Feminicidio contra madre de tres menores en Edomex, denunciado ante la CIDH

ANAIZ ZAMORA MÁRQUEZ

MÉXICO, D.F. (apro-cimac).- María Antonia Márquez Hernández pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) revisar el caso de su hija, Nadia Alejandra Muciño Márquez, quien fue asesinada en 2004 en el Estado de México a manos de su entonces pareja, Bernardo López Gutiérrez, y de su cuñado, Isidro López Gutiérrez, “El Matute”.

La madre –a quien la exigencia de justicia la ha transformado en defensora de Derechos Humanos (DH)– pidió a las y los comisionados de la CIDH –que hoy concluyeron su visita de cinco días a México– revisar el caso de Nadia, ya que a lo largo de 11 años las autoridades mexiquenses se han mostrado “incompetentes y negligentes” para resolverlo, lo que también ha dejado a los tres hijos de la víctima en desprotección.

Desde el lunes pasado hasta hoy, una delegación de la CIDH, integrada entre otras por su presidenta Rose-Marie Belle Antoine; las comisionadas Tracy Robinson y Rosa María Ortiz, y el secretario ejecutivo Emilio Álvarez Icaza, visitó nuestro país a fin de observar la situación de los DH, con particular énfasis en las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas y la tortura.

En entrevista, María Antonia Márquez relató que este lunes ella, en compañía de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), así como de otras víctimas de feminicidio, acudió a una de las reuniones que la delegación de la CIDH sostuvo con activistas y defensoras, y pudo narrar lo sucedido a su hija y pedir que el mecanismo de la Organización de Estados Americanos (OEA) analice el caso.

La madre relató que Nadia fue asesinada el 24 de febrero de 2004 en presencia de sus tres hijos, que en ese momento tenían cinco, cuatro y dos años de edad, respectivamente, y que las investigaciones estuvieron plagadas de fallas e irregularidades. La joven tenía 24 años.

María Antonia Márquez detalló a la comitiva de la CIDH que las autoridades judiciales extraviaron, dentro de las propias instalaciones de la Procuraduría mexiquense, elementos de prueba y permitieron que “se rompiera la cadena de custodia” para que dos días después se incinerara toda evidencia en el lugar de los hechos.

Además el perito de criminalística Michel Aceff Sánchez, responsable de la desaparición de los objetos de prueba, dictaminó que la muerte de Nadia fue producto de un “suicidio”, a pesar de que sus nietos declararon ante las autoridades haber presenciado que su tío y su padre habían asesinado a su madre.

Después de tres años fue detenido “El Matute”, y la Primera Sala Colegiada de Tlalnepantla le ratificó auto de formal prisión sustentándose en las declaraciones de los niños.

Sin embargo, en febrero de 2010 quedó en libertad luego de que la misma Sala Colegiada y los mismos magistrados descalificaran los testimonios de los menores de edad, argumentando “que eran fantasiosos y que eran incapaces de distinguir una verdad de una fantasía” (www.cimacnoticias.com.mx/node/68816).

Por otro lado, el 14 junio de 2012 fue detenido Bernardo López (pareja de Nadia), quien en prisión enfrenta un juicio en su contra, pero no ha sido sentenciado debido a que a la fecha no se han presentado los testigos ofrecidos por la defensa, pese a existir una sentencia de amparo por el “retardo injustificado del proceso”.

Ante la negligencia de las autoridades, María Antonia ha abierto varios procesos en contra del personal judicial involucrado en el caso, el cual a decir de la madre “violó nuestro derecho al acceso a la justicia y verdad, poniendo a mi familia en riesgo”.

La mujer confió en que la CIDH emita una recomendación al Estado mexicano para sancionar a los funcionarios negligentes y realizar una nueva investigación de los hechos.

Márquez Hernández precisó que la comisionada Rosa María Ortiz manifestó su respaldo a su exigencia de justicia, dándole el pésame por los hechos y prometiéndole que haría todo lo posible por revisar el caso.

“Son mi última esperanza de poder encontrar justicia, ya que aquí en mi país se me negó el derecho a la verdad y la justicia, y realmente no quiero esperar a la justicia divina”, expresó la ahora activista.

Abundó que confía en que la CIDH haga eco de su petición, pues al menos durante la reunión el tema del feminicidio en México –observó María Antonia– “no tuvo mucha relevancia”, pues las exposiciones se basaron en trata y desaparición, dejando a las víctimas de este delito “muy poco tiempo” para exponer sus casos.

La madre de Nadia entregó hoy a la comisionada Ortiz, también relatora sobre los Derechos de la Niñez de la CIDH, una carta en la que le vuelve a relatar los hechos y le insiste en que revise el caso de su hija.

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