El acueducto Monterrey VI, un nuevo fracking para Peña Nieto
Economía Hoy
Juan Armando Hinojosa, dueño de Grupo Higa y quien ayudó a la pareja presidencial a comprar la denominada “casa blanca”, entra de lleno a un nuevo conflicto, un proyecto hidráulico del que se sospecha que su finalidad es la práctica del fracking para la extracción del gas shale en la región.
Nuevo León es el segundo estado en importancia económica del país. En 2012 como candidato presidencial, Enrique Peña Nieto hizo varias promesas, entre ellas reforzar los cuerpos policíacos, construir las líneas 3 y 4 del Sistema Metropolitano de Transporte Colectivo Metro y lograr una de las máximas obras para la región, la construcción del acueducto Monterrey VI.
A dos años de su promesa, el gobierno federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y en colaboración con el gobierno del estado, encabezado por el gobernador Rodrigo Medina, dio el fallo para la licitación de la obra por la que se pagarán 47,000 millones de pesos durante los próximos 27 años.
La Dirección de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey informó que una vez entregada la obra, la paraestatal pagará mensualmente 124 millones 99,167 pesos a una tasa fija de 6.25 por ciento
En respuesta, diversos sectores de la sociedad civil neoleonesa han denunciado “favoritismo y posible corrupción” y organismos sociales solicitaron al gobierno estatal realizar una mesa de diálogo para que se informen sobre los detalles jurídicos y económicos del proyecto.
Además, organizaciones civiles revelaron que la verdadera finalidad del plan es la extracción del gas shale a través de la práctica conocida como fracking.
Los ciudadanos afirman que la sobredemanda del líquido no tiene un objetivo potable, sino que estaría dirigido a la fractura hidráulica del material rocoso en la región.
El proyecto
Este mega proyecto consiste en la construcción de un acueducto de 372 kilómetros de longitud y 2.13 metros de diámetro para extraer agua del Río Pánuco y que se interconectará con el Acueducto existente Cerro Prieto-Monterrey.
A decir de las autoridades, su objetivo es conducir el agua hasta la planta Potabilizadora San Roque y distribuirla a la zona conurbada regiomontana a través de los dos anillos de transferencia ya existentes.
El acueducto tendría su origen en San Luis Potosí y atravesaría los estados de Veracruz y Tamaulipas hasta llegar al municipio de Linares, Nuevo León.
La obra traería un caudal medio de cinco metros cúbicos por segundo, contando con seis estaciones de bombeo y obras complementarias.
Especialistas de Evolución Mexicana, Academia Nacional de Arquitectura, Colegio de Abogados de Nuevo León, Movimiento de Activación Ciudadana, Mundo Sustentable, El Narval y Ánima Urbis, elaboraron un estudio donde se señala que la disponibilidad actual de 1,000 litros por segundo es suficiente para cubrir la demanda de los próximos ocho años.
En tanto, afirmaron que hacerlo prácticamente desde el nivel del mar hasta la ciudad de Monterrey utilizaría una gran cantidad de energía eléctrica y resaltaron las consecuencias ambientales, sociales y económicas en la población.
“Está sobreestimada la demanda futura de agua de la ciudadanía, porque es una obra que no es para cubrir las necesidades de la ciudad de Monterrey y porque es para cubrir necesidades de grupos industriales no conectados a la red”, dice el análisis.
Según datos oficiales de Comisión Nacional del Agua y de la Secretaría de Agua y Drenaje de Monterrey, tienen una capacidad de suministro de 12,500 litros por segundo y el promedio de agua potable que recibe la zona conurbada en la actualidad, es de 11,750 litros por segundo (1.75 metros cúbicos) con un incremento anual de 250 litros por segundo.
Hace algunos meses, las propias autoridades estatales declararon que dicha cantidad de agua era suficiente para asegurar que tendríamos asegurado el vital líquido hasta por 15 años, pero repentinamente ahora el Estado dice que sólo alcanzaría para tres.
El empresario favorito
Grupo Higa pertenece a Juan Armando Hinojosa Cantú, un empresario vinculado a Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera desde que era gobernador del Estado de México, cuando edificó obras millonarias y alquiló aeronaves al Partido Revolucionario Institucional (PRI) para la campaña presidencial de 2012, a través de su filial Eolo Plus.
Hace algunas semanas, una investigación realizada por el sitio Aristegui Noticias detalló aún más la relación entre ambos, al dar a conocer una casa localizada en Lomas de Chapultepec, registrada a nombre de Ingeniería Inmobiliaria del Centro, filial de Grupo Higa con valor de 7 millones de dólares.
Además de la “casa blanca”, Peña Nieto utilizó otro inmueble de Hinojosa Cantú como oficina durante su campaña presidencial y el periodo de transición.
Armando Hinojosa forma parte del consorcio al que inicialmente el Gobierno federal adjudicó la licitación para construir el tren de alta velocidad México-Querétaro, con una inversión de 50,820 millones de pesos y que fue cancelada por el propio presidente tras múltiples acusaciones por las sospechas de favoritismo y posible conflicto de interés.
Recientemente, la Cámara de Diputados acordó formar una comisión para investigar el contrato del tren bala de 3,700 millones de dólares que fue cancelado días después de que fue otorgado a un consorcio encabezado por una firma china y que incluía a Constructora Teya SA, una filial de Grupo Higa.
Al respecto, varios legisladores solicitaron a la contraloría que investigue todos los contratos que obtuvieron las empresas de Hinojosa a partir de 2010, pues los contratos de Hinojosa han profundizado las dudas que tienen muchos mexicanos sobre la apertura del sector energético, sin mencionar a empresas extranjeras que esperan participar en el proceso.
Al igual que con el tren de alta velocidad, varios gigantes internacionales de la construcción como la española Abengoa fue descalificada por razones técnicas.
Esta semana, el diario WSJ señaló que Hinojosa Cantú, también ha sido beneficiado con un contrato por 460 millones de dólares para un nuevo museo en la ciudad de Puebla, además de varios contratos más que incluyen autopistas, un plan sin licitación para remodelar el hangar presidencial en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México y acuerdos para trasladar funcionarios del gobierno en aviones privado.
¿Qué dicen los analistas?
De acuerdo con un análisis de Grupo Monex, el Acueducto de Monterrey VI representa 2 meses de Backlog, una inversión equivalente al 20.1% de los Ingresos U12m y una posible TIR del proyecto de 16.9%. Es importante señalar que la obra beneficiará a la empresa en un primer momento a nivel de construcción y en un segundo momento a nivel de concesión (30 años).
En tanto, el grupo mantiene su recomendación de compra y PO de $28.0 para 2014: Consideramos que el proyecto resultará positivo para ICA, debido a que favorecerá los crecimientos en los próximos años, entre otros. Tomando en cuenta el proyecto y una revisión a la valuación de la emisora, reiteramos recomendación de Compra con un PO de $28.0 para finales de 2014.