Una milenaria tradición amenazada, la pesquería de curvina de la tribu Cucapá en México

César Angulo, El Zajón, BC

El pueblo indígena cucapá sobrevive y lucha para seguir con su milenaria pesca rivereña en una de las regiones naturales que ha sido radicalmente modificada debido a la acción del hombre y a fenómenos naturales: el delta del Río Colorado, entre los estados de Baja California y Sonora (México).

A la sistemática degradación del ecosistema rivereño y deltaico que ha sufrido la cuenca baja del Río Colorado producto del desvío y modificación de su cauce en ocho décadas en la cuenca media y alta del río, ubicada en Estados Unidos, se ha sumado en los últimos años la implacable acción de la naturaleza.

“La gente de río”, es decir, la tribu cucapá, por milenios ha habitado la zona del delta del Río Colorado y sobrevivido de la pesca artesanal; pero en los últimos años enfrentan mayores obstáculos en este delicado y cambiante ecosistema rivereño que se une al Alto Golfo de California.

Con un Río Colorado del que sus aguas ya no alcanzan a encontrarse con el Golfo de California, el pueblo cucapá ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos y moverse de las aguas tranquilas del bajo Colorado, a las inquietas aguas del Alto Golfo de California en su esfuerzo por continuar con la pesca de curvina golfina (Cynoscion othonopterus), el pez que llega a desovar a las aguas del delta entre los meses de marzo a mayo, viaje que sincroniza con las mareas altas que llevan las aguas marinas hasta su encuentro con el Río Colorado.

De ser un pueblo de pescadores que encontraba su sustento pescando en el Río Colorado y su delta, los cucapás han sido forzados a ir mar adentro donde los peligros y el esfuerzo son mayores.

Su actividad tradicional y milenaria, la pesca, antaño una forma de vida, ahora está sobreregulada pues sus áreas de pesca quedaron dentro de la Reserva de la Biósfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, decretada por el Gobierno Federal mexicano en los años noventa sin consultar al pueblo cucapá.pesca cucapa

Un entorno modificado a causa de las presas

Al caminar sobre la planicie deltaica del Río Colorado, unos 10 kilómetros al Sur del último poblado del Valle de Mexicali, el Ejido Indiviso, es apenas perceptible el eco de un antigüo explendor natural. En su momento, donde ahora hay un extenso páramo arcilloso sin vegetación, antes fluía intermitentemente el agua en el gran delta del Río Colorado, antes de llegar a su encuentro con el Mar de Cortés.

En 1934 fue terminada la que en su tiempo fue la presa más grande del mundo, la Hoover ubicada al Oeste de la ciudad de Las Vegas, en Nevada, la que acabó para siempre con el libre Río Colorado, el que antes de su represamiento recorría impetuoso cerca de tres mil kilómetros desde su nacimiento en las montañas Rocallosas hasta su desemboque en el Golfo de California. El represamiento de los flujos naturales del Colorado ha ocasionado que las descargas al Golfo de California resulten prácticamente nulas.

Inició así la decadencia del delta y la adaptación de su gente, los cucapás, a las nuevas condiciones del río.

Sin embrago, a pesar de que el ecosistema del bajo Colorado y su delta han sido alterados de forma dramática, el pueblo cucapá persiste con su pesca artesanal, su principal sustento antes y ahora.

“La pesca de la curvina no sólo es una actividad económica para nuestro pueblo, es también parte de nuestra cultura”, sostiene Hilda Hurtado Valenzuela, una de las líderes cucapás que han organizado a su pueblo como cooperativistas pesqueros y quien preside la Sociedad Cooperativa Pesquera Pueblo Indígena Cucapá.

“Doña Hilda”, como la conocen los pescadores y lugareños del ejido Indiviso, donde la cooperativa de pesca Cucapá genera decenas de empleos, tiene el recio temple de una líder que sabe muy bien cuáles son los problemas de su pueblo y los derechos que están siendo vulnerados.

“Hemos asumido este liderazgo en parte para que no se pierda esta parte cultural pero también para que sobreviva el pueblo cucapá”, platica en medio de un día de trabajo en el Zanjón, a donde llegan las “pangas” cargadas de curvina.

Relata Hilda que originalmente la pesca de la curvina era para la subsistencia de pueblo cucapá, y que no fue hasta mediados de la década de los ochentas del siglo pasado, cuando empezaron a comerciar sus excedentes pesqueros.

Actualmente se tienen 109 permisos para la pesca de curvina, repartidos entre las cooperativas pesqueras Pueblo Indígena Cucapá, Chapay Seis Jhiurrar Cucapá; y Sociedad de Producción Rural el Mayor Cucapá.

En tan sólo una generación, el modo de vida de los cucapá se modificó sustancialmente. De ser nómadas y pescadores que se beneficiaban con la abundancia de peces y crustáceos en la cuenca baja del Colorado, la reducción del agua en el río acabó con estas pesquerías y los obligó a adentrarse al final del río y mar adentro para poder seguir pescando.

A esto se suma una sobreregulación pesquera que ha impuesto la reducción de permisos de pesca y topes de captura para la curvina, la única especie que pescan actualmente.

Y también un acontecimiento natural que desencadenó un escenario aún más difícil para los cucapás. El terremoto de 7.2 grados en escala de Richter ocurrido el 4 de abril de 2010 modificó la planicie del delta del Colorado, hundiendo el terreno y posibilitando que el agua de las mareas altas inunde ahora los caminos que eran utilizados por los cucapá para transportar sus embarcaciones conocidas como “pangas”.

“El terremoto de 2010 nos vino a hacer más difícil nuestra actividad de la pesca, antes teníamos un acceso directo al zanjón para embarcarnos e ir a pescar, ahora para llegar hasta el punto de embarque se tuvo que construir un camino elevado porque todo se inunda con las mareas altas”, relata por su parte Mónica González, cucapá y activista con una larga historia de lucha por los derechos de su pueblo.

Para el acceso de las 3 cooperativas pesqueras cucapás y 2 más que integran pescadores de los ejidos del Sur del Valle de Mexicali, el Gobierno ha habilitado caminos de terracería que en algunos tramos sólo han aguantado una temporada de pesca, siendo destruidos por la acción de las mareas.

Una de las principales demandas del pueblo cucapá es en este sendido, ya que se requiere la construcción de un camino permanente que permita a los pescadores llegar con sus “pangas” hasta la zona de embarque, donde hay agua de forma permanente y no sólo con las mareas altas, lo que limita y hace más difícil su trabajo.

El panorama de la veda total

En las últimas semanas el Gobierno Federal anunció que durante dos años la pesca con redes agalleras en el Alto Golfo de California quedará prohibida, como una medida de protección de la vaquita marina, de la que actualmente se estima sólo quedan 97 ejemplares.

Aunado a esta medida, el Gobierno entregará subsidios a pescadores para evitar que utilicen sus redes de pesca, donde accidentalmente ha muerto la vaquita marina. La veda total no será aplicada a la curvina, la que podrá seguir pescándose durante el periodo de marzo a mayo.

Sin embargo, las amenazas actuales que podrían afectar la milenaria pesquería de los cucapás incluyen los decomisos de la especie pesquera que capturan (Curvina Golfina); detenciones contra los indígenas por pescar en su territorio natural; confiscación y destrucción de sus artes de pesca; baja en los precios del pescado por la sobresaturación del producto.

Hilda Hurtado aclara que la pesca y venta de la curvina es de sobrevivencia, “no para hacernos grandes ricos. Trabajamos esos días para la subsistencia de todo el año”.

La segunda marea en el delta del Río Colorado llegó entre los días 15 al 17 de marzo. Fue una buena marea donde a partir del segundo día de trabajo abundó la curvina.

Intensas jornadas de trabajo y un constante ajetreo entre el Zanjón del delta del Río Colorado y el poblado El Indiviso marcan el ritmo en la temporada de pesca de los cucapás.

El viento y el sol intenso ambientan el campamento pesquero. La Madre Tierra, una vez más, acercó a la curvina hacia el delta del Río Colorado, donde antes como ahora los cucapás cumplen su milenaria cita que posibilita la sobrevivencia de su pueblo.

www.oximity.com/article/Una-milenaria-tradici%C3%B3n-amenazada-1