Muertos por todos lados

Zona Centro.- A pesar de los esfuerzos del gobierno por mantener la tranquilidad de los veracruzanos, la zona centro de la entidad se ha convertido en los últimos una zona de terror, debido a los múltiples homicidios que se han registrado en lo que va del año, en una racha que parece no tener fin, en un escenario donde las autoridades y cuerpos policiacos preventivos resultan insuficientes para enfrentar este que se ha convertido ya en una suerte de desastre social.

Díez cuerpos, la mayoría de personas ejecutadas, tiradas a orilla de carretera, fueron encontrados en los últimos días en la región de Huatusco y Totutla; al menos dos personas asesinadas en asaltos, entre ellos un taxista cordobés; cinco feminicidios en Córdoba y municipios aledaños; dos cuerpos hallados putrefactos, flotando en las aguas del río Blanco, conforman en panorama que por ahora mantiene preocupada a la población.

Al menos tres de las víctimas que aparecieron en la región de Córdoba el mes pasado, fueron identificados como ciudadanos de Orizaba, donde en los últimos meses grupos criminales han lanzado amenazas públicas, a través de mantas, donde denuncian la existencia de células delincuenciales, protegidas por cuerpos policiacos.

Carpetas de investigación, expedientes, inspecciones oculares, necrocirugías, interrogatorios a familiares de víctimas, son por lo general las acciones que emprenden las autoridades, quienes al cabo de unos días arrumban las indagatorias, porque surgen nuevos asuntos que requieren ser atendidos y así los casos se van quedando en el olvido.

A su vez, las distintas corporaciones policiacas, encargadas de prevenir el delito, han resultado prácticamente incapaces de prevenir los hechos violentos, en los que decenas de personas han perdido la vida, ya que tan sólo en Córdoba se estima que en promedio existe un policía por cada 800 habitantes. Además, a diferencia de otros años, ya no se notan las acciones preventivas como, por ejemplo, operativos de despistolización en bares y cantinas, así como retenes carreteros para detectar tráfico de armas.

CASOS RECIENTES QUE HAN IMPACTADO EN LA SOCIEDAD

El jueves 10, un joven de entre de 30 y 36 años fue hallado muerto a 30 metros de la carretera Totutla-Xalapa a la altura de un lugar denominado “Chavala”, donde han sido encontrados cerca de diez cuerpos en los últimos días y, aunque algunas de personas han muerto en circunstancias desconocidas, la mayoría han sido por causas violentas.

Tan sólo entre el viernes y el sábado pasados dos hombres ejecutados fueron encontrados en parajes, a orilla de carretera, y según los pobladores se teme que sigan apareciendo más víctimas.

El primer cuerpo tenía dos bolsas de plástico en la cabeza, una de ellas color negra y otra transparente, además de cinta en la nariz y boca, en apreciaciones preliminares pudieron ocasionarle asfixia privándolo de la vida. Además trascendió que el cadáver presentaba golpes en todo el cuerpo. Tenía playera azul marina, con rayas blancas a los costados, un pantalón corto color rojo con franjas grises a los costados, calcetines negros, cabello corto negro, complexión media y estatura de 1.65 aproximadamente, piel morena clara, no tenía tatuaje, ni cicatrices evidentes.

Al día siguiente, en la misma zona fue hallado otro cadáver, que presentaba una bolsa de plástico en la cabeza fijada con cinta adhesiva, la que presuntamente le causó asfixia. Los cuerpos con aparentes signos de tortura, fueron ubicados a 20 metros de la carretera estatal Totutla-Xalapa.

Este nuevo hallazgo ocurrió en un lugar conocido como La Laja o Muralla de La Laja, antes de llegar a la comunidad de Pinillos, perteneciente a Tlaltetela. La víctima tenía short azul, playera blanca, calcetines color gris con un rombo naranja, sin zapatos, estatura 1.65 metros, de entre 40 y 45 años, de tez morena, de complexión robusta

El pasado viernes taxista 11 fue asesinado a puñaladas el taxista Cesáreo Mendoza López, quien tenía 53 años y vivía en la localidad Monte Blanco, del municipio de Fortín, a manos de presuntos asaltantes que lo interceptaron en el camino Xocotla-Chocamán, a la altura de la localidad Tetla, donde su cuerpo fue hallado en su vehículo y a pesar de las movilizaciones policiacas, los asesinos no fueron detenidos.

Era conductor del taxi número 1344 de Córdoba, propiedad de Joel Arciniega Domínguez, vecino de la unidad habitacional San José de Abajo, en Córdoba. El crimen fue la madrugada del viernes, cuando la víctima llevó un viaje a la localidad de Tetla, municipio de Chocamán, de donde ya no regresó, siendo ya por la mañana cuando pobladores encontraron el automóvil con el taxista asesinado, por múltiples heridas.

MÁS FEMINICIDIOS EN LA ZONA, COMO EN NINGÚN OTRO AÑO

El último caso de feminicidio que se ha conocido es el de una mujer, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado viernes, sobre unas rocas del Rio Blanco, a la altura de la localidad de Coapichapa perteneciente al municipio de Fortín, la cual se presume que fue arrojada desde la barranca de San Miguel, en la carretera federal Fortín-Orizaba.

Hasta ahora, las autoridades ministeriales investigan los hechos, pero no han logrado ni siquiera establecer la identidad de la víctima, que podría ser de un municipio aledaño, como Orizaba, de donde han resultado ser varias de las víctimas ejecutadas que han aparecido en la zona, como la pareja de jóvenes que aparecieron en Potrero Nuevo y el cuerpo encontrado en el río Blanco, a la altura del rancho “El Jarocho”, cerca de Tres Encinos en Cuitláhuac.

El hallazgo de esta última víctima lo hicieron vecinos de la localidad de Coapichapa, cuando recorrían la ribera del río, y notaron que en una piedra del afluente sobresalían las piernas y brazos de la víctima, que sólo tenía ropa interior, por lo que dieron parte a las autoridades.

Apenas el miércoles 9, una joven de 18 años, comerciante del mercado “La Garza”, fue ejecutada de un balazo, a manos de un sujeto que logró escapar, en la calle 12, entre calles 12 y 14, de la colonia Los Filtros.

Elvia Selena Ramírez Gómez, era una joven con aspiraciones de ver prosperar su negocio de venta de teléfonos celulares, y de destacar en el deporte, ya que le apasionaba jugar futbol pero sus objetivos fueron truncados por una bala, y en menos de 36 horas, la joven quedó enterrada, junto con sus ideales.

A este crimen le antecedieron otros feminicidios, como el de María de Lourdes Martínez Sánchez, de 20 años, vecina de Cuitláhuac, cuyo cuerpo fue localizado el 10 de agosto pasado en una finca rodeada de cañales, de la colonia Manuel León o San José de Gracia, perteneciente al municipio de Amatlán de los Reyes.
Esta víctima fue degollada, arrastrada y cubierta con hojas secas.

Asimismo, el domingo 23 de agosto, la estudiante Marisol Merino Agustín, de 22 años, originaria de Oaxaca y estudiante de Centro de Estudios Universitarios (CEUNI) de Córdoba, y quien fuera pareja sentimental del presidente de la asociación “Voces del Sol”, en Fortín, Abelardo Bello Báez, fue asesinada de 17 puñaladas, en el interior de su domicilio del fraccionamiento Los Encinos, en el municipio de Fortín.

Posteriormente, el lunes 31 de agosto, en un pozo ubicado en un terreno entre el ejido 20 de Noviembre y Zacatepec, fue localizado el cuerpo de una quinceañera, que tenía cinco días de desaparecida.

El cadáver de la jovencita, vecina de la colonia San Pedro, fue hallado en el interior de un pozo, donde fue arrojada tras haber sido violada y asesinada a golpes; horas después, el cuerpo de la menor fue trasladado al estado de Puebla, de donde llegó junto con su familia hace algunos años.

El martes 1 de septiembre se conoció un nuevo feminicidio. El cuerpo de la sexo servidora Rosa Escamirosa Salas, de 34 años, vecina de la localidad Cuauhtémoc, apareció en un arroyo de aguas negras de la colonia Santa Cruz Buenavista de Córdoba, la cual presentaba al menos tres puñaladas en el abdomen y traumatismo de cráneo, provocado al ser golpeada con un tubo.
Por este caso, las autoridades detuvieron y presentaron a un velador de una pensión de tráileres, el cual confesó haber matado a la mujer, luego de contactarla para solicitarle sus servicios, pero tras discutir la asesinó y la tiró al arroyo.

Un caso más fue el que ocurrió el domingo 7, en la ciudad de Nogales, en la región de Orizaba, donde un sujeto apuñaló y mató una mesera en la cantina “Los Arenales”, luego someterla para obligarla a quitarse la su ropa, para violarla. La fallecida fue Adriana García Ponce, de 35 Años, quien vivía en Zongolica y trabajaba como encargada del mencionado bar, ubicado en la colonia El Mirador.

REPUDIO POR FEMINICIDIOS EN LA ZONA CENTRO

Desde el pasado 24 de agosto asociación “Mujeres con Derechos Córdoba, A.C.”, lamentó que la ola de violencia que se gesta en la zona esté arrastrando a varias mujeres, algunas de las cuales han sido asesinadas y otras gravemente lesionadas en distintas circunstancias.

Margarita Moreno Castro, presidenta de la asociación que aglutina a unas 3 mil mujeres de varios municipios de la zona centro, pidió al gobierno estatal que en lugar de seguir expidiendo leyes de protección a la mujer, se apliquen las ya existentes, pero además, señaló que es necesario abatir la corrupción que se da en los distintos niveles de procuración e impartición de justicia, lo que orilla que muchas mujeres víctimas del delito, o sus familiares, guarden silencio y los casos queden en el anonimato.

Desafortunadamente, dijo, “el problema sigue siendo preocupante, la cámara de diputados tiene una nueva ley de protección para la mujer, pero a mí me gustaría proponerle al gobernador –Javier Duarte de Ochoa- que más que expedir una nueva ley, se apliquen las que ya existen, necesitamos una impartición de justicia pronta y expedita”.

Criticó que en casos de violencia las amenazas no procedan, ”las mujeres llegan a la subprocuraduría a denunciar amenazas y les dicen que no proceden, -los funcionarios- quieren ver a las mujeres golpeadas para que después todos hagamos alarde de la muerte de esas mujeres. Aquí lo que hay que ver es la intervención de las autoridades, la no corrupción porque hay mucha corrupción, en la aplicación de la justicia hay mucha lentitud, hay mujeres que dicen que no denuncian porque delante de su caso hay muchos más, por lo que tienen que desistir e irse”.

Consideró que “por situaciones como esta es que se cometen feminicidios por donde quiera, aparte falta lo que no vemos, lo que se determina como otro tipo de asesinato”.

Admitió que “tenemos muchos casos que son atendidos psicológicamente y jurídicamente, las víctimas no quieren denunciar por temor a represalias, por la carencia de un abogado y de dinero, es una serie de situaciones que impide tener estadísticas reales porque se ocultan muchas cosas”.

Precisó que en la asociación, se ha atendido a familiares de víctimas muy cercanas de víctimas de secuestros, de asesinatos de mujeres, pacientes que son atendidos en el área de psicología, por el trauma que esto representa.

Por eso, instó a la ciudadanía que denuncie cualquier indicio de agresión contra las mujeres, para que las autoridades apliquen la justicia.

También aceptó que como asociación están valorando pronunciarse contra la violencia, aunque los familiares no quieren hablar porque tienen miedo, “pero lo que está sucediendo es preocupante y lamentable, las mujeres nos sentimos desamparadas”.

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