El Estado castiga a activistas y premia a criminales, dice familia de Ildefonso Zamora (VIDEO)

Ivette Lira

San Juan Atzingo, Estado de México, 10 de marzo (SinEmbargo).– Árboles muertos, despojos de troncos, aserrín, hojas secas: áreas verdes en el Estado de México, gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), han sido convertidas por talamontes, en lúgubres caminos de tierra, en un cementerio de arbustos.

La familia Zamora Baldomero, en su intento por detener este ecocidio desde 1988, ha visto cómo callan a sus integrantes: apenas el 20 de noviembre pasado, Ildefonso, cabeza del hogar, fue encarcelado acusado de robo y allanamiento de morada, y Aldo, uno de sus hijos, fue asesinado el 15 de mayo de 2007, sin que hasta ahora se haya hecho justicia.

Desde el año 2004, las amenazas de muerte comenzaron a llegar a los Zamora, durante una manifestación en contra de los taladores ilegales, Ildefonso fue advertido por primera vez: “tienes tus días contados, si no le bajas te vamos a dar donde más te duela”.

Y así fue. Hoy Ildefonso llora la muerte de Aldo en una celda compartida con 14 reos más, donde pasa los días y las noches lejos de su familia, cobijado por los achaques que la diabetes le ha desencadenado.

Modesta Gómez Procopio, esposa del defensor, evidencia desde su cálida cocina, hecha con trozos de madera, que tanto Felipe Calderón Hinojosa, como Enrique Peña Nieto, le prometieron a Ildefonso –hasta entonces libre– justicia por el asesinato de su hijo. El primero mientras fungía como Presidente de México, y el segundo, cuando se encontraba a cargo del Edomex.

“Por lo visto sí quedó impune porque no ha pasado nada bueno, al contrario, lo que le están haciendo [las autoridades] a mi esposo no se vale y los asesinos de mi hijo siguen libres. En lugar de atacar a personas inocentes, mejor que ataquen a quienes deveras la deben. Mi esposo le pedía a Calderón que nos echara la mano en cuestión de que cayeran los asesinos, él prometió que los asesinos de nuestro hijo estarían tras las rejas y no ha cumplido”, dijo en entrevista para SinEmbargo desde San Juan Atzingo, Ocuilan.

Y agregó: “Peña Nieto decía que estaba en la mejor disposición, que él iba a hacer todo lo posible para lograr lo que nosotros queríamos, justicia para Aldo, pero tampoco ha hecho nada”.

A pesar de que Misael identificó a los atacantes, sólo han sido detenidos dos de ellos, sin que hasta la fecha se les haya dictado sentencia. Sin embargo, los autores materiales de este asesinato, los hermanos Luis y Alejo Encarnación Neri, continúan en libertad pese a que están plenamente identificados y existen órdenes de aprehensión en su contra desde el 24 de mayo de 2007, de acuerdo con Greenpeace México.

En el mismo sentido, Teresa Baldomero Aguilar, madre de Ildefonso, narró a este medio: “a mi hijo lo empezaron a mal ver mucho, él paró la tala, empezó a reforestar los bosques, el monte ya se veía bonito, pero ahora otra vez ya todo está bien acabado”.

“Él no debe nada, lo acusan de robar una casa, pero mi hijo no está acostumbrado a esas cosas. Somos muy pobres, pero somos honrados, nada de que nos andamos metiendo en alguna casa. Lo que queremos es que salga, que lo dejen libre, él está pagando injustamente, sin deber nada ¿por qué está detenido desde el 20 de noviembre? No hallan como acabar con mi hijo”, aseguró.

Con lágrimas rodando en sus mejillas, marcadas por el paso de los años, la mujer que dio a luz a Ildefonso en 1961, cuestionó a las autoridades mexicanas: “no se conforman con que mataron a mi nieto hace 8 años, ¿qué han hecho ellos [las autoridades], qué justicia nos han hecho? Nada. Están detenidos los cómplices, ¿y los meros hechores? Se fueron y andan paseando ¿y mi hijo? Yo quiero que lo dejen libre porque la verdad no debe nada, él no tiene porque estar allá encerrado”.

“Para nosotros no hay justicia, no hay nada. Los responsables de buscar a los asesinos de mi nieto, son ellos, la autoridad. ¿Nosotros cómo vamos a saber dónde están? Quieren terminar con mi hijo, pero primeramente dios, le pedimos a dios que mi hijo salga. A los que deveras la deben, a esos nunca los persiguen, andan libres, andan sueltos y a nosotros ¿por qué nos hacen esto?”, lamentó sumida en un llanto incontenible.

Don Ildefonso fue detenido arbitrariamente el 20 de noviembre de 2015 sin una orden de aprehensión por una acusación fabricada por el Ministerio Público de Tenancingo, además, ninguna autoridad le notificó que había una averiguación en su contra desde 2012. Resulta imposible que Ildefonso haya cometido el supuesto robo del que se le acusa pues “él se encontraba en otro lugar el día en que se señalan los hechos, existen testimonios y pruebas que lo acreditan”, han reiterado en diversas ocasiones, representantes del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) y de Greenpeace México.

Al visitar El Jaral, uno de los territorios reforestados por Ildefonso y más de 70 personas en el año 2005, Miguel Ángel Soto, vocero de Greenpeace lanzó una pregunta a los gobernantes:

“¿Por qué a la persona que lideró todo este esfuerzo para recuperar zonas como estas la meten a la cárcel, en lugar de estarla apoyando?, él se atrevió a hacer el trabajo que ni los inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se atreven muchas veces a hacer, y ahora está detenido. Por eso la exigencia del Centro Prodh, de Greenpeace, de la familia y los vecinos de que él salga cuanto antes, que se le dejen de estar fabricando cargos, se le deje de estar persiguiendo a través de los aparatos del Estado, en este caso el Ministerio Público de Tenancingo”.

Soto, de pie, con el frío de la mañana y un rayo de sol rozando su cara, recordó que hace 11 años, junto con los comuneros, la organización trazó un “SOS” gigante para alertar sobre la terrible situación de los bosques, en aquel entonces la zona estaba devastada y gracias al trabajo de los pobladores y los activistas, hoy se respira aire limpio y el color verde se aprecia en cada rincón.

No obstante, Misael Zamora, hijo del activista tlahuica, denunció que aún existe tala en otros bosques del territorio gobernado por Eruviel Ávila y los talamontes llegan de poblados cercanos como Santa Lucía, Santa Martha y San José. “Sigue siendo algo preocupante, esto no ha cesado, esto no ha parado”, reveló a este medio.

Lo anterior, a pesar de que el asesinato de Aldo había traído hasta el año 2011, la detención de la tala ilegal en un 90 por ciento, según palabras del joven de 25 años.

Con la llegada de Leobardo Neri Jacinto, presidente de Bienes Comunales de San Juan Atzingo, –aseguró–, se promovió la tala “en lugar de seguir cuidando los bosques, de seguir vigilando las labores de cuidados, involucró en su equipo a gente que se dedica a esta actividad y les brindó toda la protección”.

Además del homicidio de su hermano y el encarcelamiento de su padre, Misael también ha sido puesto como objeto de intimidación para que la familia desista de defender a los bosques de su comunidad, primero al resultar herido durante la emboscada donde falleció Aldo, y recientemente, al ser detenido por policías estatales, militares, miembros de Profepa y Probosque, acusado de tala ilícita, no obstante por presión de pobladores, el joven fue liberado horas después.

“Un oficial de la policía estatal, de nombre Juan Carlos Lara, me dijo: ‘me tardé, pero te tenía que encontrar’”, narró. Familiares, amigos y vecinos de Misael intentaron dialogar con las autoridades, pero la respuesta de los federales fue a balazos “dispararon en contra de la gente y por fortuna tenemos cartuchos percutidos de esa ocasión”, acusó.

Al ver a los colonos, el policía que se encontraba a cargo de aquel grupo de autoridades, llamó a Misael para advertirle: “sácate a chingar a tu madre antes de que los matemos a todos”, por lo que, inmediatamente, el joven y todas las personas que llegaron para auxiliarlo, se fueron del lugar. Misael decidió no denunciar los hechos.

Sin embargo, Gabriela Carreón Lee, abogada del Área de Defensa Integral del Centro Prodh, informó que a inicios de febrero de este año se presentó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a raíz de la detención ilegal que sufrió Misael.

Sobre la detención de Ildefonso, la especialista puntualizó: “se da lo que en muchos casos, el MP está coludido y está fabricando un delito en contra de don Ildefonso. Finalmente es otro acto más de criminalización en contra de un defensor de los bosques, algo que lamentablemente no es nuevo en México”.

Hoy a Ildefonso lo esperan doña Teresa, su madre; la señora Modesta, su esposa; sus hijos, Xóchitl, Misael, Esther y Rosario; y sus nietos Jonathan, Alexis, Aron, Gabino, Perla y Nicolás. Lo esperan como a él le gusta: con frijoles y café de olla; tlacoyos de haba y chicharrón, además de abrazos que han guardado durante estos meses de encierro.

www.sinembargo.mx/10-03-2016/1633864