Violación, método para arrancar confesiones a mujeres en Puebla: AI
Por José Carmona / Ana Jennifer De La Fuente
En Puebla y en otros 18 estados, las mujeres detenidas son -en su mayoría- torturadas y violadas por elementos de las policías y las Fuerzas Armadas a fin de arrancarles una confesión que permita meterlas a prisión.
El informe de Amnistía Internacional: Sobrevivir a la muerte. Tortura de mujeres por policías y Fuerzas Armadas en México, se formó con 34 entrevistas y 66 cuestionarios para obtener las historias de las presas que están en cárceles federales acusadas, en la mayoría de los casos, de delitos relacionados con el narcotráfico.
El reporte internacional revela que en Puebla, aunque no existen cáceles federales, también se presenta la tortura en la detención de féminas.
“Los casos de estas mujeres dibujan un cuadro absolutamente escandaloso que refleja el nivel de tortura que sufren las mujeres en México, incluso para lo que se acostumbra en la región. La violencia sexual usada como tortura parece haberse convertido en parte habitual de los interrogatorios”, dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
De los 100 casos citados por la organización internacional, Puebla registra uno, en la misma escala se encuentran estados como Oaxaca, Michoacán, Nayarit, Aguascalientes, Baja California y Morelos. Le siguen Veracruz, Guerrero y Nuevo León que presentan 3 incidencias; Tamaulipas y Coahuila 10 y por último, las entidades más críticas son: San Luis Potosí (11), Estado de México (15) y la Ciudad de México (19)
“En estas entidades, las mujeres detenidas por las fuerzas de seguridad representan una muestra de un problema mucho mayor, que implica el uso de la tortura y otros malos tratos para incriminar y encarcelar a personas por delitos graves en el contexto de la denominada guerra contra el narcotráfico”, señala de forma textual el informe.
Los abusos consisten en “tocamientos, manoseos y otros abusos sexuales, así como palizas y descargas eléctricas durante el arresto y el interrogatorio” y suelen centrarse en “mujeres de entornos marginados” y durante operativos relacionados con la lucha contra el narcotráfico.
De las 100 mujeres recluidas, 33 afirman haber sido violadas y 72 dijeron haber sido sometidas a algún tipo de acoso o abuso sexual o psicológico durante el proceso de detención e interrogatorio. Aunque 66 presentaron denuncia, sólo en 22 casos se abrió una investigación. La organización afirma que “no tiene conocimiento de que se hayan presentado cargos de alguna clase a partir de estas investigaciones”.
No sólo las mujeres son torturadas
La tortura en Puebla también se presenta al interior de las cárceles locales, así lo denunciaron los propios reos del Cereso de San Miguel tras lo que llamaron “el asesinato” de Héctor Andrés Villagrán Ovando “El Chileno”, ocurrido dentro del dormitorio L, entre la noche del lunes 26 de noviembre y el martes 27 de 2012.
A través de un video presuntamente grabado de forma clandestina al interior del penal, un reo señala que Villagrán Ovando, de 45 años, “fue reventado a golpes por el tercer turno de custodios”. Esta versión contrasta con el boletín oficial 1764 de la Secretaría de Seguridad Pública que asegura que el hoy occiso “se encontraba en su dormitorio y de momento se desvaneció”, alrededor de las 14 horas.
Las autoridades ministeriales informaron que la causa de la muerte del reo fue un infarto. Así quedó asentado en la Constancia de Hechos 537/2012/AEHOM/3ª, sin embargo la presencia de hematomas en su cuerpo y el video citado motivó a la entonces Procuraduría General del Estado, a cargo de Víctor Carrancá, a exhumar el cadáver, sin que hasta la fecha (3 años después) se conozca el resultado de dicha investigación.
Héctor Andrés Villagrán Ovando fue detenido el 14 de octubre de 2009 en Tlacotepec de Benito Juárez tras una balacera. A “El Chileno” lo acusaron de secuestro, portación de granadas y armas de alto poder, además de comercializar cocaína.
El Cereso de San Miguel no fue la primera cárcel donde vivió el oriundo de Santiago de Chile. En 2007 fue ingresado al penal Duport Ostión del municipio de Coatzacoalcos, acusado de robo con violencia. De ahí fue liberado por un grupo de supuestos elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) que arribaron al Cereso y en un “operativo de mucha precisión” sacaron a “El Chileno” y a 5 personas más el 16 de mayo de 2008.
López Badillo brilla por su ausencia
La Comisión de Derechos Humanos del estado de Puebla, que preside Adolfo López Badillo, no intervino en este, ni en otros casos de violación de derechos humanos de los internos en el Cereso capitalino. A la fecha no hay una recomendación emitida al respecto.
La frase
“Al no realizar investigaciones adecuadas ni exigir responsabilidades, se transmite el peligroso mensaje de que violar a mujeres o utilizar otras formas de violencia sexual para obtener confesiones es admisible y está permitido”, Amnistía Internacional