Tras el asilo a Evo, exigen trato igualitarios para miles de haitianos y africanos varados en México
Eliana Gilet/ SPUTNIK MUNDO
Hay 4.600 solicitudes de asilo o visas humanitarias solo de haitianos en las oficinas de Tapachula, la principal ciudad del sur mexicano, debido a la política del Gobierno mexicano que no les permite avanzar hacia otras partes del país.
Sputnik conversó con el presidente del Comité ciudadano en defensa de los naturalizados y afromexicanos y te presenta sus reclamos.
“Es insuficiente la atención del Gobierno mexicano a los migrantes haitianos y africanos que están en Tapachula, aunque se ha comprometido a colaborar con los documentos, así como en su atención en salud y alimentación”, dijo Wilner Metelus, investigador y sociólogo que preside el Comité ciudadano en defensa de los naturalizados y afromexicanos.
Metelus viajó a Tapachula en la primera semana de noviembre y previamente fue recibido por el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, encargado del tema migratorio por el Gobierno federal quien se comprometió a cesar la detención de migrantes y solicitantes de asilo de haitianos y africanos que están encerrados dentro de la Estación Migratoria Siglo XXI de esta ciudad fronteriza chiapaneca.
Metelus viajó a Tapachula para ingresar al centro de reclusión para migrantes, pero al llegar la encargada del Instituto Nacional de Migración mexicano en Chiapas, Carmen Yadira De los Santos, le dijo que no tenía permitido el acceso porque no había instrucción del Gobierno federal para dejarlo pasar.
“Había un acuerdo con Encinas para que entre a la estación migratoria y ver con mis propios ojos, pero no pude entrar a donde están los migrantes. El responsable en Tapachula me dijo que no tenía autorización del Gobierno federal”, explicó Metelus a Sputnik.
“Si México ha firmado acuerdos para proteger a cualquier ciudadano de cualquier país con una situación política y económica de persecución; así como recibieron a los hermanos sudamericanos en los 1960 y 1970, o a los centroamericanos en los 1980 y 1990, así como en estos días se recibió como asilado político a Evo Morales tras el golpe de Estado dado contra él, esto no está repitiéndose igual para los migrantes haitianos, africanos y de otros países”, sostuvo.
La política migratoria de México cambió tras la renegociación del Tratado de Libre Comercio en junio de 2019 que públicamente se presentó como una amenaza del presidente Donald Trump al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de imponerle aranceles a todas las importaciones que hiciera de su país si no disminuían la cantidad de gente que llegaba a pedir asilo a su frontera.
Una política “racista”
Al aceptar esta condición, México envió a la Guardia Nacional a su frontera con Guatemala para actuar como policía migratoria, construyendo un muro represivo que impide el libre tránsito de esta población migrante hacia el norte. Obligados por la fuerza a permanecer en Tapachula sin papeles, sin posibilidad de trabajar legalmente u obteniendo “pagos de hambre” por su trabajo, la frontera sur mexicana se transformó en una gran prisión a cielo abierto.
Metelus sabe que hay 4.600 solicitudes de asilo solo de haitianos (sin contar a los africanos), asiáticos y centroamericanos ante la Comisión mexicana de ayuda a refugiados (Comar), que ata a estas personas a quedarse en Tapachula si no quieren perder su trámite. Aparte, hay otras miles de personas de distintas nacionalidades detenidas en la estación migratoria y mucha gente que continúa llegando al sur de México.
“Diariamente llegan entre 1.200 y 1.400 personas a iniciar sus trámites en las oficinas de la Comar y migración de Tapachula. A veces llegan un día antes y aunque pasan afuera 24 horas, igual no logran entrar”, explicó Metelus para graficar la saturación que se vive en el sistema de asilo, incapaz de dar respuesta al flujo de gente que recibe y que también satura Tapachula, por la prohibición de moverse que impone la política migratoria pactada con Estados Unidos. “Tapachula no tiene capacidad de dar trabajo a toda esta gente”, señaló el experto.
“Según las autoridades, se entregan 120 visas humanitarias por día a africanos y haitianos, pero ahora les están dando cita para comenzar su trámite hasta febrero y marzo de 2020, dentro de cuatro meses”, explicó.
Durante ese plazo, no reciben ayudas económicas ni de alimentación o atención en salud. A Metelus le preocupa la cantidad de niños y mujeres embarazadas que están en situación muy precaria, acampando fuera de la Estación Migratoria Siglo XXI como forma de protesta permanente o bien viviendo en la calle de la ciudad.
“Las mujeres embarazadas dicen que hay falta de atención en los hospitales y que tienen miedo de ir”, explicó Metelus quien ha señalado que esta diferencia en el trato se debe a que México tiene una “política migratoria racista”.
El presidente del Comité ciudadano en defensa de los naturalizados y afromexicanos dijo a Sputnik que el subsecretario de derechos humanos, Alejandro Encinas, le anunció la creación de una albergue en Tapachula para sacar de la calle a estos migrantes, “pero vemos que hasta ahorita no están respetando los acuerdos”, sostuvo.
Su intención es solicitar una reunión directamente con el presidente Andrés Manuel López Obrador para que se busque una salida negociada en conjunto, como la política que se mantuvo durante dos meses al comienzo de su Gobierno y que legalizó la entrada al país de unas 18.000 personas a inicios de 2019.