Ni modo, inevitables, feminicidios en Veracruz
Zona centro.- La ola de violencia que se gesta en Córdoba y varios municipios de la región desde hace tres años ha terminado con la vida de más de 20 mujeres, asesinadas en distintas circunstancias y por varios motivos; desde crímenes pasionales, hasta agresiones a manos de delincuentes y también ejecuciones atribuidas al crimen organizado son las que se han registrado en la zona.
Los cuerpos, encontrados en predios baldíos, cafetales, cañaverales, a orillas de carretera, incluso en las casas de las víctimas, ha generado ya una psicosis entre la población, lo que se ve alimentado por incapacidad de las autoridades para esclarecer los hechos.
Aunado a esta situación, otras féminas han logrado salvar la vida ante los ataques, y sólo en algunos casos los autores de los atentados han sido identificados y detenidos.
Ante este clima de terror, tanto la iglesia como organizaciones civiles se han pronunciado para exigir justicia, para pedir que las autoridades competentes hagan algo para atenuar esta situación.
Los ataques contra las mujeres se han mantenido en los últimos meses; desde el año 2012, crímenes de mujeres, tanto en Córdoba, como en municipios aledaños como Atoyac, Cuitláhuac, Naranjal, Fortín y Huatusco; algunas de las víctimas, son jovencitas que fueron violadas y asesinadas, cuyos cuerpos aparecieron maniatados y amordazados.
De todos los casos, la Fiscalía General de Justicia abrió expedientes en sus distintas agencias, pero sólo algunos casos fueron esclarecidos, mientras que otros poco a poco han ido quedando en el olvido, y sólo han llamado la atención de las autoridades cuando surgen movilizaciones sociales, que en el caso de una estudiante de Córdoba, obligó al gobierno a ofrecer una recompensa de hasta 1 millón de pesos, lo que de nada ha servido, aun cuando el volante con la recompensa ha sido publicado en varios municipios.
A pesar de que el nuevo sistema de justicia penal acusatoria impide a los funcionarios, agentes y peritos criminalistas divulgar los avances de las investigaciones realizadas en cada caso, fuentes apegadas al desarrollo de algunos homicidios, indican que la mayoría de los casos sólo se investigan durante los días en que ocurren los crímenes, dos o tres días cuando mucho y luego las boletas de investigación son archivadas, ya que mientras se investiga un caso, surgen otros que requieren la atención del personal ministerial, que por si fuera poco resulta insuficiente.
ALGUNOS CASOS DE ESTE AÑO
El pasado 13 de julio, en el municipio de Cuitláhuac, fue encontrado el cadáver de una mujer que yacía abajo de un puente, en el camino que va de la comunidad El Cuajilote a la carretera federal a Córdoba-Veracruz.
El cuerpo presentaba las manos atadas a la espalda y al parecer tenía varios días de haber estado al fondo de un barranco, por lo que ya se encontraba en estado de descomposición. Se cree que la víctima fue arrojada a más de 12 metros de profundidad, donde llevaba entre tres y cuatro días, y se hallaba en estado de descomposición. La mujer no tenía cabello, vestía pantalón de mezclilla azul, blusa verde y estaba descalza.
Luego, a inicios del presente mes, la mesera Susana del Carmen Zaldívar Hernández, de 35 años, fue atacada a puñaladas y quedó grave; pero sobrevivió, en una vecindad de la avenida 10 entre calles 15 y 17, del barrio de San Miguel, en Córdoba.
El sujeto que la ultrajó y lesionó, también acuchilló y mató a su pareja, el herrero Julio Cesar Ricter García, de 45 años.
Ambos, fueron encontrados maniatados, con lesiones en la cabeza, el pecho y las extremidades. Ese día, las autoridades presentaron a un sujeto como probable responsable de estos hechos.
Una semana después, el 10 de agosto, una mujer fue torturada y degollada, en unos cafetales y cañaverales de la congregación Manuel León, mejor conocida como San José de Gracia, del municipio de Amatlán de los Reyes.
Ese día, en Yanga, a unos siete kilómetros del lugar del crimen, se encontraban altos mandos de la VIII Delegación Regional de Seguridad Pública con base en Fortín, reunidos con el presidente municipal de Yanga, Gerson Morales Villanos, y la diputada local por el distrito de Tierra Blanca, Marcela Aguilera Landeta, con motivo de la feria de la seguridad, donde fueron expuestos los modelos más sofisticados de patrullas, tanquetas, armamento y equipo antimotines para prevenir el delito.
De ahí los altos mandos de la SSP tuvieron que abandonar el evento para ir al lugar del feminicidio. Enmedio de una finca y los cañales, yacía tapado con hojarascas el cuerpo de María de Lourdes Martínez Sánchez, de 20 años, originaria y vecina de Cuitláhuac, la cual tenía una blusa blanca, pantalón de mezclilla y unos zapatos tenis color azul.
La víctima presentó huellas golpes en la cabeza, espalda, los brazos y las piernas, pero también fue degollada. El cuerpo, fue identificado por su esposo Arturo Ortega, quien dijo no tener sospechas sobre el móvil del crimen y el autor del homicidio.
Asimismo, el viernes 21 de agosto, el mercado “La Garza”, ubicado en la avenida 7 y calle 11 de Córdoba, volvió a ser escenario de hechos sangrientos, luego de que un sujeto disparó contra una pareja de comerciantes, que se encontraban en un local de venta de muñecos de peluche. Pamela Soto Moncada y Elías Yamil Hernández Hernández, de 19 años, se estaban en el local 53, donde fueron sorprendidos por el agresor, quien llegó y sin mediar palabra les disparó. Ella resultó una herida en el cuello y él con un impacto de bala en un brazo.
La Policía Estatal, que constantemente resguarda esa zona, acordonó la zona del atentado, y emprendió la búsqueda del presunto agresor, que se dio a la fuga en un taxi que lo esperaba sobre la avenida 7. Pamela, tras recibir atención médica, fue canalizada al Hospital Regional de Rio Blanco debido a que se complicó su estado de salud, ya que el balazo que presentó en la cabeza le causó una lesión medular, por lo que se encuentra en el área de terapia intensiva de dicho nosocomio, aparentemente con muerte cerebral.
EJECUTAN A ESPOSA Y MADRE DE LÍDER CAÑERO, EN CUITLÁHUAC
El pasado jueves 20, fueron asesinadas a balazos la esposa y la madre del presidente de la Unión Cañera Independiente (UCI) del ingenio San José de Abajo, Jesús Espinoza Guzmán, quien también resultó herido tras el ataque a manos de desconocidos, en la localidad La Luz, en Cuitláhuac.
Guzmán Espinoza se encontraba en su casa, ubicada en el kilómetro 33 de la carretera federal Córdoba- Veracruz, en el poblado La Luz, donde también estaba su esposa Miriam Morgado Espinosa y su madre Rosalina Guzmán Trejo, de 27 y 70 años respectivamente.
Hasta ese lugar llegaron varios sujetos con pistolas, en una camioneta Dodge-Dakota, color azul, y al ingresar a la casa dispararon contra el dirigente cañero y su familia, matando a su mujer y a su madre, mientras que él quedó herido de gravedad.
MATAN A PAREJA DE COLABORADOR DE ARTURO BERMÚDEZ ZURITA
En el fraccionamiento Los Encinos, del municipio de Fortín, fue asesinada de al menos quince puñaladas Marisol Merino Agustín, de 22 años, cuyo cuerpo fue encontrado la noche del domingo.
Informes obtenidos indicaron que el cuerpo yacía en el interior de una vivienda, ubicada en la privada de la avenida 9 Oriente, entre calles 11 y 13, del referido lugar, donde fue hallado por la pareja de la víctima, Abelardo Bello Báez, de 47 años, colaborador de Secretaría de Seguridad Pública y además miembro activo de la fundación priista “Voces del Sol”, asentada en el mismo municipio.
Elementos de la Policía Estatal se trasladaron al lugar, donde encontraron a la joven asesinada, y al dialogar con vecinos, establecieron que la mujer sólo llegaba los fines de semana a ese lugar. Las autoridades guardaron hermetismo sobre el caso y bloquearon el paso en varias cuadras para impedir el paso de curiosos y reporteros, mientras el fiscal regional Ulises Limón Sánchez, apoyado con peritos criminalistas realizó las diligencias para ordenar el levantamiento del cuerpo.
DESDE HACE TRES AÑOS SE AGUDIZÓ EL FENÓMENO DE MUJERES ASESINADAS
Entre 2012 y 2014, al menos diez mujeres fueron asesinadas en Córdoba y la región, algunas de ellas -según las autoridades- ultimadas a manos de asesinos seriales, quienes aparentemente ya fueron capturados; sin embargo, otros casos como el de una estudiante de 16 años no han tenido avances.
Reportes, señalan que la incidencia empezó a manifestarse desde el año 2012.
El 22 de abril de ese año, en Córdoba, un grupo de cortadores de caña encontraron los cuerpos de 2 mujeres calcinadas, en estado de descomposición y que habían sido ahorcadas con agujetas de zapatos. Los restos se hallaban en medio de un cañal que se ubica a orillas del camino vecinal que comunica a la colonia Los Electricistas, cerca del panteón de municipal.
Las mujeres eran de entre 20 y 25 años, las cuales fueron desnudadas por los asesinos, quienes se presume las estrangularon con un par de cabetes; también se estableció que las víctimas estuvieron conviviendo con los sujetos.
Aun cuando se informó que las mujeres nunca fueron identificadas y tuvieron que ser enviadas a la fosa común, se logró saber que uno de los cuerpos era el de Jessica Morales García.
Ambas fueron interceptadas por dos individuos que viajaban en motocicletas, los cuales las sometieron y llevaron a los cañales, donde las golpearon, las violaron y después las quemaron, según el expediente 568/2012.
Otra víctima fue Fernanda Paola Velázquez Martínez, de 15 años, y con domicilio en la colonia Santa Cruz Buenavista, quien el 3 de mayo de ese mismo año, fue encontrada muerta, con medio cuerpo dentro de una bolsa, ultrajada y ahorcada, entre los surcos de un cañal, en Trapiche Viejo, cerca de la congregación La Toma, municipio de Amatlán. Un día antes, ella había ido con varios de sus compañeros de la escuela a la feria de Amatlán, pero de regreso fue interceptada por desconocidos, quienes la sometieron, para introducirla a un cañal, donde la violaron, golpearon y estrangularon.
El 9 de agosto del mismo 2012, fue asesinada la sirvienta Lorena Tinoco Martínez, de 26 años, y vivía en la cabecera municipal de Naranjal, desde donde diariamente viajaba a Córdoba, para laborar en una casa del fraccionamiento Villa Verde.
Por la noche de ese día, la mujer pasaba a pie por el camino que conduce al panteón, para abordar su autobús, pero fue interceptada por sujetos desconocidos, que iban en una motocicleta, quienes la sometieron e introdujeron a un cañal para abusar de ella y posteriormente matarla. Su cuerpo fue localizado al día siguiente por sus familiares, quienes ya la andaban buscando, y exigieron justicia dentro del expediente 1092/2012.
Esta historia de crímenes de mujeres, prosiguió el 11 de abril 2014, con el asesinato del ama de casa Liliana Aguilar Sánchez, de 32 años, y que al igual que Lorena también era vecina de Naranjal; su cuerpo fue encontrado en el fondo de un pozo de más de 15 metros de profundidad, en el paraje conocido como “La Pochota”, ubicado entre Córdoba y Amatlán.
Esta ama de casa fue interceptada días antes por desconocidos, cuando viajaba en su Volkswagen de color verde, en el camino de terracería San Miguelito-La Pochota. Ella viajó de Naranjal a Córdoba, para dejar a su esposo en el ingenio San Miguelito.
Tras haber sido despojada de su vehículo, fue golpeada y violada por 2 motociclistas; se estableció que aún con vida fue tirada al pozo, donde sus plagiarios también le arrojaron piedras para provocarle la muerte y evitar su localización, según la carpeta de investigación 1383/2014.
Asimismo, el 24 de febrero del 2014, la lista de mujeres asesinadas en la zona centro se incrementó con el doble crimen de la pareja formada por Arturo Jácome Navarro, mecánico, de 36 años, vecino de Jardines del Sur, e Isabel Flores Tepole, de 31 años, vecina de la colonia Antorchista. Ellos desaparecieron un día antes y después aparecieron estrangulados con su ropa, indica la carpeta de investigación 684/2014; la pareja también fue interceptada y victimada por dos sujetos que viajaban en motocicleta. Posteriormente, fueron detenidos los presuntos responsables de esos crímenes, que aún permanecen presos en el penal de La Toma.
Un mes después, en Potrero Nuevo, Atoyac, fue asesinada la jovencita Anahí López Flores, de 16 años, cuyo cuerpo apareció horas después en un predio, al respaldo de la comandancia municipal, con la ropa desgarrada y ya sin ojos. Por este caso, que causó indignación de familiares y conocidos de la menor, las autoridades anunciaron el 30 de diciembre la detención de un joven de 25 años, al que se le atribuyó la autoría del crimen, debido a las pruebas que fueron halladas en su contra, dándose a conocer que el responsable era pareja sentimental de la menor, aun cuando sus familiares días antes negaron que tuviera alguna relación.
El 11 de octubre pasado, una mujer ejecutada y en avanzado estado de putrefacción, fue encontrada en una vereda entre cañales en el kilómetro 41+500 de la carretera federal Córdoba-Veracruz, en el municipio de Cuitláhuac; presentaba al menos cinco disparos en varias partes del cuerpo.
Era una mujer de aproximadamente 35 años que estaba maniatada, vendada de la cara y en avanzado estado de descomposición, por lo que se determinó que al menos eran de dos a tres días los que llevaba muerta. Portaba un pantalón de mezclilla color azul y blusa café o blanca que le cubría el pecho, pero no tenía zapatos.
EN JUNIO SE CUMPLIÓ UN AÑO DEL CRIMEN DE ABIGAIL
Abigail Bautista Luna, de 15 años, fue asesinada el 27 de junio del año pasado, antes de irse a la escuela; el crimen lo cometió su vecino, el albañil de nombre José Alfredo Tepepa García, de 42 años, quien sigue siendo buscado por las autoridades en varios municipios de la zona centro, mediante volantes donde se ofrece una recompensa de 1 millón de pesos para quien lo delate, esto, ante las manifestaciones que hicieron los familiares de la víctima.
El pasado mes de junio, al cumplirse un año de los hechos, unos 2 mil integrantes de la organización Antorcha Campesina, asentados en la colonia del mismo nombre, donde habitaba la víctima con su abuela, se manifestaron para exigir justicia.
Janeth García Cruz, dirigente regional del Movimiento Antorcha Campesina, se quejó que “de la Procuraduría de Justicia vemos lentitud, sólo se tiene la palabra de Luis Ángel Bravo de que van a agarrarlo, pero nuestra preocupación es que anda libre, sigue haciendo daño e incluso amenazando a otras jovencitas”.
“El procurador nos dio su palabra, él lo dijo: Les prometo que vamos a agarrar a ese chacal’. Nosotros ya elaboramos 20 mil volantes con la imagen del responsable y vamos a seguir presionando a las autoridades para que se haga justicia” aseguró la también ex regidora priista.
REPUDIO POR FEMINICIDIOS EN LA ZONA CENTRO
La asociación “Mujeres con Derechos Córdoba, A.C.” lamentó que la ola de violencia que se gesta en la zona esté arrastrando a varias mujeres, algunas de las cuales han sido asesinadas y otras gravemente lesionadas en distintas circunstancias.
Margarita Moreno Castro, presidenta de la asociación que aglutina a unas 3 mil mujeres de varios municipios de la zona centro, pidió al gobierno estatal que en lugar de seguir expidiendo leyes de protección a la mujer, se apliquen las ya existentes; pero además, señaló que es necesario abatir la corrupción que se da en los distintos niveles de procuración e impartición de justicia, lo que orilla que muchas mujeres víctimas del delito, o sus familiares, guarden silencio y los casos queden en el anonimato.
Desafortunadamente, dijo, “el problema sigue siendo preocupante, la cámara de diputados tiene una nueva ley de protección para la mujer, pero a mí me gustaría proponerle al gobernador –Javier Duarte de Ochoa- que más que expedir una nueva ley, se apliquen las que ya existen, necesitamos una impartición de justicia pronta y expedita”.
Criticó que en casos de violencia las amenazas no procedan, ”las mujeres llegan a la subprocuraduría a denunciar amenazas y les dicen que no proceden, -los funcionarios- quieren ver a las mujeres golpeadas para que después todos hagamos alarde de la muerte de esas mujeres. Aquí lo que hay que ver es la intervención de las autoridades, la no corrupción porque hay mucha corrupción, en la aplicación de la justicia hay mucha lentitud, hay mujeres que dicen que no denuncian porque delante de su caso hay muchos más, por lo que tienen que desistir e irse”.
Consideró que “por situaciones como esta es que se cometen feminicidios por donde quiera, aparte falta lo que no vemos, lo que se determina como otro tipo de asesinato”.
Admitió que “tenemos muchos casos que son atendidos psicológicamente y jurídicamente, las víctimas no quieren denunciar por temor a represalias, por la carencia de un abogado y de dinero, es una serie de situaciones que impide tener estadísticas reales porque se ocultan muchas cosas”.
Precisó que en la asociación, se ha atendido a familiares de víctimas muy cercanas de víctimas de secuestros, de asesinatos de mujeres, pacientes que son atendidos en el área de psicología, por el trauma que esto representa.
Por eso, instó a la ciudadanía que denuncie cualquier indicio de agresión contra las mujeres, para que las autoridades apliquen la justicia.
También; aceptó que como asociación están valorando pronunciarse contra la violencia, aunque los familiares no quieren hablar porque tienen miedo; “pero lo que está sucediendo es preocupante y lamentable, las mujeres nos sentimos desamparadas”.