Estallido social en Amatlán con pueblo sublevado
Amatlán de los Reyes, Ver.- En el primer año y medio de la actual administración municipal, el rezago social, los desaciertos en el plan de desarrollo social y las pugnas políticas, han provocado el estallido social en Amatlán, donde grupos de ciudadanos, apoyados por distintos colectivos y activistas, mantienen en jaque al gobierno municipal. Hombres, mujeres y niños, desde hace una semana mantienen tomado el Palacio Municipal, con exigencias que ahora buscan la renuncia del presidente municipal, Miguel Ángel Castro Rosas.
El grupo que se rebeló desde hace dos meses para impedir la instalación de un basurero a cielo abierto, y que poco a poco parece irse debilitando, pide también la intervención del gobernador Javier Duarte de Ochoa para que atienda sus demandas, como lo hizo con cientos de habitantes de los municipios de la sierra de Zongolica la semana pasada.
De acuerdo con el presidente municipal, Miguel Ángel Castro Rosas, los movimientos sociales que han tenido lugar a últimas fechas, más que sociales son políticos, argumentando que los inconformes son en su mayoría militantes panistas, y familiares de exfuncionarios públicos que formaron parte de la administración pasada, y que por capricho quieren desestabilizar su gobierno.
Desde la semana anterior, las actividades en el Palacio Municipal quedaron suspendidas; decenas de manifestantes se apostaron en la entrada principal y se amarraron como medida de protesta para dialogar con el alcalde; pero como no los recibió, cerraron con una cadena y un candado.
Debido al conflicto, cientos de ciudadanos han tenido que ser atendidos en las bancas del parque, en el kiosco, en la parada de los taxistas y hasta en uno que otro restaurante que hay en los alrededores del Palacio Municipal, donde despachan los 4 regidores, así como el oficial encargado del Registro Civil, que ni sus más de 20 años de servicio lo salvaron de los manifestantes.
Por esta situación, los registros de nacimiento y las actas de defunción por el momento están siendo turnados a otras oficialías, como la de Cuichapa y Córdoba, lo que representa movimientos y gastos extra para los ciudadanos.
La comandancia municipal es la única oficina que se encuentra funcionando; pero estuvo a punto de ser cerrada, cuando los uniformados empezaron a facilitar la entrada de los funcionarios por esa parte, para sacer documentación y archivos, lo que provocó el enojo de los manifestantes, quienes se dijeron burlados.
MÁS DE UNA SEMANA TOMADO EL PALACIO MUNICIPAL
La tarde del viernes 26 de junio, decenas de pobladores arribaron al Palacio Municipal, donde colocaron sillas y algunos de ellos se amarraron a los barrotes del portón principal, para exigir diálogo con el presidente municipal, Miguel Ángel Castro Rosas, a fin de buscar una solución a diversos reclamos sociales.
Se trata del mismo grupo que surgió en el mes de febrero, bajo la denominación de “Amatlán ya Despertó, A.C.”, conformado en su mayoría por miembros de partidos de oposición al gobierno municipal emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes han abanderado distintas causas sociales, como la falta de obra en las colonias y congregaciones, presunta corrupción por parte del presidente municipal, nepotismo, compra de propiedades, injusticias laborales con los empleados a quienes en ocasiones se les suspenden sus pagos, y la imposición de proyectos, sin tomar en cuenta a los integrantes del cabildo.
El palacio municipal está tomado por hombres, mujeres y niños que duermen y permanecen en el pasillo principal, donde colocaron colchonetas, así como varias mesas para preparar los alimentos con los productos que aportan las familias de los inconformes, como frijoles, latas con atún, jamón, queso, aguacates, frutas, agua de sabor y hasta café que le invitan a cuanto visitante se acerca para preguntar por el estado que guarda el conflicto.
Junto, se encuentran policías que resguardan la entrada de la comandancia municipal, empuñando sus armas y cuidando cada movimiento de los manifestantes.
Frente al portón principal, en unas mesas se reúnen los coordinadores del movimiento, entre ellos la profesora María del Carmen González, quien niega que la protesta tenga tintes políticos.
En el portón colocaron carteles con leyendas de repudio al munícipe, y una lona en la que expresan: “Doctor Javier Duarte de Ochoa, ya no queremos ser víctimas de ultrajes, imposiciones, inmoralidad y sinvergüenzadas del actual presidente Miguel Castro Rosas, ¡Queremos su renuncia inmediata!, el pueblo de Amatlán de los Reyes”. En algunos carteles, cuelgan leyendas como: “presidente, estamos aquí por tu falta de palabra”, “exigimos solución al acurdo de colectivos”, “estamos cansados de ti y de tus injusticias”, “Miguel Castro, da la cara te estamos esperando”, “Miguel Ángel Castro, La Patrona te exige la destitución”.
”NO NOS RETIRAMOS HASTA QUE NO NOS ESCUCHEN”: MANIFESTANTES
“Aquí estaremos, de día y de noche, no nos retiramos hasta que no nos escuchen, porque es una burla para nosotros, primero nos amarramos, y como no nos atendió el presidente municipal, cerramos el Palacio, sabemos que afectamos a los ciudadanos; pero sabemos que la gente tampoco está de acuerdo con todo lo que hace el alcalde”, dijo María del Carmen González Vargas, principal impulsora del movimiento que busca derrocar a Castro Rosas.
La profesora, explicó que la población ya está cansada y por eso “no nos iremos hasta que el gobierno mire al pueblo, queremos que entienda que es una lucha social, no se trata de una cuestión política. Hacemos un exhorto al gobierno, y si el gobernador no puede venir, pues que mande a una persona a destrabar este problema, porque ya no queremos sentarnos a dialogar con un alcalde que no quiere resolver el problema”.
La hija del exsíndico en la pasada administración, el también profesor jubilado, Román González Ramírez, insistió en que los pobladores ya están cansados, molestos por la actitud del alcalde. Por ejemplo, dice, en la localidad El Otate, falta maquinaria, ya que el alcalde se comprometió a componer el drenaje, a una escuela le ofreció apoyos y hasta ahora no hay nada. También, apenas vino gente de la escuela secundaria general de Amatlán a pedir ayuda para la seguridad de los alumnos y no le dieron nada.
Por ahora, acusa, “al alcalde no le hemos visto la cara en toda la semana; pero ya sabemos que anda diciendo que gracias a la manifestación, se van a ver afectados los servicios como el del agua y la recolección de basura, porque toda la documentación y los recibos están encerrados en la tesorería, porque es un alcalde que pone puros pretextos y no busca alternativas para solucionar los problemas”.
El movimiento, agrega la maestra, se encuentra reforzado con el trabajo de varios colectivos, como “Defensa Verde, Naturaleza para Siempre”, que también luchó contra el proyecto de la planta hidroeléctrica “El Naranjal”, “Motociclistas indignados”, “Por la libre”, “Amatlán ya despertó”, “Pro-derechos Constitucionales”, “Por un Veracruz Limpio A.C.” y el “Comité Quimiapa Unido”.
FUNCIONARIOS “DESPACHAN” EN EL PARQUE
Debido al movimiento de la toma del Palacio Municipal, que ya lleva más de una semana, los funcionarios y ediles han tenido que trabajar, sentados en las bancas del parque municipal “General Hermenegildo Galeana”, donde sólo dan asesorías a los ciudadanos que requieren algún trámite.
Entre esos funcionarios destaca el oficial encargado del Registro Civil, Héctor Mendoza León, cuya oficina quedó sellada con las pancartas de los manifestantes.
Mendoza León, de lunes a viernes, de 8 de la mañana a 4 de la tarde, sentado en las bancas del parque, la banca de la caseta del sitio de los taxistas o la mesa de algún restaurante cercano, platica con parejas que llegan a querer asentar a algún niño, o con deudos de algún fallecido, a quienes les exhorta acudir al Registro Civil de Cuichapa, municipio ubicado a unos 5 kilómetros de Amatlán, o bien a la oficina ubicad en Córdoba, lo cual a muchos ciudadanos no conviene, por los gastos y el tiempo que representa trasladarse a esos lugares.
También los regidores, suelen presentarse a su horario laboral, y permanecen en el parque, sentados en alguna banca, o en el kiosco, donde dialogan con los ciudadanos interesados en realizar algún trámite.
Ranulfo Trujillo Quiñones, uno de los ediles, comenta que “el problema de la toma del palacio nos afecta porque no podemos entrar por documentos, para realizar trámites que la gente quiere, por eso, lo único que hacemos es orientarlos y pedirles que esperen, porque no sabemos hasta cuando durará este conflicto. Nosotros nos presentamos a laborar, no podemos entrar a las oficinas, y tampoco nos acercamos a los manifestantes”.
Admitió que debido a que la papelería se quedó encerrada, hubo retraso en el pago de las quincenas a los empleados municipales, tanto sindicalizados como de confianza, lo que causó malestar de los trabajadores.
Algunas versiones señalan que el presidente municipal y sus colaboradores convirtieron la Casa de la Cultura en su centro de operaciones; pero por el momento al munícipe no se le ha visto por ese lugar.
APOYADOS POR LA IGLESIA, OBLIGARON AL ALCALDE A ECHAR ABAJO EL BASURERO
Es el mismo grupo que el 29 de mayo, en una primer movilización, hizo una marcha y manifestación en el terreno del referido basurero, contando con familias de varias colonias y hasta el auspicio del párroco Julián Verónica, quien negó estar detrás del movimiento; pero admitió estar apoyando el reclamo de los hermanos, ante una autoridad que se negaba a escuchar las demandas justas.
Posteriormente, el pasado 19 de junio, el grupo de unas 50 personas, vecinos de las colonias Zacatipa, San Martín, La Balsa y barrio de Quimiapa, marcharon desde el basurero hacia la explanada del Palacio Municipal, llevando pancartas de rechazo al basurero y cuidado del medio ambiente.
Ya frente al Palacio, exigieron hablar con el alcalde, e hicieron un recuento del asunto del basurero, asegurando que el 2 de mayo, camiones de Limpia Pública, enviados por las autoridades municipales, empezaron a tirar basura.
Los vecinos, al notar proliferación de moscas y olores fétidos, investigaron y descubrieron que había un basurero, por lo que investigaron en dependencias de gobierno como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (PROFEPA) y la Procuraduría General de la República (PGR), y descubrieron que el Ayuntamiento no tenía permisos para formar el basurero, además de que no había sido una decisión emanada de una sesión de cabildos.
Encabezados por varias personas, entre ellos la profesora Carmen González Vargas, los afectados ingresaron al salón de cabildos, donde dialogaron con el presidente municipal, a quien reclamaron el incumplimiento de los acuerdos de una primera reunión.
Ese día, los civiles prácticamente obligaron al alcalde a suspender el proyecto que tenía para la instalación de una recicladora de basura, y que según él, ya había sido aprobado por las dependencias oficiales, donde auguraba un ambicioso negocio, al vender los materiales reciclados como cartón y pet, en lugar de seguir enviando las más de 20 toneladas de basura, diarias, al basurero de Cuitláhuac, ubicado en el kilómetro 41 de la carretera federal Córdoba-Veracruz , a la altura del lugar conocido como “Agua Escondida”.
Los manifestantes le reclamaron al alcalde el incumplimiento de las actas y minutas acordadas días antes, entre ellas el retiro total del basurero, un estudio de impacto ambiental para determinar el grado de afectación por la contaminación de las cientos de toneladas de basura, con proliferación de moscas y aves de rapiña, y resarcir los daños ocasionados al medio ambiente.
Tras considerar que se trata de un movimiento político y quejarse de que no lo dejan trabajar, el alcalde encaró a la hija del exsíndico municipal, Román González Ramírez, de extracción perredista y le profirió: “usted me acusa porque defiende a su papá”. Luego, anunció la cancelación del proyecto de la recicladora que dijo: “me llevo a otro municipio, donde lo vamos a poner a funcionar, para que vean que no es malo, y van a ver cómo le va a dejar mucho provecho al municipio que lo implemente”.
El diálogo terminó en un zafarrancho, ya que mientras los vecinos le exponían sus quejas al presidente municipal, quiso intervenir la directora del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), Diana de Jesús Sánchez, para acusar a la maestra Aracely Neri Aquino, presente en la manifestación y una de las encabezadoras del movimiento, de andarse escudando en los niños y padres de familia para realizar los movimientos de protesta. Sin embargo, antes de empezar a hablar y con documentos en mano, la funcionaria municipal fue sometida y sacada a empellones.
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