Calla «misteriosamente» Rubén Moreira ante el ataque a campesinos de Cuatrociénegas
*** Repudian coahuilenses el artero atentado contra familias y bienes.-
*** Demandan intervención de Peña Nieto para detener a responsables de incendiar casas, escuela, centro de salud, iglesia y matar animales.-
*** Tierras son ricas en minerales; es factible la explotación de mármol y de minas de oro y plata.-
Cuatrociénegas, Coah.- Miles de coahuilenses externaron su repudio por el ataque que sufrieron los campesinos del ejido Gabino Vázquez, de este municipio, y exigieron la intervención del Presidente Enrique Peña Nieto a fin de que el gobernador deje de proteger a los responsables y se ordene la inmediata devolución de las tierras a sus legítimos propietarios así como la reconstrucción de viviendas.
A través de las redes sociales, los ciudadanos, tras conocer la noticia en torno a la forma en que sicarios llegaron al citado ejido protegidos por las sombras de la noche y a punta de armas de grueso calibre primero sacaron a las familias de sus casas para después incendiar casas, clínica, escuela, centro de usos múltiples, iglesia, enseres, y dar muerte a animales de granja, demandaron del gobernador Rubén Moreira deje su irresponsable actitud a un lado y como autoridad devuelva sus tierras a los ejidatarios.
También pidieron la intervención de organizaciones de derechos humanos en México e internacionales para que tomen cartas en el asunto para que demanden la detención de los responsables materiales e intelectuales de los atropellos que sufrieron los ejidatatarios.
TIERRAS RICAS EN MINERALES
El despojo del que fueron objeto los ejidatarios de Gabino Vázquez tiene la finalidad de iniciar la explotación minera de esas tierras, más de 90 mil hectáreas.
De acuerdo con los campesinos, en ellas es factible de explotación una serie de yacimientos de mármol de calidad superior al que actualmente se produce en Coahuila.
También se detectaron vetas de algunos minerales, entre ellos oro, plata y cobre, razón por la que a los empresarios les urgía echar de sus tierras a los ejidatarios.
Para cumplir su objetivo, los empresarios compraron conciencias e inclusive se señala que el mismo gobernador de Coahuila, quien, «extrañamente» ha guardado silencio ante estos hechos, participa en el reparto de esas riquezas minerales.