostigamiento sexual y laboral, pues habían llegado a contar hasta 30 visitas de hombres trabajadores del CASU con celulares que las grababan durante las clases, situación que, obviamente, incomodaba las alumnas. Dentro de las denuncias también estaban incluidos actos de corrupción.
El evento continuó con la participación de un grupo de rock para niños y niñas. Los asistentes más pequeños dejaron sus lugares para pasar al centro a bailar y corear “pies para que los quiero si tengo alas para volar” en una melodía dedicada a la pintora Frida Khalo.
Posteriormente, Natalia Lara, vecina del CASU e integrante de las asambleas del pedregal habló de la trayectoria de lucha en las colonias de los Pedregales de Coyoacán, mencionó que han sido sus habitantes quienes han construido sus viviendas e incluso infraestructuras de agua, drenaje y vialidades con trabajo solidario y comunitario.
“Por eso la ciudad es de quienes la habitamos porque nosotros la construimos” agregó.
Explicó también dos temas que han unido a los vecinos de los pedregales de Coyoacán en su lucha: el derecho al agua y la defensa de su territorio. Respecto al primero dijo que el derecho al agua se les está siendo negado, pues la extracción de este en el acuífero ubicado en Avenida Azteca se está haciendo únicamente para el drenaje, así como diversas denuncias e incumplimientos a las normas del plan de manejo y salvaguarda de áreas verdes, derribo de árboles y factibilidad de servicio que afectan el suministro de agua. Sobre la defensa del territorio mencionó que las construcciones continúan intensificándose en casi toda la delegación y que el tema en contra de la ZODES Ciudad del Futuro continúa latente.
No sé si el evento que simultáneamente se realizaba al interior de las instalaciones del CASU no resultó lo suficiente atractivo, lo cierto es que el número de personas que escuchaban y apreciaban lo que sucedía en el octavo encuentro de asambleas de los pedregales de Coyoacán se había prácticamente duplicado y eso me hacía pensar que tal vez aquellos otros asistentes también eran vecinos y vecinas y que se interesaban por lo que ocurre en su comunidad, y que la cultura y el arte son expresiones invaluables que transforman, humanizan y hermanan.
Finalmente llegó el turno de ver a la compañía danzariega, todas bailarinas de folklor, pero que no bailaban el folklor estereotipado al que todos referimos. La sorpresa fue grande y grata: su propuesta era ya una de revolución, sones, risas, tarimas, complicidad, veladoras, gritos, y hasta llantos en una coreografía titulada Pero esta… es una voz en marcha, la cual nos recordaba, textualmente, algo que ahí mismo, en todo lo que sucedía, era enunciado, “hay que aprender a resistir, ni a irse ni a quedarse, a resistir”.
http://www.masde131.com/2016/05/casu-danzar-para-defender-la-cultura-y-el-agua-en-coyoacan/