Enmedio de protestas al gobernador, se realizó el 97 aniversario luctuoso del Caudillo del Sur
El Sol de Cuautla
La conmemoración oficial por el 97 aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, que encabezó ayer en Cuautla el gobernador Graco Ramírez, estuvo marcada por el fuerte dispositivo de seguridad implementado por el Ejército y el Mando Único desde las primeras horas del día, en torno al Parque de la Revolución del Sur.
Contrario a lo que ocurrió el año pasado en la Ex Hacienda de Chinameca, donde el gobernador recibió abucheos que lo llevaron a abandonar rápidamente el lugar en el helicóptero de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES Morelos), este año las autoridades estatales y federales retomaron el Parque de la Revolución del Sur, en el municipio de Cuautla, como escenario para realizar el acto público, mediante un fuerte dispositivo de seguridad en las calles del primer cuadro de la ciudad, con el apoyo de policías municipales, del Mando Único (MU) y elementos del Ejército.
Aglutinados en varios puntos de la Heroica, los granaderos de la CES Morelos resguardaron el desarrollo del evento de protocolo, encabezado por Graco Ramírez como titular del ejecutivo estatal; por el delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Ángel Rodrigo Peña Cepeda, y por el presidente municipal, Raúl Tadeo Nava.
Además de los elementos de seguridad, el sitio fue protegido con vallas que cerraron el paso a posibles manifestantes, aunque hubo ciudadanos e integrantes de la Unión General Obrera, Campesina y Popular (UGOCP), que lograron acceder y protestar durante el discurso del gobernador, reclamando el uso que ha dado al relleno sanitario “La Perseverancia”, ubicado en los límites de Cuautla y Ayala, y por la termoeléctrica de Huexca.
Cuautla no es basurero
“¡Cuautla no es basurero!”, gritaban los manifestantes, mientras Graco Ramírez trataba de defenderse de los reclamos que previamente había hecho el líder de El Barzón Morelos, y representante del Congreso Agrario Permanente, David Padilla Marín, en torno al Proyecto Integral Morelos (PIM), y otros puestos en marcha por el titular del Ejecutivo.
Padilla Marín, quien dio un discurso como invitado especial, sorprendió a los asistentes al dirigirse al gobernador lamentando la situación en que se encuentra el estado y tocando temas federales, como Ayotzinapa.
“La revolución la ganaron los que nos gobiernan hoy”, comenzó la participación del líder agrarista, antes de hacer varios reclamos directos a los funcionarios federales y estatales presentes.
“Este acto nacional e internacional ha perdido verdaderamente su valor, y sin duda es una afrenta ante la ausencia de las autoridades federales, encabezadas por el Ejecutivo”. Y es que, hasta la década de los 80’s, los presidentes de México solían visitar Cuautla para recordar la muerte de Emiliano Zapata, una costumbre que se ha perdido.
La huida
Como suele ocurrir en los eventos públicos encabezados por el gobernador, Graco Ramírez se retiró de Cuautla sin atender los reclamos de los ciudadanos.
Si hace un año, en Chinameca, tuvo que hacer una salida apresurada, en la que prácticamente tuvo que correr para no ser alcanzado por los manifestantes, en esta ocasión fue sólo una retirada rápida, luego de que algunos protestantes comenzaran a aproximarse al templete, donde el mandatario todavía no terminaba su discurso.
“Hoy Cuautla, la zona Oriente del estado tiene una nueva condición de desarrollo”, dijo entre los gritos crecientes de los ciudadanos.
Continuó: “Gracias a que tengamos generación eléctrica y gas podremos tener condiciones de empleo que antes no teníamos; vamos trabajando en esa dirección, en que no pongamos resistencia, sino veamos la importancia de las inversiones y el empleo”.
“Sabemos que hay gente que no quiere el progreso y respetamos su opinión. Y se pueden manifestar libremente, pero aquí seguimos trabajando la mayoría”, dijo.
Después encabezó una guardia de honor ante el monumento a Zapata, en la plaza donde permanecen los restos del héroe nacional.
Finalmente, el gobernador se retiró en el vehículo oficial.