Carta de estudiantes, trabajadores y profesores de la Unidad de Humanidades UV
Por medio de esta carta publica miembros de la comunidad de humanidades, entre estudiantes, maestros y personal de la unidad presentes en la asamblea general de la Unidad de Humanidades manifestamos abiertamente nuestro rechazo ante las políticas unilaterales y arbitrarias de rectoría, cuyo último atentado contra la comunidad de Humanidades ha sido el contratar una empresa privada (Sayco) para colocar sistemas de vigilancia al interior de la unidad, Medida que no sólo es inefectiva para solucionar las problemáticas de la unidad, sino que ha creado ahora problemáticas al interior de nuestra unidad.
Rechazamos que hayan ya comenzado a instalar sistemas de circuito cerrado; políticas unilaterales que no sólo transgreden la privacidad de los miembros de la comunidad universitaria y su derecho a la intimidad, sino que aparecen cómo un insulto más, junto con otros actos de despilfarro de recursos (ampliamente documentados en la prensa y a la vista de todos) que van desde la adquisición de lujosas camionetas, hasta computadoras Apple en las oficinas de rectoría; lo cual nos lleva a cuestionar -de nueva cuenta- las prioridades de la universidad.
Son estas ¿adquirir material educativo o instrumentos coercitivos? ¿Por qué en lugar de fomentar el desarrollo y crecimiento de los alumnos, acondicionando nuestras áreas de aprendizaje, prefieren emplear los pocos recursos en delimitar, coaccionar, vigilar y castigar?
Si se miran las realidades en las que nos desarrollamos alumnos y profesores se hallarán instalaciones deficientes, material que en caso de que se tenga es siempre de baja calidad o está por romperse, baños insalubres, no hay papel, ni jabón, faltas de apoyo activo a nuestro desarrollo académico ¿cuántas veces o hemos tenido que costear de nuestro propio bolsillo congresos, prácticas o el material que necesitamos para aprender? Además los sueldos de docentes y trabajadores manuales llegan con retraso -en ocasiones de varios meses- Y somos testigos cotidianos del abandono de programas culturales (cierre de compañía de danza contemporánea “Las Sangres” por ejemplo), y a pesar de todo rectoría insiste en invertir para sí misma y para su bienestar en lugar de mirar hacia nosotros ¿por qué no invertir en el laboratorio de taller audiovisual? -propuesto y requerido por todas las consejerías de humanidades-
Si nuestra integridad les preocupa ¿por qué llevan años ignorando las severas inundaciones en las instalaciones cada que llueve? Inundaciones causantes de fracturas y otros problemas como que quedemos varados dentro de nuestras instalaciones como sucede a menudo en Pedagogía, FCAS o humanidades. ¿Si les interesa la seguridad por qué ignoraron las propuestas estudiantiles de seguridad? que desde el semestre pasado las consejerías entregaron a dirección.
Propuesta que se basa en nuestras experiencias cotidianas al vivir día a día las realidades en nuestras unidades, y que incluye trabajar en la iluminación del exterior del recinto, la colocación reflectores en las entradas, la rotación total del personal de vigilancia, además de la vinculación e integración con los vecinos a rededor de la unidad, los habitantes de la colonia quienes padecen de las mismas problemáticas. Consideramos que la seguridad se construye en comunidad, apoyándonos mutuamente en las problemáticas que nos unen: trabajando desde la inclusión, la apertura, honestidad y la transparencia; y no a través de la coacción, la intimidación y la vigilancia, que han caracterizado a la presente administración universitaria.
Acudimos a la universidad, pagando inscripciones y fideicomisos a fin de obtener las herramientas necesarias para formarnos de manera académica e integral, por lo tanto esperamos políticas congruentes tanto con las carreras que estudiamos, como con el estado de nuestras Unidades, y con la realidad en la que se encuentra el país. Sobre todo, sabemos que el presupuesto debe emplearse para fomentar el aprendizaje y no la coerción, queremos equipo para aprender
Cámaras para estudiar, no para vigilar.
Unidad de humanidades, Xalapa, Veracruz a 28 de Abril 2015