En Yucatán bajo el argumento de mantener el orden, impera la tortura perpetrada por las Policías
Revolución TRESPUNTOCERO).- Yucatán es una de las entidades del país donde imperan los casos de tortura, y al igual que en otras entidades, el delito es cometido principalmente por las policías municipales, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Yucata?n ha sido catalogado, por distintas organizaciones civiles, como una de las entidades federativas ma?s seguras del pai?s en los u?ltimos an?os. Sin embargo, detra?s de esta aparente situacio?n de seguridad, se ha enraizado de forma oculta una pra?ctica sistema?tica por parte de los cuerpos policiacos, ya sean ministeriales o preventivos, estatales o municipales: la comisio?n de actos brutales, crueles, inhumanos y degradantes, abusos policíacos de toda i?ndole, vertida en innumerables casos que demuestran la tortura de estos elementos de seguridad.
Bajo el argumento de mantener el orden y el estatus de estado limpio de crimen, la tortura más cruel, a decir por las ONG’S, se ha consolidado como un mecanismo de ‘control’, aun cuando ésta no es ili?cita, estos actos se utilizan como forma de presionar a la confesión en las cárceles u hostigamiento en los domicilios particulares de familias humildes, sin explicación alguna aparentemente.
Según activistas de la organización civil Indignación, “a la pra?ctica de tortura sigue, generalmente, la abulia, el encubrimiento, la inaccio?n de las autoridades ministeriales que omiten realizar investigaciones efectivas, eficientes e imparciales, asi? como la complicidad de una Comisio?n Pu?blica de Derechos Humanos que, a pesar de la gran cantidad de casos denunciados, emite recomendaciones tardi?as e inocuas, que en los hechos son insuficientes para hacer frente a esta deleznable pra?ctica, esta grave violacio?n a los derechos humanos, encubierta y tolerada por las autoridades y por el propio Ombudsman estatal”.
Los testimonios a los que ha tenido acceso Revolución TRESPUNTOCERO, pueden demostrar una práctica de la tortura de forma sistemática, extendida y persistente.
Un caso de los más recientes y los más comentados, fue el de una familia a la que se detuvo en su casa, entre ellos un menor quien fue golpeado y tratado de forma “cruel, inhumana y degradante”. Uno de los jo?venes detenidos fue llevado a un monte, cercano a la casa, donde policías de la SSP lo desnudaron y aparentaron una violacio?n mientras lo amenazaban con un arma de fuego y un arma blanca; los jo?venes fueron golpeados en mu?ltiples ocasiones por los agentes.
Una de las víctimas de tortura narró:
Me bajaron del anti-moti?n en el que estaba y me llevaron a donde estaba estacionado el primer antimoti?n que ya habi?an movido para alejarlo de los dema?s. Me insistieron que confesara lo que habi?amos robado, mientras me golpeaban en las costillas. Acto seguido me quitaron la camisa y con unas pinzas me apretaron como tres veces el pezo?n derecho, mientras segui?an pregunta?ndome informacio?n sobre mis primos.
Mientras me interrogaban, uno de ellos me pasaba un machete por diversas partes del cuerpo (dedos del pie y el brazo) amenazándome que me iban a cortar. Al no darle informacio?n, me amenazaron “pues ahora si? te vamos a violar”. Acto seguido me ordenaron que me quitara el short. Como me negue? ellos me obligaron, quita?ndomelo a la fuerza y deja?ndome completamente desnudo. Posteriormente me pusieron acostado, inclinado sobre el cofre del antimoti?n y me dijeron que “me iban a untar mayonesa para que resbale”. Acto seguido uno de ellos empezo? a simular una violacio?n. Como empece? a llorar ceso? el intento de violacio?n.”.
Una semana despue?s, los mismos agentes polici?acos aparecieron en su domicilio y sin orden judicial, valie?ndose de la intimidacio?n, entraron y revisaron las pertenencias de las vi?ctimas.
“Le llaman la ‘Ciudad de la Paz’, pero es mentira al estado lo caracteriza la tortura, la muerte y la impunidad; ante el país entero se presume la más alta seguridad, de no encontrarse en las listas de los estados peligrosos, se ha sabido manejar bien la mercadotécnica de “armonía y tranquilidad’, pero es eso y no más…
Porque existen crímenes y son perpetrados como método de control en contra de la ciudadanía, cometa o no un delito, signifique o no un verdadero peligro, lo hacen en determinadas zonas, para fingir que ante el mínimo delito encuentran a los ‘culpables’, cuando todo se reduce a falsos positivos, modus operandi de una policía corrupta y sanguinaria, que ya ha violado y matado por tortura”, sentencia Alicia Esquinca, socióloga y activista perteneciente a la organización Sociedad en Movimiento.
Asimismo asegura que la forma de actuación de quienes se suponen son los encargados de la paz pública, ejercer una tortura sistemática y perversa, en donde el sistema penal no solamente es ineficiente sino solapa los tratos crueles e incitan a la violencia como método correctivo ante inocentes.
“Todo aquel que le toque ser ‘culpable’ dentro del sistema penal se convierte en víctima, porque a todos por igual se les golpea, ejerce electrochoques, e incluso se llega a la violación, seas hombre o mujer, a todos por igual se les daña de manera profunda sus derechos humanos, todo bajo la más alta discreción, es por eso que a Yucatán no se le relaciona con la violencia y la delincuencia, pero en el fondo esa paz tan frágil, es sostenida por la tortura…
No hay duda nuestro estado es víctima de las peores prácticas violentas, perpetradas solamente en las peores dictaduras, bajo el silencio y el temor a ser el siguiente se acepta todo”, puntualiza Esquinca.
Pese a que en sus recomendaciones la Comisión De Derechos Humanos Del Estado De Yucatán (CODHEY) ha sido el único órgano que ha mantenido la insistencia en la problemática y al mismo tiempo documentado la existencia de mu?ltiples violaciones a derechos humanos cometidas por cuerpos polici?acos, bajo el “pretexto de la prevencio?n e investigacio?n de los delitos”, las autoridades mantienen la inaccio?n con respecto a ésta, su reticencia a catalogar los actos de tortura y la ausencia de una oportuna denuncia, estableciéndose así la tortura como método impune, en contra de la sociedad civil, todo ello sin las cifras exactas.
Un ciudadano de la comunidad de Ticul ha denunciado en innumerables ocasiones que polici?as preventivos del estado lo habi?an torturado e inculpado de forma ‘tramposa’ de un delito donde no había pruebas de su participación.
Cuando llegue? a la comandancia los agentes estatales se acercaron donde teni?an a un detenido que desconozco, pero quien dijo que a mi? me habi?a dado una cadena de oro que robo? para que yo venda, pero en realidad ni sabi?a de la alhaja.
Me tuvieron 36 horas en la comandancia, en donde me torturaron con agua y me golpearon. No podi?a ni respirar, me acostaban y me echaban el agua en la boca, o me decían que me iban a violar, mientras me preguntaban sobre la supuesta alhaja.
Les dije que no sabi?a de que? me hablaban y que dejaran de torturarme.
No solo por mi apariencia sere? de esas personas que andan robando y asaltando a la gente. Trabajo como panadero y aunque gano poco es un trabajo honrado.
Me quitaron 400 pesos, un reloj y mi triciclo, que no me quieren devolver porque no tengo la factura, ya que es antiguo y era de mi abuelo, la justicia no es para los pobres, por eso yo sigo buscándola, me golpearon sin cansarse y yo soy el delincuente.