Acusan presiones para abaratar tierras destinadas a Toyota en Guanajuato
POR VERÓNICA ESPINOSA
GUANAJUATO, Gto., (apro).- Representantes del ejido Caleras de Ameche, en el municipio de Apaseo el Grande, denunciaron los afanes especulativos que en su perjuicio ha desatado el gobierno del estado en la adquisición de terrenos donde se instalará la nueva planta de la armadora Toyota, proceso que no ha concluido, aclararon.
Para la planta de Toyota se prevé contar con 600 hectáreas de terreno disponibles. El gobierno del estado ha clasificado como reservada la información sobre la adquisición de los predios hasta el año 2020.
“Señor gobernador, hay conflictos y ustedes no han querido solucionarlos. Sabemos que la Federación apoyó a Guanajuato con recursos económicos, y ustedes han ocultado la forma en que han comprado a terceros y no hicieron las compras directamente a los verdaderos dueños”, expusieron mediante un desplegado en algunos medios, en el que acusaron que funcionarios de la Secretaría de Gobierno enviados a hablar con los ejidatarios los han amenazado.
“No estamos en contra del desarrollo del estado y del municipio, pero sí queremos equidad, igualdad y congruencia en su decir y en su actuar. Tal vez sus funcionarios le están ocultando la verdad y le están presentando otra película muy diferente de la realidad”, plantearon en su mensaje, dirigido al gobernador Miguel Márquez Márquez.
Manuel Enrique Ochoa, Francisco Rodríguez Gómez y J. Néstor Hernández Piña, secretario, tesorero y presidente de la comisión de vigilancia del Comisariado Ejidal de Caleras de Ameche, respectivamente, precisaron que los terrenos para la Toyota no están liberados, debido principalmente a que no se han realizado los procesos correctos, no se ha pagado el precio justo y a la opacidad del gobierno estatal en estas adquisiciones y expropiaciones, cuya información se ha ocultado.
También relataron que a finales de 2014 y principios de 2015 se compraron algunas parcelas mediante intermediarios que estuvieron regateando y pagando a distintos precios, pues mientras a algunos campesinos les pagaron 2.5 millones de pesos por hectárea; a otros les acabaron ofreciendo menos del millón, y la última oferta es de 44 mil 500 pesos por hectárea, según un avalúo rústico presentado por la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable.
Esto, advirtieron, contradice el propio criterio del gobierno estatal, que solicitó el cambio de uso de suelo de agrícola a industrial pero pretende pagar los terrenos “como si fueran tierras inservibles para el cultivo”.
Incluso, mencionaron que empresarios del estado de Querétaro –vecino a Apaseo– han ofrecido mejores precios por tierras cerriles y de temporal, cercanas a los que están contemplados para la planta de Toyota.
Los ejidatarios revelaron que algunos terceros, como la empresa JAOS&SGB SAPI de CV, cuyo representante se identificó como Juan José García Henríquez, se han acercado a comprar tierras, las cuales después han vendido al estado a un costo superior, en un manejo especulativo similar al que se hizo durante el sexenio del exgobernador panista Juan Manuel Oliva, cuando se compraron terrenos para la fallida instalación de la refinería de Pemex, un total de 933 hectáreas.
En esa ocasión, el gobierno del estado contrató a corredores inmobiliarios que se hicieron cargo de la adquisición de los predios, disfrazando la operación bajo el nombre “Cereales y pastas finas”.
Ante la resistencia de los ejidatarios a aceptar estas últimas ofertas, afirman, se han encontrado con acciones como la clausura o cierre de pozos para el riego por bombeo, además de las amenazas de los emisarios del gobierno de que si no aceptan, se les expropiará la tierra.
“Como ejido tenemos todavía recursos para revertir las compras de terrenos que se han hecho, ya que la mayoría aún no cuenta con el derecho de dominio pleno de su parcela”, lo que compete a la asamblea ejidal, advirtieron por último al insistir en que piden un diálogo con el gobernador.