Cuautla en pie de lucha contra el Proyecto Integral Morelos
Teodoro Lavín León
El Diarío de Morelos
Un grupo de miembros del Ejido de Cuautla se dirigió a su servidor para solicitarle la publicación de lo que ellos llaman la imposición del gobierno para el uso del agua del balneario ejidal “El Almeal”, situado en medio de la capital histórica del estado.
Dicho balneario se construyó en la época de don Felipe Rivera Crespo y el proyecto lo realizó la Secretaría de Desarrollo Económico, que presidia el licenciado Ángel Ventura Valle; el encargado de realizar el proyecto fue el licenciado Ernesto Treviño Santos (q.e.p.d.), en aquella época director de Planeación Económica y Control del Gasto Público. Ahora, el presidente del comisariado ejidal se mostró molesto por la manera en que el pasado día 4 habían realizado actos las autoridades del Gobierno del Estado y de la CFE, a donde sólo invitaron a una parte de los ejidatarios en segunda convocatoria, lo que desató la furia de los que no fueron convocados. La falta de sensibilidad política de las autoridades está creando un problema que podría repercutir en un movimiento de proporciones inimaginables, ya que la convocatoria sólo la hicieron colocando una invitación fuera de su oficina y no con el tradicional perifoneo.
El presidente del Comisariado Barranco García mandó cerrar las rejas de las instalaciones del auditorio ejidal, prácticamente corriendo a los reporteros, pidiéndoles que regresaran en dos horas para darles información; el grupo de los campesinos que acudió señala que las autoridades estatales también se hicieron rosca para que los reporteros no entraran a la asamblea del Proyecto Integral Morelos, que comprende la central de ciclo combinado de la termoeléctrica de Huexca, ocasionando sospechas sobre la venta del agua de los ejidatarios. En esta reunión también estuvieron los presidentes de los ejidos Gabriel Tepepa, El Hospital, Otilio Montaño, Tetelcingo, Calderón, Casasano, Cuautlixco y Eusebio Jáuregui, quienes de manera conjunta con el de Cuautla deben dar la autorización de dotar de agua de manantiales, canales y veneros a la Comisión Federal de Electricidad, específicamente a la termoeléctrica de Huexca.
Nos señalan que la asamblea se convirtió en una cena de negros, donde se calentaron los ánimos de los 250 campesinos presentes, pertenecientes primordialmente al núcleo de campesinos de Cuautla, quienes se opusieron, a pesar de la insistencia de las autoridades, a tomar una determinación sobre el uso del agua, por lo que se nombró una comisión de campesinos, primordialmente de los que usan el río Cuautla, y Asurco, que recibirán toda la documentación para determinar si se dota a la central de ciclo combinado del agua de la zona.
Al parecer, la situación estuvo tan mal manejada que la falta de la función real de la política ha creado un verdadero problema entre los ejidatarios; el gobierno tiene todos los hilos y la termoeléctrica es un buen proyecto, en lo que los campesinos no están de acuerdo es que no se les tome a ellos en cuenta y los beneficios sean para los ejidatarios, nada más como siempre lo hace el gobierno: lo ancho para un lado y angosto para el pueblo.
Los medios nacionales ya están en el juego, y la semana pasada la versión que corrió fue la siguiente: que el Gobierno del Estado realizó una reunión con líderes de al menos nueve ejidos de esta región y los comprometió -a cambio de promesa de pago económico y obra pública- a dotar del agua suficiente para echar a andar, a más tardar en diciembre, la termoeléctrica de ciclo combinado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ubicada en Huexca, Municipio de Yecapixtla.
El conflicto es claro después de la asamblea realizada en Apatlaco, en Ayala, en la que campesinos y usuarios del río Cuautla reiteraron su negativa a dotar del vital líquido a la planta, y el mismo día en que se realizó el Segundo Congreso de Pueblos de Morelos, donde se anunció un plan de acción contra el Proyecto Integral Morelos (PIM), el Gobierno del Estado echó a andar su plan B para conseguir agua para las turbinas de la termoeléctrica.
El proyecto necesita al menos 500 litros de agua por segundo para completar el ciclo productor de energía eléctrica y para enfriar las turbinas de la planta, para evitar que éstas estallen. Sin embargo, los usuarios del río Cuautla ubicados al sur, en los municipios de Ayala y Tlaltizapán, dependen del agua del afluente y de la planta de tratamiento que se encuentra en Apatlaco para lograr sus cultivos. Así que instalaron un campamento en esa comunidad del Municipio de Ayala para evitar que se termine la conexión de un acueducto entre el afluente y la planta termoeléctrica de Huexca. Para concluir esta conexión, faltan 400 metros. En materia jurídica, los ejidatarios inconformes consiguieron un amparo que les otorgó la suspensión definitiva contra cualquier obra que afecte su dotación de agua para cultivos.
Así que ahora, ante la negativa de estos campesinos, el gobierno recurrió a los ejidatarios de Cuautla, al norte de Ayala, para conseguir el vital líquido. Por ello realizaron esta reunión. Grave, ¿no cree usted?