#ResisteDHomex: Gracias, Coyotepec
José Antonio Lara Duque, Abogado y Defensor de Derechos Humanos, fundador e integrante del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero y la Alianza Única del Valle
Las y los habitantes del Cerro del Coyote lograron con organización, movilizaciones, acciones jurídicas y de visibilización, pero sobre todo, al poner el corazón y la vida por delante, un triunfo importantísimo y de alcances aún por determinar en la defensa del agua de su pueblo y de su administración, basada en usos y costumbres.
Por orden de un juez federal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está obligada a reconectar la energía eléctrica de sus pozos de agua por encima de la absurda deuda de más de 31 millones de pesos que reclama, pretexto para dejar sin agua a este pueblo durante prácticamente cinco meses.
Para quienes no ubiquen Coyotepec y el conflicto al que me refiero: este municipio se localiza en la parte noroeste del Estado de México, kilómetro 50 de la autopista México-Querétaro. Colinda al norte con el municipio de Huehuetoca; al sur con Teoloyucan; al oriente con Teoloyucan y una parte de Zumpango; al poniente con Tepotzotlán y el poblado de Santa Cruz del Monte, perteneciente al municipio de Teoloyucan. El INEGI censó en el 2010 la población total del Municipio de Coyotepec con 39,341 personas.
Este pueblo lleno de músicos y mujeres guerreras asombró a propios y extraños cuando el 9 de junio del 2013 cientos y cientos de mujeres, hombres, niñas y niños, jóvenes y ancianos cerraron la autopista México-Querétaro en protesta por la imposición de la municipalización/privatización del agua del pueblo.
El gobierno estatal respondió con la cara que mejor le conocen los y las mexiquenses: la Represión. Cientos de granaderos y un par de helicópteros, arremetieron contra la población civil dejando un saldo de más de 50 lesionados y el pueblo sumergido en una sorprendente nube de gas lacrimógeno que desde tierra y aire fue lanzado no sólo a las calles si no a casas y patios de los y las Coyotes defensores del agua.
El pueblo resistió el embate y echó a andar una estrategia de resistencia civil. La tradición política del priísmo se reafirmó cuando la repuesta a la resistencia popular fue, de nueva cuenta, la represión.
Con grupos de choque, a principios de julio del mismo año privaron de la vida a un joven coyotepense que se destacó en la defensa de su pueblo tras la agresión gubernamental arriba referida; intentaron asesinar a otro defensor en septiembre del mismo año; golpearon a decenas de habitantes y amenazaron de muerte a muchos otros y muchas otras; aun así el pueblo resistió y resistió.
La crítica situación de agresiones y sistemáticas violaciones a derechos humanos atrajo la atención nacional e internacional, de medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas y campesinos en lucha, académicos e intelectuales, instancias internacionales como la Oficina en México de la ONU en materia de Derechos Humanos que intervinieron ante tan delicado contexto. Lo anterior permitió que los gobernantes bajaran el nivel de hostilidad y postergaron la batalla.
Sin embargo, en noviembre del 2014 regresó el gobierno a las andadas, pero fortalecidos: aliados con la Comisión Federal de Electricidad reclamaron nuevamente el agua del pueblo para entregársela a empresas inmobiliarias con el pretexto de altas y absurdas facturaciones la CFE.
Así el gobierno estatal y municipal cortaron el suministro de energía eléctrica, de los pozos: Centro, Chautonco 1 y Chautonco 2. La CFE colocó trabajadores, ambos gobiernos, policías; creían que así lograrían derrumbar la resistencia popular.
En enero y febrero del 2015, tras corroborar que los ciudadanos y ciudadanas asombrosamente soportaron durante meses la falta de agua y aun así no entregaban los pozos, de nueva cuenta los priístas en el gobierno decidieron echar mano de su mejor carta: la represión.
Con policías y grupos de choque buscaron despojar por la fuerza los pozos de agua. Armados y con vestimenta apta para el combate llegaron los esbirros, y con posturas militares resguardaban los pozos de agua, los cuales fueron construidos única y exclusiamente con las manos y recursos económicos de los abuelos y abuelas Coyotes.
Por tres días, los agresores fueron repelidos por una de las más hermosas y admirables respuestas de una población humilde y digna como lo es Coyotepec: la organización.
Sobre todo, mujeres de todas las edades, al poner su cuerpo y su alma en la línea, impidieron que las fuerzas del orden tomaran posesión de los pozos. Bastó su valiente mirada para echar atrás a tipos preparados para la batalla pero totalmente indefensos ante el espíritu de lucha de las mujeres coyotes que con voz firme gritaban: “el agua no se vende, se ama y se defiende”.
En este marco, el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero y el Frente Popular 9 de Junio de Coyotepec interpusieron el juicio de amparo 74/2015 ante el Juzgado 2 do. de Distrito en el estado de México, con el argumento de violación al derecho humano al agua, del cual, después de una discusión jurídica con CFE, Gobierno estatal y Ayuntamiento de Coyotepec, el Juez determinó:
“La reconexión del suministro de energía eléctrica para que continúen trabajando las máquinas con las que se extrae el agua en los pozos 1 y 2 Chautonco que surten al Municipio de Coyotepec, México, mismos que abastecen del servicio de primera necesidad de agua potable a los habitantes de ese Municipio”.
“Sin que en el caso haya lugar a fijar garantía alguna a efecto de que surta efectos la suspensión que se decreta, es decir, de que se realice el pago del adeudo total o parcial del que se dice existe, pues en el caso prevalece que esa población requiere del vital líquido para vivir y para ello se requiere de manera indispensable la reconexión de la energía eléctrica”.
Al día que redacto esta columna, los habitantes de Coyotepec retomaron las oficinas de la administración autónoma de agua, despojadas por la fuerza en los momentos difíciles de la lucha, echaron a andar las bombas para llevar de nueva cuenta el vital líquido a los hogares humildes que en su mayoría componen esta población y de forma discreta mandaban un mensaje a otros pueblos y organizaciones del estado y del país: “sí es posible luchar y ganar ante el gobierno, nosotros y nosotras los estamos haciendo…”
Gracias, Coyotepec por mandarnos a todas las personas que creemos en la dignidad humana este gran mensaje de esperanza que ustedes han construido con tanto esfuerzo. Ha sido y es un honor estar a su lado en tan digna y admirable lucha en defensa del agua que ahora es ya un ejemplo que seguramente recorrerá los pueblos y organizaciones que defienden su derechos los cuales pululan en nuestro estado.
*Las opiniones aquí expresadas no necesariamente son asumidas por las organizaciones.