Termoeléctricas del Golfo y Peñoles a doce años siguen contaminando

José Luis Martínez Castro

Ciudad Valles, San Luis Potosí.- Las termoeléctricas del Golfo y Peñoles localizadas en el ejido “Las Palmas” son un atentado contra el medio ambiente, porque después de 12 años de iniciar operaciones, siguen contaminando sin que ninguna dependencia federal ponga remedio, pese a que se ha violado la ley y las normas oficiales mexicanas e internacionales, afectando el agua, el aire y el suelo.

Las primeras denuncias fueron presentadas por habitantes del ejido Las Palmas que fueron afectados en su salud, al resultar problemas pulmonares y tumores cancerígenos, entre otros presuntamente generados con la contaminación del medio ambiente que provocan las termoeléctricas.

El representante legal del ejido “Las Palmas”, Ernesto Márquez Torres, denunció que desde el 16 de agosto de 2001 se firmaron las “Bases de colaboración para coadyuvar a la protección del ambiente en torno de las instalaciones de la Termoeléctrica del Golfo, S. de R.L. de C.V.”, pero ya pasaron 12 años de la firma del compromiso para proteger el medio ambiente y la salud de la población, pero nada se ha cumplido.

A la fecha se observa contaminación del aire, el agua y suelo, según peritajes en estudios del agua, existen pruebas que contiene un alto contenido de materiales pesados, especialmente azufre, de la misma manera a través del aire se contaminan extensas superficies de tierra donde se dejó de sembrar maíz, frijol, calabaza y otros, aparte que se retiró el ganado bovino.

Hace algún tiempo los ejidatarios presentaron una denuncia de los hechos ya mencionados ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), institución que financió el proyecto de las termoeléctricas de Tamuín para generar electricidad, en espera de que esta instancia obligara a estas empresas a respetar el medio ambiente, pero el documento enviado por el BID señala que al revisar el proyecto de Termoeléctricas Peñoles y del Golfo no encontraron irregularidades y que no atentan contra el medio ambiente, resolución que molestó a los ejidatarios.

Lo que más preocupa es el uso de coque de petróleo en las termoléctricas del Golfo y Peñoles en sus procesos industriales. El coque por su alto contenido de azufre es un contaminante altamente dañino para la salud y generador de lluvia ácida que daña a la vegetación y a los metales.

Además las termoeléctricas queman coque de petróleo en una cantidad aproximada de 1,300 toneladas, en cuatro calderas, así también la quema de llantas para hacer trabajar las calderas, lamentablemente no hay autoridad que obligue a estas empresas a cumplir con o que marca la ley.

Dentro del proyecto inicial se tiene considerado construir nuevas plantas termoeléctricas para generación de energía, lo cual rechaza la población ante el incumplimiento de las normas oficiales y demás compromisos contraidos con la sociedad.

http://www.oem.com.mx/elsoldesanluis/notas/n3311299.htm