Indígenas denuncian que minera pretende despojarlos de sus tierras
Pedro Zamora Briseño
3 de abril de 2015
Proceso
COLIMA, Col., (apro).- Habitantes de comunidades indígenas de la Sierra de Manantlán denunciaron que la empresa minera Peña Colorada pretende despojarlos de sus tierras para utilizarlas como depósito de desechos ferrosos.
Félix Monroy Rutilo, habitante de Los Potros y representante de los poblados en resistencia, informó que el pasado miércoles 1 personal de la compañía minera, escoltado por elementos de la policía municipal de Minatitlán trató de introducirse a las comunidades, pero decenas de habitantes bloquearon el camino y, entre jaloneos y empujones, les impidieron el paso.
En entrevista vía telefónica, Monroy señaló que a consecuencia de esos hechos existe una orden de aprehensión en su contra.
Aunque el conflicto data de varios años atrás, se reactivó a partir del 11 de febrero pasado, cuando trabajadores de Peña Colorada derrumbaron con maquinaria pesada dos viviendas en la comunidad Puertecito de las Parotas, con el propósito de acondicionar el terreno para tirar los desechos mineros.
Los inmuebles colapsados son propiedad de los hermanos José Luis y Jesús Ramos Gerardo, quienes viven en ese lugar con sus familias y se dedican a la agricultura y la ganadería.
A partir de entonces los lugareños establecieron un plantón para bloquear el paso a la maquinaria de la empresa.
José Luis Ramos Gerardo dijo que en varias ocasiones se entrevistó con representantes de Peña Colorada, quienes le ofrecieron 200 mil pesos para que deje un predio de más de 50 hectáreas.
No obstante, señaló que para dejar sus tierras la empresa tendría que pagarle al menos 100 mil pesos por hectárea para tener la posibilidad de comprar un terreno en otro lugar y seguir trabajando para sostener a su familia, conformada por ocho hijos.
El conflicto se generó a partir de que el 22 de julio de 2012 la directiva del ejido Ayotitlán, Jalisco, firmó con Peña Colorada un convenio de ocupación temporal de una superficie de 801 hectáreas de esa zona para el depósito de sus desechos de mineral durante una década.
Según el documento, a cambio del usufructo de las tierras el ejido recibiría de la empresa una renta anual de 14 millones 418 mil pesos, además de un pago único de 8 millones como compensación por el valor de los bienes distintos a la tierra.
En una fracción de ese inmueble se encuentran las comunidades El Mameycito, Los Potros y Puertecito de las Parotas, entre otras, donde viven campesinos de la etnia nahua otomí, quienes nacieron ahí y desde hace varias décadas realizan sus actividades agropecuarias en la zona.