No son muertas ¡Son asesinadas!

Por Elizabeth Salander

Este sábado 5 de marzo, marcharon por las calles del centro de Guadalajara cientos de mujeres trabajadoras de la maquila, de las fábricas, de las aulas, del hogar y de la calle, por el rechazo al trabajo jerárquico, al acoso, la violencia y el feminicidio.

La iniciativa lleva 2 años en curso: salir a las calles para levantar la voz contra la violencia de género y especialmente contra las mujeres. La marcha conmemorativa del Día de la Mujer, a celebrarse el 8 de marzo, ha sido reivindicada como una estrategia para para exigir seguridad y alto a los feminicidios, ya que hay una violencia sistemática que se ha reforzado desde 2012, cuando se registraron 154 feminicidios en el estado, desde entonces las cifras no son menores de 130 asesinatos de compañeras cada año. De acuerdo con los datos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, en 2015, perdieron la vida de manera violenta 150 mujeres en todo el estado, 62 asesinatos ocurrieron del 20 de agosto de 2015 al 3 de febrero de 2016.

Bajo este clima, las colectivas como Calle sin acoso, Cuerpos parlantes, Dedesser, Cladem Femibici y Batukada Feminista, han denunciado las desapariciones, el acoso, la violencia en las calles, la casa y lugares de trabajo y los asesinatos de compañeras, por lo que, han exigido la activación de la Alerta de Género en el estado de Jalisco. No obstante, quienes han llevado la negociación a nivel gubernamental han sido «expertos» e instituciones en lo que se denominó el Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario (GIM), dependiente del Consejo Estatal para Prevenir, Atender y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CAPAEVIM).

La Alerta de Violencia Contra las Mujeres para Jalisco fue emitida el 8 de febrero de 2016, para los municipios de Guadalajara, Zapopan, San Pedro Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco de Zúñiga, El Salto, Puerto Vallarta y Ameca. El paquete de medidas de seguridad consta de 15 acciones concretas, con un presupuesto etiquetado por 25.6 millones de pesos. Entre las acciones de urgente aplicación está la implementación del Protocolo Alba que consiste en crear una unidad de reacción y búsqueda inmediata de mujeres y niñas desaparecidas, fortalecer la vigilancia y patrullaje policial en zonas de riesgo y la generación de un área especializada en el teléfono 066.

Luego de un mes de la emisión de la Alerta, las reacciones y situación de las mujeres ha sido adversa, pues «con esta alerta al parecer nos quieren dar un mensaje de que nos van a cuidar y de que somos el corazón de los hogares, pero no somos el corazón de nadie, ni pertenecemos a los hogares, somos personas y somos mujeres que nos organizamos, por eso el hashtag es #YoVoy8DeMarzo #NosotrasPorNosotras, nos explicó Citlali en entrevista para SubVersiones Gdl. Los mensajes del gobierno estatal mantienen un lenguaje en el que se sigue tratando a las mujeres como «nuestras» mujeres y «las vamos a cuidar», que denota el paternalismo y machismo mexicano.

Por estás razones, la marcha de este 5 de marzo no fue sólo una conmemoración, sino una reformulación del mensaje estatal, bajo las consignas «¡Va a caer, va a caer, el machismo va a caer!» «¡No necesitamos un estado paternalista!» «¡No necesitamos que nos cuiden, nos tutelen, nos sigan viendo como víctimas!». Reclamos que se suman al enfado y desesperación nacional por el genocidio y desaparición de nuestra gente, así que se sumaron a la marcha familiares de víctimas de feminicidio y desaparecidas gritando «¡Justicia para Betzabé!» «¡Justicia para Imelda!» «¡Justicia para Gaby!» «¡No son muertas, son asesinadas!» «¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!».

Esta marcha, acompañada con tambores reciclados, cazuelas, mantas, carteles, disfraces, mariposas y un color morado que sobresalía en los atuendos femeninos, fue recibida con ojos y oídos atentos, los turistas y peatones que transitaban por la avenida Juárez se detuvieron con asombro para escuchar las consignas, leer las pancartas y mirar la rabia de nuestras compañeras. Al llegar al Parque Revolución, el contingente realizó un pequeño mitin en el que se expusieron datos sobre las víctimas de feminicidio, sobre la Alerta de Violencia contra las Mujeres y el Protocolo Alba, así como una mención sobre el asesinato de Berta Cáceres defensora del territorio y la vida en las comunidades indígenas de Honduras.

Las palabras finales, emotivas y llenas de coraje, nos recuerdan que la recuperación de nuestras corporalidades, nuestras mentes y nuestras afectividades son un trabajo colectivo en el que organizadas podemos seguir luchando. Nosotras por nosotras, con el apoyo y la solidaridad para lxs familiares de las víctimas y desaparecidxs se refrenda un compromiso por mantenernos juntas, porque no estamos solas y ¡vivas nos queremos!

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