Tras amenaza de despojo familia está secuestrada, sin comida, dentro de su predio en La Paz
La Paz, Baja California Sur (BCS). Tras el caso de la familia Benton, quien tenía un litigio contra Inmobiliaria Turística Salvatierra S.A. de C.V., por un predio de 202 hectáreas frente en la zona de Pichilingue en La Paz, y en el cual la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) falló a favor de la empresa el pasado 14 de julio, ésta cerró el acceso a los familiares, quedando afuera la señora Irma Yolanda Benton Fiol, hijos y otras personas; y dentro, otros 9 más, quienes, al no poder entrar ni salir, se están quedando sin alimento para ellos y para el ganado, además de medicamentos que requieren.
“Nos destruyeron la casa, eso ya tiene años; pero, ahorita, nos tumbaron el acceso, pusieron vigilancia, los daños son de que no nos dejan meter alimento para los animales, tenemos ganado, está mi familia, está mi madre […] No nos dejan entrar ni los dejan salir, ni acercarnos […] Ustedes saben que en los ranchos se compra por costales o despensas, y ahí las íbamos guardando y así, ellos están tomando agua de un pozo, a gotas, la comida de los animales se está racionando”, platicó Irma Yolanda, quien acampa fuera de la propiedad y a la orilla de la carretera a Pichilingue.
Por su parte, María Elena Benton Fiol, quien está en la casa, al interior de la propiedad, contó cómo está la situación dentro de ésta. Confirmó que hay 8 adultos y un menor de edad, y que la comida que tienen, por lo menos podría durarle una semana más; mientras que de agua se abastecen de un pozo que hay en el lugar.
“Hay una niña, somos 4 mujeres adultas y 4 hombres adultos […] Cuando mucho, el alimento nos durará una semana, con frijol y sopa; ya hemos pensado en matar a las gallinas y empezar a comerlas; por lo pronto hemos comido frijol, arroz, atún, sopas […] Hay un pozo, pero está salubre el agua y de ahí hemos estado sacando para tomar”.
“Mi mamá es la que ocupa medicamento, tiene diabetes, presión y epilepsia; no les importa, no les importa, cuando esto sucedió, afortunadamente acababa de ir al doctor y tiene su medicamento, pero se van a agotar o se están agotando”, narró Irma Yolanda.
Mientras que María Elena, agregó: “El medicamento de mi madre es también como para una semana, algunos; hay otros que durarán más; y si se acaba, pues, tendría que salir alguien de nosotros por los cerros para ir por medicamento cuando menos, pero de alguna manera buscaremos; ella no puede salir porque ya no la dejarían entrar, pero estamos dispuestos a hacer lo que sea”.
“Sí, hay ganado, vacas, burros, caballos, puercos, gallinas, unos pavos, conejos […] Las vacas, pues con lo que pueden comer en el monte, las gallinas también las soltamos para ver qué pueden comer ahí”, detalló la señora al interior de la casa.
El lugar está siendo vigilado en diferentes puntos de las entradas de la propiedad, con por lo menos 5 carpas; cada una, tiene, mínimo, a 2 personas que no permiten la entrada ni salida. Irma Yolanda comentó que, al día, son 15 a 20 jóvenes quienes realizan esa actividad, sin uniforme, y que se ponen a gritar cosas en las noches.
“Nos pusieron vigilancia por todos lados, no somos delincuentes, ni matones ni rateros, nos están cuidando como si fuéramos criminales, ojos por donde quieran […] Diario han de traer de 15 a 20 personas, y jovencitos, sin uniforme, gritando ‘queremos mota, queremos marihuana’, así se escucha en las noches los de vigilancia”.
Irma Yolanda explicó que el problema con la empresa está desde el 2012, quienes, dice, les quieren quitar la propiedad que les pertenece desde hace más de 60 años; argumenta que llegaron a desalojarlos sin papeles ni orden donde que demostraran que son dueños del lugar.
“Desde el 2012 tenemos problema con esta gente, que se dicen ser dueños de esta propiedad, la cual nosotros tenemos más de 60 años, la familia Benton, y sin papeles, sin mostrarnos una orden de desalojo, sin mostrarnos de que pueden entrar, meterse y sacarnos a la fuerza, con permiso de las autoridades, pues sencillamente nos sacaron.
“Mi papá era ganadero, tenía carnicería, solicitó terreno, aquí hizo su rancho […] Pero ellos dicen ser su dueño, si el Gobierno se pone a investigar, va a descubrir que tenemos la razón, y si seguimos aquí es porque tenemos la razón, así de fácil; si ellos vienen y nos dicen, de verdad es de ellos, pues no tendríamos necesidad de estar batallando”, narró.
Ambas hermanas Benton Fiol, aseguraron que no se dejarán ni abandonarán el lugar, y que, además, tienen la razón de ser los legítimos dueños de la propiedad; pues, dicen, lo único que quiere la empresa es “fregarnos y quitarnos lo nuestro”, para construir proyectos en la zona.
“Ya son años viviendo con esta pesadilla horrible, que no nos dejamos, no nos vamos a dejar, esto es nuestro; yo sé que existe la justicia divina, yo ya no creo que dicen que nos protegen, yo creo en que hay que tener fe, y que se tiene que demostrar que tenemos la razón, porque sí la tenemos, y tenemos cómo comprobarlo.
“El interés de ellos es fregarnos y quitarnos lo nuestro, y hacer a futuro, para el turismo, casas, edificios, marina, hay muchos proyectos de ellos, se llama Inmobiliaria Turística Salvatierra SA de CV”.
En ese mismo sentido, María Elena dijo: “No sé, yo creo que volvernos locos, lo que quieren es que nos salgamos, pero no lo vamos a hacer, vamos a aguantar y luchar hasta donde podamos; tan simple y sencillo es que, si fueran tan dueños, desde el primer momento no estuviéramos aquí, luchamos porque sabemos que tenemos la razón y este es nuestro hogar”.
Finalmente, Irma Yolanda manifestó que la familia no ha sido apoyada por ninguna autoridad estatal. También, denunciaron la desforestación de árboles dentro de la zona, pero ninguna dependencia se ha acercado.
“El Gobierno Estatal nada nos está ayudando, absolutamente nada; les hemos dicho que nos están tumbando los árboles, a nosotros no nos dejan ni agarrar un palo seco, y esta gente está destruyendo, dónde está la protección del ambiente, dónde está protección civil”.
“No sé la ambición de estas personas, apoyados por muchas autoridades, y la verdad no veo ningún tipo de ayuda para este lado, sólo hacia aquel lado”, agregó María Elena.
“En el Congreso, que no sabían nada, que no conocían, pero no vaya a haber una votación porque sí te encuentran, y saben dónde están los Benton, y sí te encuentran porque te encuentran, y ahorita no existe el rancho Estela, pero te invitan a las casillas y saben perfectamente dónde estás”, aseveró y concluyó Irma Yolanda.
El pasado 14 de julio, tras un litigio de 10 años, en el que se agotaron las instancias desde la civil hasta la SCJN, se llevó a cabo la restitución de derechos de la extensión de tierra en la zona de Pichilingue, en La Paz; la SCJN resolvió a favor, como única propietaria del terreno, a la Inmobiliaria Turística Salvatierra.
Después de desahogar pruebas en las diferentes instancias de justicia “y ante el desacato de la autoridad por parte de Carlos Benton Cota, quien se denominaba propietario de 202 hectáreas de dicho predio, la inmobiliaria solicitó un recurso de restitución del predio a la Procuraduría General de Justicia de Estado”.