Liberan a 12 comuneros implicados en caso Holbox

Cancún, Q.Roo. Eran acusados por Profepa de talar manglar en la isla; un juzgado dicta auto de libertad a su favor, luego de que Tribunal Colegiado confirma amparo liso y llano.
Después de permanecer ocho meses en prisión, acusados por la Profepa de talar manglar y palma chit en una poligonal de Holbox, 12 comuneros abandonaron la cárcel de Cancún al mediodía de hoy, libres de todo cargo.
Lorenzo Poot Canché, Reyes Gaspar Chi Ake, Alfredo Sánchez Marfil, Walter Pinzón Kumul, Alberto Lugo Canul, Alfredo Poot Balam, Carlos Piste Chi, Perfecto Piste Chi, Alfredo Canul Aban, Eliseo Noh, Huchim, Víctor Cocom Dzib y Sergio Pontan Albañil, fueron puestos en libertad y llevados a Holbox, en donde la comunidad hará una fiesta en su honor, para celebrar su liberación.
Alzando los brazos al cielo, Alfredo Sánchez Marfil, de 58 años, agradeció a Dios por haber “dado la luz del entendimiento” al magistrado del Segundo Tribunal Colegiado del 27 Circuito, que el 26 de marzo pasado confirmó el amparo 854/2014 que el Juzgado Tercero de Distrito, concedió a la docena de comuneros el 27 de noviembre.
“Gracias papá Dios”, expresó Alfredo, con los brazos en alto, mientras una lluvia de flashes caía sobre él, antes de abordar la camioneta que lo condujo hacia la isla de Holbox. “Ahí nos esperan nuestras familias con los brazos abiertos”, manifestó.
Sánchez Marfil y sus compañeros salieron libre de cargos, a diferencia de los tres topógrafos y el estudiante -Ismael Chacón Rosado, Roberto Carlos Peralta Abán, Eleazar Arturo Peralta Abán y Abdiel Mena Cruz, quienes siguen bajo proceso, pero lo enfrentan en libertad, luego de que abandonase la prisión de Cancún, la noche del cuatro de marzo pasado.

Nacido en Escárcega, Campeche, Alfredo radica en Holbox desde hace 25 años. El 24 de julio del 2014, cuando fue detenido junto con sus 12 compañeros, los tres topógrafos y el joven universitario, se encontraba sentado comiendo galletas.
“Estábamos sentados esperando que los topógrafos armaran sus equipos para barrer caminos que ya estaban hechos. No dimos ningún machetazo, estábamos bebiendo refresco y comiendo galletas”, indicó.
Inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), apoyados por elementos de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR), los capturaron y acusaron por desmontar manglar y palma chit -especies protegidas por la legislación mexicana- y los condujo ante la mesa de delitos ambientales de la Procuraduría General de la República (PGE), acusándoles de delitos en contra de la Biodiversidad.
Las autoridades argumentaron que además, los delitos imputados se cometieron en flagrancia, al momento de talar el mangle y la palma chit, condición que no han podido acreditar hasta el momento, de acuerdo con el abogado, Alejandro Aguirre.
El 12 de agosto la defensa legal de 12 de los 16 detenidos, presentó un amparo -liso y llano- en contra del auto de formal prisión dictado por el Juzgado Séptimo de Distrito, como obra en la causa penal 28/2014-II-P.

En la cárcel -en donde se encuentran personas a la espera de sentencia y procesados por delitos menores, hasta violadores, narcotraficantes y asesinos- los 16 fueron alojados en una misma celda, durmiendo en colchonetas en el área de Albatros.
“Hicimos amigos, con los guardias, con los reos. Estuvimos en el área de las mujeres, nos pasaron al área de lo que era la ‘F’, en el ‘Cuadro’, pero luego vino el secretario de Seguridad Pública (Juan Pedro Mercader) y nos pasaron en octubre a Albatros.
“En la misma celda dormíamos 16, se fueron cuatro, quedamos 12. Dormíamos en colchonetas, dentro de lo que cabe, bien”, narró.
De los otros prisioneros, Sánchez Marfil y sus compañeros aprendieron “cosas positivas”: Elaborar artesanías, pintar cuadros, hacer hamacas tejidas y rosas.
“Quizá fue una prueba que Dios nos puso y la soportamos (…) sacamos algo positivo dentro de esto”, subrayó, luego de comentar que el momento más amargo dentro de la cárcel, fue cuando les dictaron el auto de formal prisión.
El 27 de noviembre la Juez Tercero de Distrito, Ana María Nava Ortega, falló a favor de los 12 comuneros e instruyó al Juzgado Séptimo a dictar el auto de libertad.
Sin embargo, el agente del Ministerio Público federal presentó un recurso de revisión sobre la sentencia otorgada por la juez, lo que les impidió abandonar la cárcel, en tanto el Tribunal Colegiado resolviera el caso, lo cual ocurrió el jueves pasado.
“No guardamos resentimiento. Acá se cierra una etapa y se abre otra. Nuestra vida continúa y esperemos en Dios, para bien. A Dios gracias se hizo justicia, tanto la justicia de la ley, como la de Dios”, expresó Sánchez Marfil, al salir de la prisión.
Lo primero que hará al llegar a casa será abrazar a su nieto, a sus hijas y a su esposa, para continuar con su vida, luego de enfrentar una experiencia que califica como “inolvidable”.
“No se lo deseo a nadie. Al principio fue duro, un trauma emocional el que vivimos. Ya luego nos fuimos acomodando, conociendo amigos, dentro de lo que cabe; y se acomodó todo, de tal manera que hubo personas que amablemente nos enseñaron a hacer un trabajo manual… a hacer rosas, lámparas”, dijo.
De la Justicia mexicana, Salvador opinó que “debe ser más explícita y clara; deben entrar ya los juicios orales”.

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